Estas nuevas metodologías ayudan a reducir los impactos en la comunidad, donde el pasado 2020 el 40 % de las obras en agua potable de la región se ejecutaron con estas tecnologías.

Aguas Antofagasta Grupo EPM con el objetivo de mejorar continuamente el servicio que entrega a sus clientes, queremos informar que desde hace al menos cuatro años se han incorporado mejoras de en cuanto a las intervenciones en la vía pública utilizando paulatinamente el uso de tecnología a los proyectos de refuerzo y reposición.

Un ejemplo de esta modernización de los procesos es el uso de las tecnologías Cracking, CIPP, Hot Tapping y Line Stop, que en conjunto tienen por misión evitar la generación de zanjas o rotura de pavimentos en la calle, disminuyendo así los ruidos molestos, reponer ductos sin cortar el suministro y evitar obstrucciones vehiculares, entre otros beneficios, reduciendo los impactos en la comunidad en un 40%.

Es importante recordar a la comunidad que gran parte de la infraestructura sanitaria es subterránea. Lamentablemente cuando se debe reparar o reponer, es necesario intervenir calles, cortar tránsito y muchas veces suspender el suministro por varias horas, lo que no se ve en otros servicios básicos y por ello es que la compañía ha implementado estas nuevas tecnologías para evitar invadir en la medida de lo posible.

“El año 2020, más del 40% de las reposiciones de agua potable se desarrollaron mediante el uso de cracking, mientras que más del 30% de las redes de alcantarillado, se renovaron utilizando tecnología CIPP. Sin duda una inversión importante que busca realizar los nuevos proyectos reduciendo las molestias generadas por las obras a la comunidad, esperando que este año podamos lograr al menos el 50% de los proyectos con estas nuevas tecnologías en toda la Región de Antofagasta”, comentó el Gerente de Proyectos e Ingeniería, David Godoy.

Cracking y CIPP

Cracking es una técnica de renovación de tuberías mínimamente invasiva, cuya finalidad es evitar grandes movimientos de tierra, disminuyendo la ruptura de pavimentos. El método consiste en reemplazar el tubo existente por una tubería de HDPE, sin romper pavimentos para crear la zanja habitual de este tipo de obras. Solo se realizan excavaciones pequeñas en los puntos de entrada y salida de la infraestructura a intervenir. La técnica genera un túnel por donde pasará la nueva tubería luego de eliminar la antigua. Mencionar que este mismo trabajo pero con el antiguo método tenía una duración de tres meses, ahora con cracking la obra tendrá una ejecución de un mes y medio, donde no se cerrarán calles y se reducirá considerablemente el impacto de los trabajos a la comunidad.

En el caso del CIPP, es un mecanismo utilizado para la rehabilitación, sin zanja, en las redes de alcantarillado, específicamente aquellos tuberías antiguas o con defectos de instalación o diseño. A través de la cual se realiza la instalación y revestimiento en felpa y resina entregando una vida útil de 50 años a la tubería existente y ampliando su capacidad hasta en un 20%.

Otras alternativas

A contar del 2020, en modalidad piloto, la empresa comenzó con el uso de line stop para evitar discontinuidades de suministro de agua potable producto de trabajos de conexión. Por ejemplo un corte que corresponde a la reposición de 1.500 mts de tubería que afectaría a 11.000 clientes, gracias a este sistema no considera ningún corte de suministro.

En el caso del Hot Tapping, este se está utilizando desde el 2016 en infraestructura mayor (materialidad de acero) y a partir del 2021, se utilizará, en la medida que las condiciones del proyecto lo permitan y en distintas materialidades.

Todo este plan de trabajo tiene como único objetivo mitigar los impactos generados por los trabajos en la vía pública y con estas tecnologías será posible reducir roturas de pavimentos, ruidos molestos, obstrucciones vehiculares, discontinuidad de suministro además de los impactos comunitarios.

Entre 2015 y 2020 la compañía ha invertido más de 220 mil millones de pesos. Solo durante el año 2020 se concretaron inversiones históricas por más de $70 mil millones, con más de cien proyectos ejecutados para reforzar la infraestructura de cara a los desafíos que impone el aumento sostenido de la demanda en los próximos años.