tan sólo 25 minutos de Antofagasta, en el corazón del desierto de Atacama, la Comunidad GEN celebró como es tradición desde hace 11 años una nueva fiesta de la vendimia, la cual logró convocar a más de un centenar de personas quienes además de degustar los diversos tipos de cepas que producen los voluntarios y agricultores de la comunidad, tuvieron la oportunidad de cantar y bailar al ritmo de la música de destacadas bandas típicas de la zona.

Durante la celebración que contó con la participación del seremi de Agricultura, Jaime Pinto, los invitados pudieron recorrer los diversos cultivos que se producen en el pequeño oasis,  conocer la granja educativa que cautivó la atención de los más pequeños, y los agricultores y agricultoras pudieron promocionar y comercializar sus productos, cuyo valor agregado son su limpieza e inocuidad.

 En la instancia, la titular de Agricultura ratificó el compromiso de la Seremía de apoyar todas las iniciativa que busquen potenciar la agricultura en la región, sobre todo aquellos proyectos que desde la motivación de la misma ciudadanía logran demostrar a la región y el resto del país que es posible generar agricultura en el desierto más árido del mundo.

 “Desde hace unos años a través del Programa de Desarrollo Local de Indap, servicio dependiente del Ministerio de Agricultura, hemos prestado asesoría técnica y entregado algunos fondos de inversión para mejorar la productividad de los cultivos que genera la comunidad, por lo que nos sentimos orgullosos de haber apostado por esta iniciativa que hoy es todo un éxito y que se ratifica con celebraciones como estas”, explicó el seremi.

 El administrador de la Comunidad Gen, Carlos Contreras, explicó que este proyecto experimental que comenzó a gestarse desde hace 31 años gracias al entusiasmo de todos los voluntarios que han sido parte de este visionario desafío, surgió con la idea de mejorar la calidad de vida de las personas. “Nosotros queremos apuntar a que el desierto se empiece a ocupar de otras maneras. Está muy bien que esta sea una zona minera pero la calidad de vida mejora en la medida que hayan otras actividades productivas que enriquezcan la vida de todos.  Esta vendimia es valiosa porque es una idea experimental agrícola, una mirada al futuro sobre el uso de este desértico entorno geográfico y una actividad que genera arraigo e identidad en la comunidad”, finalizó el administrador.