La niña tenía 11 años al momento de ocurridos los hechos y posteriormente sufrió un aborto.

A diez años y un día  de presidio mayor en su grado medio, fue condenado Lorenzo Antonio Rivera Contreras, como autor del delito reiterado de violación en perjuicio de la nieta de su conviviente de 11 años de edad, al momento de cometidos los ilícitos. La acusación por este delito la presentó el fiscal de Tocopilla Bernardo Orellana.

 Los hechos por los que acusó, ocurrieron durante el año 2011 y hasta el 2012 en distintos dias y horarios en la comuna de María Elena, donde el acusado accedía carnalmente a la menor a la que a su vez obligó a guardar silencio sobre estos hechos.

Durante el juicio el imputado entrego versión de los hechos y reconoció la penetración, la que habría ocurrido solo en una ocasión y circunstancialmente ya que fue la menor la que se fue a acostar a su cama cuando el dormía. Y que en algún momento se enteró que la niña había sufrido un embarazo y posterior aborto, pero que no imaginaba que dicha situación fuera producto de lo ocurrido esa noche.

La menor, visiblemente afectada narró en el juicio los hechos traumáticos de los que fue víctima. Dijo que primero fueron tocaciones en distintas partes de su cuerpo y luego ya consumó la ponetración, lo que ocurrió en varias oportunidades.

Dijo que a veces en María Elena, debía ir a dormir con su abuela ya que su mama trabajaba y no tenía con quien quedarse. Explicó que se sentía acosada por su abuelo, que la buscaba cuando estaban solos, que ella no quería, pero el no la dejaba tranquila, le decía que esto que hacían debía ser un secreto entre ambos, que no debía decirle a nadie. Declaró que no se animaba a contar a nadie lo que estaba pasando ya que tenía temor que la creyeran una mentirosa.

Dijo que lloraba mucho y se sentía enferma y en una consulta con el psicólogo le contó todo, y que él hizo la denuncia. Luego dije que una tia suya le hizo un test de embarazo y salio positico.

Llorando de forma desconsolada contó que todo esto había sido traumático para ella, que no había perdido el año pero había bajado sus notas.

Dijo que en casa de una tia le introdujeron unas pastillas abortivas. La niña, declaró que en una primera etapa no sintió apoyo directo de la familia.

El Tribunal luego de escuchar numerosos testimonios de peritos y testigos de oidas de los hechos dio por acreditado el delito y la participación que en el mismo cupo al acusado, cobrando relevancia el testimonio de la niña, del cual no se desprende ninguna ganancia secundaria..

La defensa solicitó aplicar a favor del defendido la atenuante de colaboración sustancial al esclarecimiento de los hechos la cual fue destimada, ya que su versión de ellos difiere mucho de lo que se pudo acreditar durante el juicio.

El condenado una vez que cumpla su condena deberá sujetarse a la vigilancia de la autoridad por el término de los diez años siguientes.