SALUDVisto 9120 veces — 06 julio 2022

La quinta versión del estudio mostró una disminución en el nivel global de malestar psicológico de la población con respecto al inicio de la pandemia, aunque persisten problemas como la soledad, la ansiedad y el temor a ser víctima de algún delito.

Entre sus múltiples conclusiones, el nuevo reporte detalló que un 21,1% de los encuestados exhibió probable presencia o sospecha de problemas de salud mental, el número más bajo desde que el estudio se creó, en julio de 2020.

El levantamiento de restricciones asociadas a la pandemia coincidió con una disminución en la proporción de sospecha de problemas de salud mental de los chilenos, no obstante, los niveles siguen sin ser óptimos y se mantienen altos los niveles de preocupación ligada a las incertidumbres económicas y políticas y a la delincuencia.

En este marco, la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) y el Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica publicaron la quinta edición del “Termómetro de la Salud Mental en Chile ACHS-UC”, que indicó –entre sus múltiples conclusiones– que un 21,1% de los encuestados exhibió probable presencia o sospecha de problemas de salud mental, el número más bajo desde que el estudio se creó, en julio de 2020.

En una conferencia de prensa efectuada en el Hospital del Trabajador de la ACHS, David Bravo, director del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales; Paulina Calfucoy, gerente de Asuntos Corporativos de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS); Antonia Errázuriz, académica del Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina UC, y Daniela Campos, jefa de Riesgos Psicosociales de la ACHS, dieron a conocer los resultados de la investigación, que se hizo mediante entrevistas telefónicas a una muestra representativa de aproximadamente 3.600 personas -mayores de 18 años- durante el mes de mayo de 2022.

Paulina Calfucoy, afirmó que “el tema de salud mental es un desafío país creciente y los problemas asociados pueden impactar sustancialmente tanto en la calidad de vida como en la productividad de los chilenos. En esta quinta versión podemos ver que casi todos los parámetros mejoran y empiezan a acercarse al estado previo a la pandemia, pero siguen siendo cifras preocupantes y varios factores muestran que los problemas de salud mental son independientes de la pandemia”.

Para la académica UC Antonia Errázuriz indicó que “este estudio ha permitido medir y monitorear los niveles de malestar psicológico en nuestra población durante la pandemia. Hoy sabemos que 1 de cada 5 chilenos presenta sospecha o problemas de salud mental. En los momentos de amplio confinamiento a lo largo del país, esta proporción llegó a ser 1 de cada 3. Lo anterior representa una mejora en los niveles de bienestar mental con respecto a los momentos de mayores contagios”.

En la misma línea, para el académico UC David Bravo “los mejoramientos en los indicadores que estamos apreciando han estado asociados al éxito del proceso de vacunación masiva de la población que ha permitido el control de la crisis sanitaria, con la consiguiente recuperación económica y de los empleos, especialmente a partir del segundo semestre de 2021. Debe recordarse que nuestro estudio ha mostrado persistentemente cómo las caídas en el ingreso del hogar o el alto endeudamiento se relacionan con mayores problemas de salud mental”.

Al momento de analizar los temas que más estresan a las personas, hubo cambios respecto de 2021. La caída más grande la registró el “miedo a contagiarse de covid-19”, llegando a un 25% (en comparación al 61,7% de abril de 2021 y 43,5% en agosto), siendo el factor menos estresante de los consultados. Subieron respecto de agosto de 2021, en cambio, la preocupación por la situación económica (54,4% vs 49,6%) y el temor a ser víctima de la delincuencia (70% vs 63,8%). Esta nueva versión del estudio preguntó por un nuevo factor de estrés: los cambios socio-político del país; el resultado fue contundente: el 59,5% lo situó como un factor de alto estrés, siendo el segundo de mayor preponderancia en esta medición.

Otro dato llamativo fue el aumento en el porcentaje de personas que ha consultado con algún profesional de la salud desde el inicio de la pandemia, a raíz de problemas emocionales o de salud mental. Si en agosto de 2021 un 16,7% respondió que lo había hecho al menos una vez, en mayo de este año la cifra subió más del doble, a un 34,1%. La mayoría de la gente que consultó indicó estar afiliada a una isapre (43,1%) mientras que cerca de un tercio a Fonasa (31,1%).

Disminuye el malestar psicológico y la depresión pero aumenta la ansiedad

De acuerdo con la información entregada por los encuestados, los problemas de salud mental y la depresión disminuyeron en 2,5 puntos porcentuales respecto de agosto de 2021. Asimismo, la proporción de personas que dijo sentirse “peor” o “mucho peor” que antes de la pandemia, cayó en 8 puntos en comparación con la última medición. Sin embargo, hubo factores que no sólo no mostraron mejorías, sino que empeoraron.

En ese sentido, Daniela Campos, jefa de Riesgos Psicosociales de la ACHS, explicó que a pesar de que el levantamiento de restricciones asociadas a la pandemia han coincidido con mejoras en los problemas de salud mental en general, “la diferencia con agosto del año pasado no es muy grande. Por lo tanto, sigue quedando en evidencia que estos son problemas que tenemos que trabajar como país, pensando más allá de la pandemia”, dijo

Por ejemplo, el nivel de soledad se mantuvo en 21% y ha sido uno de los temas que no ha presentado cambios sustanciales durante todas las ediciones del estudio. La cifra fue impulsada por las mujeres, que incluso tuvieron una subida respecto de la última medición (26% en mayo de 2022 vs 22,9% en agosto de 2021). Esta brecha entre ambos géneros se dio en todos los elementos estudiados y también ha sido una constante en esta encuesta.

El único problema que aumentó desde la última medición fueron los niveles de ansiedad (que se incrementaron en 2,5 puntos porcentuales, de un 25% a un 27,5%). Las mujeres también cargaron con la subida, al tener un incremento de 6 puntos en relación con el año pasado. Además, la ansiedad fue el componente más problemático para personas con enfermedades crónicas, deuda o con precariedad laboral.

Según Campos, estas cifras se podrían explicar debido “a los momentos de incertidumbre al que nos hemos visto enfrentados, que aumentan la sensación de vulnerabilidad; las rutinas alteradas, la inseguridad laboral, sobrecarga de trabajo, adaptarse a nuevas formas de vivir y trabajar. A lo que debemos sumar los cambios actuales en el país, las crisis sociales y lo que sucede a nivel mundial”.

Al analizar la prevalencia de problemas de salud mental a lo largo del país se identifican leves cambios en relación con la versión anterior del estudio. La zona Norte fue la menor con un 17% mientras que las zonas Centro, Sur y Metropolitana tienen niveles similares, entre 21 y 22%. La Región Metropolitana es la que tuvo la mayor caída respecto de mayo de 2021 (una baja de 5 puntos porcentuales).

Salud y trabajo

De la quinta ronda del Termómetro de Salud Mental se desprende que contar con trabajo es un elemento protector, ya que quienes están desempleados o bien se encuentran inactivos (voluntariamente fuera de la fuerza de trabajo) presentan peores indicadores de salud mental que quienes tienen un empleo. Por ejemplo, entre las personas ocupadas la prevalencia de trastornos de ánimo (22%), síntomas de depresión (15%), ansiedad (25%) e insomnio (11%) es inferior a la que se observa entre las inactivas con prevalencias de 29%; 21%; 33%; y 18%, respectivamente).

Otro elemento que reveló esta nueva medición fue que quienes dicen tener problemas físicos de base y una mala autopercepción de salud en general, padecen de más trastornos del ánimo. “Estos antecedentes dan cuenta de la vital importancia que tiene el cuidado integral de la salud, tanto física como mental. “Creemos que existe una gran oportunidad para que los empleadores puedan apoyar a las y los trabajadores, actuando en conjunto con su Mutualidad para prevenir y reducir la exposición a riesgos psicosociales”, concluyó Paulina Calfucoy.

Datos sobre el estudio

El “Termómetro de la Salud Mental en Chile ACHS-UC” es un estudio longitudinal, con una muestra aleatoria de 3.600 individuos, representativa de la población nacional urbana mayores de 18 años, seleccionada a partir de una muestra representativa de hogares; se llevó adelante a través de entrevistas telefónicas.

Sus principales indicadores en el ámbito de la salud mental están construidos a partir de metodologías internacionalmente validadas (sintomatología GHQ-12; depresión PHQ-9; exposición a riesgos CoPsoQ; engagement UWES-3; consumo de alcohol AUDIT-C; insomnio ISI; soledad-escala UCLA-; y actividad física-escala UCL).

El carácter público de los resultados del estudio sumado a los nuevos levantamientos de información que se realizarán en octubre de 2022, permitirá evaluar los efectos de la pandemia y otros factores en la salud mental de los chilenos, además de ser un aporte para el diseño de políticas públicas en esta materia en el futuro.

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