La norma establece responsabilidades de todos los actores de la sociedad frente al respeto y cuidado de las mascotas y animales de compañía.

Con un amplio respaldo de 100 votos a favor, 1 en contra y 2 abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó el último paso de la tramitación de la ley que regula la tenencia responsable de mascotas y animales de compañía (boletín Nº 6.499), también conocida como “Ley Cholito”. En los objetivos del texto legal se establecen –entre otros aspectos- la esterilización de los animales, así como también fuertes sanciones a quienes no cuiden de forma apropiada a sus mascotas.

Al respecto, la jefa de bancada del Partido Radical (PR), Marcela Hernando, destacó la aprobación de la iniciativa que quedó lista para su promulgación: “Ahora cada autoridad tendrá claro su rol en las políticas de control de mascotas. Estamos muy contentos de lo que se ha alcanzado hoy, ya que han sido muchos años de lucha que, si bien es una necesidad sanitaria y también de un cambio cultural, tenemos que estar conscientes y resaltar que para nuestro país lo más importante de esta ley es que se establecen responsabilidades claras de cada uno de los actores involucrados en este problema que es de todos y todas”.

A su vez, la representante por Antofagasta criticó la falta de coordinación y cooperación de las autoridades ante una realidad que afecta al territorio nacional. “Esta situación ha sido un constante pimponeo entre autoridades: las municipales, las de salud, etc., y hoy queda claramente establecido a través de esta Ley quiénes y de qué son cada uno de ellos responsables”, sentenció la congresista.

Objetivos de la Ley

Por tenencia responsable de mascotas o animales se entiende el conjunto de obligaciones que contrae una persona cuando decide aceptar y mantener una mascota o animal de compañía, y consiste, entre otras, en registrarlo ante la autoridad competente cuando corresponda, proporcionarle alimento, albergue y buen trato, además de brindarle los cuidados veterinarios indispensables para su bienestar y no someterlo a sufrimientos a lo largo de su vida, respetando las normas de salud y seguridad pública que sean aplicables.

Cuando la ley entre en vigencia, regulará las obligaciones y derechos que corresponde a quienes sean responsables de animales de compañía, tanto respecto de las mascotas, como en lo relativo a la responsabilidad que les cabe por los daños a las personas y a la propiedad que sean consecuencia de la acción de los animales.

A su vez, la iniciativa busca -entre otros- frenar los casos de maltrato animal que han estremecido al país y que se suman a otros tipos de crueldad como el abandono en las calles, la cruza sin control en criaderos y la irresponsabilidad de los dueños.

Aspectos claves de la “Ley Cholito”

La nueva norma entrega a los Ministerios del Interior, de Salud y de Educación, con la colaboración de las municipalidades, la promoción de la tenencia responsable de mascotas o animales de compañía, a fin de asegurar su bienestar, la salud de las personas y la protección del medio ambiente.

“En este sentido, cada municipio deberá dictar una ordenanza sobre la tenencia responsable de mascotas y aquellos que ya la tengan, deberán adaptarla a esta nueva ley y al reglamento que sobre la materia se dicte, prohibiéndose el sacrificio de animales como método de control de su población. A su vez, todo responsable de una mascota estará obligado, entre otros deberes, a la adecuada identificación de la misma y de su dueño, y a su inscripción en el registro respectivo”, indicó la diputada Hernando.

Registro

Por su parte, la ley impone al Ministerio del Interior el deber de proporcionar una plataforma informática de registro e identificación de mascotas y animales de compañía, a la que accederán las municipalidades.

Esta norma sanciona el abandono de animales, el que será considerado como maltrato y crueldad a esta especie, facultando a las municipalidades para rescatar a todo animal que no tenga identificación encontrado en sitios de uso público. Esto, con el objeto de entregarlo a alguna de las organizaciones de protección animal registradas legalmente, para que éstas procedan a sanitizarlos, esterilizarlos y reubicarlos al cuidado de alguna persona que asuma su tenencia responsable.