POLÍTICAVisto 1560 veces — 13 marzo 2015

La parlamentaria por Antofagasta indicó que la crisis general que está viviendo la política ofrece una oportunidad para cambiar todo lo existe, proponiendo por su parte avanzar hacia un sistema semipresidencial y endurecer las penas ante la posibilidad de que parlamentarios permanezcan en su escaños habiendo financiado sus campañas con métodos cuestionables.

Una oportunidad no sólo para cambiar la forma en que se financian las campañas electorales, sino también para definir un cambio en el régimen democrático de Chile advirtió la diputada Marcela Hernando (PRSD), quien en una entrevista en el canal de la Cámara de Diputados manifestó sus impresiones y propuestas tras la conmoción pública que han provocado los Casos Penta y Caval. Según la parlamentaria, falta mayor capacidad de fiscalización por parte del Servel, al que calificó como “un mero tramitador de papeles, una especie de buzón”.

Régimen semipresidencial

Hernando llamó a reflexionar sobre el modelo de democracia que ostenta Chile, “a propósito de este régimen presidencialista, en donde si se nos cae o se pone en riesgo la figura del Presidente es como que todo temblara, y eso no ocurre en algunos otros regímenes. Por ejemplo el semipresidencialista; existen salidas para crisis de esta naturaleza, entonces yo creo que también es importante que nos pongamos en cuestión el modelo”, enfatizó la congresista, detallando que con el sistema actual el Congreso vive pendiente de la urgencia de los proyectos del ejecutivo, sin poder atender a las iniciativas de los propios parlamentarios.

La representante del Cuarto Distrito detalló que la profunda crisis política que vive el país permite plantear transformaciones “que sean realmente revolucionarias, por decirlo de otra manera y que no habrían sido posible en otras condiciones”. No obstante, puntualizó que si la ciudadanía no percibe una “buena conducción” hacia cambios en la Constitución “podría estar en riesgo la democracia”.

Pérdida del Escaño

En relación a la discusión de la posibilidad de la pérdida del escaño cuando se compruebe que una persona que ganó una elección popular trasgrediendo la ley, la congresista señaló que hay un acuerdo general en la materia. “Ese es un tema que será bastante transversal, en términos de comprobada una cierta situación, sea una pena o un castigo bastante alto. Sin embargo, hay trasgresiones a la norma que reciben un castigo insignificante, cuando a la luz de la ciudadanía son graves. Es necesario revisar hoy cómo se penalizan aquellos delitos”.

Caso Penta

En este sentido Hernando explicó que el tráfico de influencia es una situación que no está tipificada legalmente, “la verdad es que la Ley de Probidad está asociada a algunas cosas que son bastante puntuales, por ejemplo, cuando tú encuentras cohecho u otras cosas que uno podría decir que esto es un delito propiamente tal; está definido y tiene una pena cierta. Sin embargo, en el caso de tráfico de influencias no. Una de las cosas que a mí me molesta es que se habla de los delitos de cuello y corbata como si de esa manera se les baja un poco el perfil, como si no fueran delitos, y son delitos de la misma manera. Igual son robos y a veces son más graves”.

Propaganda callejera

La parlamentaria radical recordó que lo que se está conversando en las esferas políticas es la posibilidad de que para financiar las campañas electorales puedan entregar aportes reservados solamente personas naturales, con un máximo de 20 millones de pesos. “Entonces podrías juntar hasta 5 personas que te donen 20 millones y tener los 100, pero yo creo que hay que limitar el gasto, y también prohibir algunos tipos de propaganda. Yo he vivido tres campañas políticas en mi vida. Esta era la primera para la parlamentaria y la verdad es que son tremendamente agresivas, y tu observas cómo hay una serie de prácticas que son tremendamente violentas, entonces yo partiría por prohibir toda propaganda en la calle”, propuso la diputada.

Respecto a otras modificaciones relacionadas, Hernando recordó la necesidad de reponer la educación cívica en los colegios, y por otro lado darle más atribuciones al órgano electoral. “El Servel es un mero tramitador de papeles, es una especie de buzón. Yo puedo declarar lo que quiera cuando declaro mi candidatura, por ejemplo puedo declarar residencia, etcétera, nadie va a ir a fiscalizar si llevo o no dos años viviendo en la zona por la que estoy postulando”, lamentó Hernando.

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