160 profesores de la comuna se acogieron a retiro dejando un gran legado en generaciones de antofagastinos

Con la emoción de haber culminado una etapa y la tranquilidad del deber cumplido, 160 profesores de la comuna recibieron de manos de la Alcaldesa Karen Rojo, un merecido reconocimiento por sus años de servicio en la educación municipalizada de la comuna.

Es así como en su discurso la máxima autoridad comunal agradeció a los profesores la dedicación, esmero y amor que durante décadas entregaron a sus alumnos, “hoy estamos despidiendo con todos los honores y como corresponde a 160 profesores que prácticamente entregaron su alma y su vida a la educación pública, estamos muy contentos del compromiso que tienen nuestros profesores quienes mucho de ellos tienen cuarenta o cuarenta y cinco años trabajando en la educación y están tan comprometido que incluso ahora insisten en seguir trabajando entregando todo el conocimiento que ellos tienen, pero todavía le queda una etapa muy bonita que es dedicarse a su familia, a su vida, a desarrollarse de otra forma y seguir conectados con el mundo de la educación en las áreas donde ellos deseen desarrollarse”.

Orlando Meneses, Profesor representantes de los 160 profesores dio las palabras de despedida en la ceremonia manifestando que “una vez profesor; siempre profesor, y uno quisiera quedarse toda una vida en el aula, sin embargo también tenemos que entender que debemos de emigrar porque debemos dar paso a las nuevas generaciones, por lo tanto es una suerte de sentimientos encontrados”.

El maestro dijo que uno tiene que estar agradecido de lo que fue capaz de hacer, “agradecer a nuestros alumnos por habernos permitido ser parte de su historia personal y por lo tanto cada profesor, cada docente nuevo debe llenarse de toda las historias personales de sus niños para transformarse en la personaje que lo va ayudar y lo va encausar, nosotros recibimos un capullo que se va a transformar en flor y termina siendo un fruto que va a recibir la humanidad”.

Rosa Farías, profesora agregó que “voy extrañar del aula enseñar, me gusta estar en el aula, me gusta estar con los niños aunque parezca cliché, pero me gusta mucho, nunca pasé muchas rabias y me llevo muy buenos recuerdos gratos”.

Tras la ceremonia que se efectuó en el Teatro Municipal, los 160 profesores compartieron un almuerzo en el Hotel Antofagasta, a fin celebrar el cierre de una atapa y el comienzo de una nueva vida que siempre estará marcada por el amor a educar.