CRÓNICAVisto 1200 veces — 14 mayo 2019

Conforman alianza público – privada para desarrollar un proyecto que permitirá la extracción del recurso hídrico desde el Embalse Conchi en casos de eventos extremos por lluvias.

Un significativo avance presenta una mesa público – privada integrada por el Ministerio de Obras Públicas a través de la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH), la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) y Aguas Antofagasta, tendiente a aumentar la seguridad del suministro de agua potable a la ciudad de Calama, en primera instancia, y luego a la toda región en caso de contingencias derivadas del cambio climático.

En este marco, el seremi de Obras Públicas, Edgar Blanco, acompañado por la jefa Nacional de la Unidad de Riego de la DOH, Ivonne Marchant y los equipos técnicos de la Superintendencia de Servicios Sanitarios, la Dirección General de Obras Hidráulicas, Dirección General de Aguas y Aguas Antofagasta, desarrollaron una visita a terreno al Embalse Conchi con el objetivo de definir las obras de seguridad necesarias para garantizar el suministro de agua potable en situaciones de emergencia.

El proyecto contempla que ante sucesos como las lluvias que se presentaron en este invierno altiplánico y a través de un convenio entre la DOH y la sanitaria, se extraiga agua del Embalse Conchi para asegurar el abastecimiento. El seremi Edgar Blanco, explicó que “Este es un compromiso de nuestro Gobierno y que fue anunciado por el ministro Juan Andrés Fontaine. Hoy gracias a las gestiones que hemos realizado con el Intendente Marco Antonio Diaz estamos avanzando para llegar a una solución definitiva. Con este acuerdo lo que buscamos es que, en situaciones particulares y que quedarán claramente establecidas, se puedan extraer 600 litros por segundo del embalse, cantidad suficiente para asegurar el abastecimiento para la comuna. En una segunda etapa esperamos realizar obras que nos permitan llegar a los mil litros, lo cual significaría asegurar a toda la región”.

El proyecto hidráulico se encuentra avanzado y en evaluación, continuando con el proyecto eléctrico y posteriormente, el traslado de las instalaciones hacia zonas seguras para aguantar los periodos de emergencia, principalmente los que derivan a problemas de conectividad hacia el Embalse.

ETAPAS

En forma preliminar, el proyecto será dividido en 2 etapas cuya primera etapa debería culminar en diciembre de 2019, y la segunda etapa se encuentra en revisión de un cronograma de trabajo.

Con este acuerdo se podrá asegurar la continuidad del servicio de agua potable a la población de Calama, en caso de repetirse fenómenos similares, en el próximo periodo del invierno Boliviano.

Ivonne Marchant, jefa nacional de la División de Riego de la Dirección de Obras Hidráulicas, expresó que “el compromiso es de acá a diciembre contar con la cantidad de metros cúbicos de agua para el consumo humano. Se evaluaron alternativas de modificar zonas en que ya existen equipamientos y trasladarlas a áreas más seguras. También el efectuar una Carta Gantt para obtener los objetivos, y si bien estamos con los tiempos acotados, pensamos que dentro de esta cronología los alcanzaremos”.

FENOMENO CLIMÁTICO

La zona norte del país, año a año se ve azotada por las precipitaciones estivales denominadas “invierno altiplánico” las cuales se han ido intensificando producto de los efectos del cambio climático. En febrero último se constataron altos niveles de turbiedad en las fuentes de producción de agua potable, lo cual obligó a interrumpir el suministro generando una situación crítica a la comuna de Calama, y puso en riesgo a las otras comunas que integran el sistema.

El jefe regional de la SISS en Antofagasta, Patricio Valencia explicó que tras el fenómeno climático ocurrido en febrero último el organismo ha tomado medidas de mediano y largo plazo para reforzar el sistema y permita estar mejor preparados para enfrentar el cambio climático. “En este contexto estamos participando en este mesa público privada de manera de encontrar soluciones con una mirada prospectiva y enfocada al ciudadano. El fenómeno climático que se registró en el Norte Grande ha sido el más intenso de las últimas dos décadas, y es imprescindible anticiparnos a lo que pueda presentarse en el futuro”, enfatizó.

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