EDUCACIÓNVisto 1605 veces — 27 diciembre 2015

Jóvenes nortinos ponen sus conocimientos, ingenio y creatividad al servicio de personas con movilidad restringida.

“Tengo un primo que está cuadripléjico y es mi tía quien lo tiene que trasladar de un lado a otro”, cuenta el estudiante de Ingeniería Civil en Computación e Informática de la Universidad Católica del Norte (UCN), Juan Pizarro, quien, junto a su compañero Jean Cortés, tomaron la decisión de desarrollar una silla de ruedas muy especial: una que puede ser controlada con la mente.

Conocedores de los problemas que afectan a quienes por motivos de salud tienen su movilidad restringida, los jóvenes asumieron el desafío de mejorar la calidad de vida de estas personas con compromiso motor, mediante una tecnología hecha en Chile.

El reto parecía imposible, pero luego de meses de investigación y trabajo lograron terminar un prototipo a escala, el cual está en fase de pruebas. Lo novedoso es que el sistema es guiado en su totalidad con la mente, lo que facilita el control del usuario. “El sistema transforma ondas cerebrales en señales de control que actúan sobre una silla de ruedas, proporcionando funcionalidades básicas tales como avanzar, retroceder y detenerse”, explica Juan Pizarro, quien cursa el quinto año de su carrera.

El proyecto ha requerido tanto la elaboración de un software de adquisición y control de señales digitales, como la construcción de una silla de ruedas a escala. El control de movimiento mediante motores de corriente continua y la implementación circuitos electrónicos que garanticen seguridad en el desplazamiento del vehículo, han sido temas claves en el diseño de ingeniería propuesto.

“El principal aspecto a mejorar en nuestro sistema tiene que ver con una mejor adquisición de las señales cerebrales, y esperamos lograrlo mediante la incorporación de un nuevo sensor encefalográfico capaz de obtener señales de mayor calidad al trabajar con mayor número de electrodos. Con esto, podremos mejorar la estabilidad y ampliar las funcionalidades implementadas actualmente”, puntualizó el joven investigador.

USUARIOS

Guiar una silla de ruedas mediante el uso de la mente requiere un proceso de adaptación, donde el usuario debe aprender a conocer el manejo de la unidad. “La concentración es vital. Las personas necesitan un periodo de entrenamiento para lograr un nivel óptimo de atención”, explica Jean Cortés.

Sobre el particular, dice que cada silla tiene aspectos únicos, dependiendo de las características del usuario. “Las personas se adaptarán al sistema y el sistema se adaptará a las personas”, comentó el futuro profesional.

El proyecto es financiado con aportes de la Universidad Católica del Norte y de los propios estudiantes, quienes esperan seguir avanzando en su desarrollo durante 2016.

Para materializar esta iniciativa, los alumnos han tenido que aplicar distintos tipos de conocimientos. Disciplinas como programación, desarrollo de software, sistemas digitales y construcción de circuitos electrónicos, entre otras, son incorporadas en el diseño, según lo resaltó el académico guía del proyecto, Manuel Olivares, del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Computación de la UCN.

El docente puso énfasis en el interés de los estudiantes por avanzar en temas complejos y correr riesgos en áreas que implican desarrollar tecnologías. “Los estudiantes de Ingeniería Civil en Computación e Informática disponen de una sólida formación teórica que, junto al desarrollo de capacidades técnicas tales como las planteadas por proyectos como este, dan muestra que en la Región de Antofagasta hay un gran potencial de desarrollo tecnológico”, indicó.

DISEÑO LOCAL

Si bien naciones industrializadas de Europa, Asia y América del Norte, ya cuentan con avances considerables en materia de control a través de la mente, la silla de ruedas de los alumnos de la UCN tiene la particularidad de incorporar un concepto y diseño basados en la realidad chilena.

“La idea es desarrollar tecnología mucho más barata y accesible”, comenta la jefa de carrera de Ingeniería Civil en Computación e Informática, Vianca Vega, al describir el aspecto diferenciador del proyecto.

Sobre este punto, los jóvenes nortinos explicaron que uno de los objetivos es que la asesoría y el servicio técnico para el usuario estén en el país, en ciudades como Antofagasta, ante cualquier eventualidad.

“No queremos que una persona discapacitada tenga que esperar entre dos o tres meses para recibir un repuesto desde Estados Unidos o cualquier otro lugar”, recalcaron.

Compartir

About Author

iphonerodrigo