SALUDVisto 1972 veces — 20 febrero 2017

Cereales, pasas, cerveza, cacao, frutos secos, vino y café, también pueden ser contaminados por Ocratoxina A

A raíz de los hallazgos de Ocratoxina A en el merkén elaborado por Marco Polo y Gourmet el Dr. Rodolfo Neira, médico internista especializado en medicina intensiva de la Universidad de Chile exige mayores sanciones a las empresas que están en tela de juicio y expresa su preocupación al ver que durante la última década se ha generado un importante incremento en el consumo de este condimento y frutos secos, alimentos en los que también podríamos encontrar la toxina.

Diversos estudios desarrollados por la IARC, International Agency of Research on Cancer, han catálogado a la Ocratoxina A como un agente que podría generar cáncer o enfermedades de carácter renal en animales, sin contar aún con evidencia en seres humanos. Sin embargo, y en vista de que el merkén forma parte de las especias típicas de nuestra cocina criolla es importante contar con más y mejores medidas de fiscalización.

“Es importante explicar que esta toxina no es un agente que se introdujo por error en los productos que se retiraron del comercio, si no que se trata de un hongo que se desarrolla por un incumplimiento de las normas sanitarias, ambientales y de higiene de Marco Polo y recientemente Gourmet”, destaca el especialista.

Sumado a lo anterior, cabe mencionar que alimentos como cereales, pasas, cerveza, cacao, frutos secos, vino y café, también pueden ser contaminados por Ocratoxina A, por lo que el especialista hace un llamado a que, “los consumidores eviten el consumo de los productos contaminados hasta que no sean fiscalizados los lugares en que se elaboran. El problema va más allá de una partida que fue afectada por la toxina, y por ello me parece insuficiente que solamente de retiren del comercio y no se informe sobre el tipo de sanción que recibirán”.

Intoxicación Alimentaria

Según investigaciones de instituciones de seguridad agroalimentarias (Fundación Elika por ejemplo), el consumo de pequeñas cantidades de esta toxina en periodos prolongados puede producir toxicidad crónica en las personas. Estudios realizados en la zona de los Balcanes, Francia, Túnez y Egipto) vinculan a la ingesta de Ocratoxina A en la dieta con tumores malignos del tracto urinario superior, que suelen ser muy agresivos. El grupo de población que se ha descrito como más vulnerable son los bebés y niños por su mayor consumo de cereales. Por otra parte, los fetos están mayormente expuestos por los efectos teratogénicos (malformaciones congénitas) de la toxina.

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