“Edificación Siglo 21, Ingeniería de valor BIM, Arquitectura y Especialidades”, fue el nombre de la charla dictada esta semana por el doctor arquitecto Lluís Moya Ferrer, profesional que integra el equipo ejecutivo de la empresa española BAC Engineering Consultancy Group.

Con más de cuarenta años de vida la empresa BAC suma experiencia internacional en proyectos de ingeniería de edificación, ingeniería civil, control de calidad, investigación, desarrollo e innovación, I+D+i, y energía y medioambiente. Trabajo materializado en obras construidas en distintas ciudades del mundo como Barcelona, Madrid, Argel, Bogotá, Doha, Erevan, Lima, San José, Sao Paulo y algunas ciudades de Chile.

La metodología Building Information Modeling (BIM), permite dar un salto significativo mediante la implementación de tecnologías y metodologías de información aplicadas en los proyectos desde la etapa de diseño hasta la misma operación, contribuyendo en gran medida a aumentar la productividad del sector. Esta visión es compartida por el experto asegurando que el BIM cambiará radicalmente la forma tradicional de desarrollo de proyectos en arquitectura y construcción.

“El diseño en general y la ingeniería en particular en BIM cambian el concepto de dibujo por el de ensamble de piezas. Esta operación se realiza de forma virtual en el ordenador y las piezas, lejos de ser un objeto abstracto, es un ente definido por un conjunto de atributos de tipo geométrico, mecánico, de calidad, económico, etc., en aras de poder documentarlo no solamente para la resolución del proyecto en sí, sino de poderlo perpetuar durante toda su vida útil, esto es desde el mismo instante de la concepción en el diseño hasta su eliminación, destrucción y/o reciclaje”.

Pros y contras del BIM

Respecto a las ventajas el profesional indicó que pueden ser múltiples, destacándose el “control que se tiene de todas las fases de evolución del diseño, el control de las interferencias entre los distintos elementos que lo conforman o la veracidad de la determinación de cantidades y, en definitiva, los presupuestos. Los elementos que conforman el diseño no quedan sujetos a la interpretación sino que quedan definidos intrínsecamente; en la concepción clásica una serie de líneas y símbolos conformaban un pilar, un muro o una conducción mecánica, en el entorno BIM cada elemento se define de forma unívoca, por lo que su interpretación ya no da lugar, es un elemento concreto sin género de duda”.

En relación a los inconvenientes, estos quedan relegados a elementos a corto plazo. Capitalizados por las “incompatibilidades entre formas de trabajo contemporáneas de BIM y las arcaicas o tradicionales que, por desgracia, se exigen simultáneamente”.

BIM en inversión pública

Consultado por la apertura de los organismos estatales al uso del BIM en proyectos de construcción, Moya Ferrer reconoció que “ha sido muy baja. He detectado una grave contradicción: la exigencia objetiva por parte de las administraciones a utilizar la metodología BIM, contrasta con la poca utilidad que éstas llegan a destilar de ello. En muchos casos todavía la utilización de BIM solamente representa un elemento cualitativo para valorar una determinada oferta técnica, en detrimento del partido que se pueda sacar de su aplicación íntegra”.

Por su parte el presidente del Comité Inmobiliario y consejero regional –nacional, Andrew Trench, agregó que la implementación de BIM no solo se traducirá en mayor calidad de las obras y de las empresas que las ejecutan, sino también dado a las ventajas que ofrecer en cuanto a detección oportuna y anticipada de interferencias que puedan afectar el desarrollo de un proyecto, ofrece la oportunidad única para identificar riesgos y prevenir incidentes asociados al trabajo constructivo, impactando de manera positiva en la seguridad de los trabajadores de nuestra industria.

“En nuestra región tenemos un gran volumen de proyectos de inversión en las áreas de infraestructura pública y privada, industrial minera, inmobiliaria y de servicios, que necesitan un alto grado de eficiencia. En este sentido hay que entender que el BIM es una filosofía de trabajo que incorpora casi todas las variables posibles que afectan a un proyecto de construcción en su ciclo de vida, desde los primeros trazos, desarrollo de proyectos, construcción, hasta la operación y mantención de la edificación, todo esto en un solo modelo integrado. Lo que permite ser mucho más precisos en el desarrollo de los proyectos, adelantándose a los conflictos e interferencias que se producen en las obras y mejorando los resultados tanto en costos como plazos”, indicó el directivo.