CRÓNICAVisto 5529 veces — 25 octubre 2012

Con “tareas para la casa” quedaron dos plantas purificadoras de agua de la ciudad, luego de la fiscalización que hizo la comisión de funcionarios de la seremia de salud  y las policías de Investigaciones y Carabineros, como parte del programa Barrio Comercial en Paz que coordina el gobierno provincial.

El foco de la inspección se puso en los procesos de elaboración de dos plantas ubicadas en calle Sotomayor y, en una primera instancia, fijó un plazo de 24 horas y 15 días respectivamente, para  que las empresas corrijan las deficiencias observadas.

También, en ambas plantas, la seremia de salud determinó el retiro de algunos  bidones y botellas, a modo de muestra, para comprobar por la vía de análisis físicos, químicos y biológicos, si la calidad del agua se condice con las bondades que se publicitan en el etiquetado de los productos.

Las anomalías observadas, repararon principalmente en el ámbito del orden y seguridad de las instalaciones, más que a las etapas fundamentales del proceso, limpieza de bidones y envasado y sanitizacion del agua. “Se da más importancia a la producción de botellas, que al orden de las instalaciones y condiciones de seguridad que deben tener  los trabajadores”, apuntó unainspectora.

En tanto, el gobernador provincial, Luis Garrido, recordó que, “dada las condiciones particulares de la zona y la alta población minera, la demanda de agua purificada se ha incrementado en estos años. En consecuencia, es oportuno chequear los procesos de elaboración del producto, para velar por la salud de la población”.

La fiscalización contó también con la participación de las policías, quienes detectaron a 5 extranjeros trabajando sin la documentación pertinente, situación que significó su citación al Departamento de Extranjería de Investigaciones.

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