POLÍTICAVisto 4682 veces — 30 julio 2013

Dado que ha sido cuestionada mi honorabilidad personal a  través de un medio de comunicación escrito, me veo  en la obligación de hacer la siguiente declaración pública en relación al beneficio que la ley Valech me ha otorgado

1.-En el artículo del diario escrito, más allá de las formas, el fondo es el cuestionamiento a mi persona por haber accedido a un beneficio que “no me correspondía”, por lo tanto, se cuestiona mi honorabilidad, cuestión que me afecta personal y familiarmente. Por lo anterior, deseo que públicamente se aclare lo siguiente:

2.-Los requisitos, entre otros, para acceder a los beneficios de la ley  Valech son: 1.-Víctimas de privación de libertad y/o torturas por razones políticas, cuando aparezca comprometida la responsabilidad del Estado por actos de sus agentes o de personas a su servicio y no solamente 2.- Víctimas de desaparición forzada o ejecutados políticos, cuando aparezca comprometida la responsabilidad del Estado por actos de sus agentes o de personas a su servicio o 3.- Secuestros y atentados contra la vida de personas cometidos por particulares bajo pretextos políticos.

3.-Esta ley beneficia a las personas que hayan sido víctimas entre el 11 de septiembre 1973 y el 10 marzo 1990

4.-Y para demostrar lo anterior se debe acreditar con: 1.- Certificado de Reclusión de un Centro 2.- Causa o Rol de Juzgado del Crimen (1973-1990), en que la víctima haya sido procesada por Ley de Seguridad Interior del Estado (las víctimas que fueron procesadas, sus antecedentes los tiene dicho Juzgado).3.-Recursos de Amparo ante Tribunales de Justicia o ante la Vicaría de la Solidaridad (la Vicaría posee un registro completo de personas que fueron detenidas y torturadas). También se incluye la información que posee PRO PAZ. y 4.- Publicación en algún medio de comunicación de la época

5.- Entre el año 1984 al 1990 fui dirigente estudiantil, presidente del Centro de Alumno de Ingeniería en Minas 1984-1985 y Presidente de la federación de Estudiantes (1987-1988). Por participar en las movilizaciones estudiantiles y sociales en contra de la dictadura fui varias veces detenido en los cuarteles policiales (restricción de mi libertad) y en varios de ellos recibí apremios ilegítimos (tortura).

6.-Según el diccionario tortura es: La tortura es el acto de causar daño físico o psicológico ya sea por medio de máquinas, artefactos o sin ellos, sin el consentimiento y en contra de la voluntad de la víctima generándose la figura legal de apremio ilegítimo; o bien con el consentimiento de la víctima (sadomasoquismo), vinculado principalmente al dolor físico y/o quebrantamiento moral que puede o no desembocar en la muerte.

7.-Quiero señalar que efectivamente fui privado de mi libertad por protestar contra la dictadura de Pinochet, por pensar distinto, en varias oportunidades,  torturado física y sicológicamente en los cuarteles policiales (apremios ilegítimos=tortura, como dije)y que la prueba de lo anterior son los artículos de diarios de la época que consignas mis detenciones, inclusive con la portada del “Diario el Mercurio” donde se ve claramente mi detención violenta por funcionarios policiales y, además, los tribunales locales a los que fui citado después de cada detención.

8.-Cuando dije que me había “equivocado” en el foro-debate del Mercurio de Antofagasta, del día de ayer, me refería al hecho de haber  dicho tiempo atrás, públicamente,  que renunciaría al beneficio y luego no hacerlo, pero nunca  en relación de haberme equivocado de  recibir el beneficio porque no me correspondía, porque a cabalidad cumplo los requisitos que la ley exige.

9.- Quiero también señalar que fueron tiempos difíciles de mucho sufrimiento de mi familia, y lo que me hicieron en los cuarteles policiales no era ni es  sencillo contarlo, y por eso creo que en particular alguien de los DDHH  no tiene el derecho de cuestionarme. Esa persona no sabe lo que me hicieron, como tampoco tiene el derecho de  veto de decir quienes sufrieron o no el atropello de los DDHH, por parte de la dictadura. Sin perjuicio de lo anterior si alguien persiste en tratar de enlodar mi nombre, solicito que pida responsablemente a la contraloría o al organismo que corresponda el pronunciamiento respectivo.

10.–Finalmente quiero señalar que mi vocación por la política o mi decisión de entrar a la política fue, en mi época de estudiante universitario, el no concebir que en mi país la gente tuviera miedo de vivir en ella, esa fue mi motivación y sigue siendo mi motivación.

Atentamente,

Hernán Vargas Canivilo

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