La sala principal llevará el nombre del ex director de la Escuela de Ballet, el fallecido artista Javier Candia Cid y contará con piso de rebote para mejor implementación.

Con un piso de rebote acorde al uso de artistas y llevando el nombre de uno de los bailarines más recordados en la historia de la ciudad, fueron inauguradas las salas de ensayo que contará desde hoy la Escuela de Ballet de la Corporación Cultural de Antofagasta.

Luego de un trabajo realizado en los últimos meses, fueron inauguradas las nuevas dependencias donde fueron intervenidos y refaccionados 352 metros cuadrados y que se dividieron en varios sectores como el hall de acceso, oficinas de secretaría y dirección, camarines de varones y damas, pasillo de camarines, acceso lateral de la Escuela de calle San Martín y dos salas de ensayos.

Entre los arreglos destacan además el recambio de cerámicas, tratamiento de muros, trabajos de tabiquería, cambio de conexiones eléctricas y la instalación de puertas anti-pánico, entre otros.

Refacciones que se enmarcaron en un proyecto aprobado por el Concejo Comunal y que consideró además parte del techo de la sala principal del Teatro Municipal de Antofagasta. El monto entregado para ejecutar esta primera etapa fue de 75 millones de pesos.

Para la Presidenta del Directorio de la Corporación Cultural de Antofagasta, la Alcaldesa Karen Rojo, esta instancia es muy importante para el desarrollo de las artes a nivel regional. “Contar con instalaciones de estas características nos permiten que nuestras alumnas y alumnos y también artistas invitados puedan desarrollar el ballet y danza de mejor manera. Agradecemos al Concejo Comunal por la aprobación del presupuesto que beneficiará a más de 150 estudiantes que anualmente participan de las clases y presentaciones a nivel regional de este arte que es uno de los más concurridos y solicitados de la zona”.

Las salas principales tendrán nombres de bailarines ejemplares no solo a nivel regional sino también internacional. La sala principal tendrá el nombre Javier Candia Cid, ex Director de la Escuela de Ballet del Teatro Municipal de Antofagasta, quien falleció el año pasado y que con este homenaje resaltará su labor por la danza en nuestro país.

Mientras que la segunda sala tendrá el nombre de Marie Rambert, bailarina y pedagoga polaco-británica quien ejerció una gran influencia en el ballet británico, en sus dos facetas de bailarina y docente, quien fundó la Rambert Dance Company, la más antigua compañía de ballet del Reino Unido.

PISO DE REBOTE

Otra de las características que tendrán estas salas es el piso de rebote, que fue financiado a través de la Ley de Donaciones Culturales por parte de Minera Sierra Gorda SCM, quien realizó en aporte de 16 millones de pesos para ejecutar la construcción de esta primordial pieza de trabajo para las jóvenes artistas.

Carlos Rojas, Gerente de Asuntos Externos de Sierra Gorda, afirmó que “luego de las lluvias, pudimos constatar las condiciones en que quedaron las salas de Ballet y conocimos además las necesidades de los profesionales y técnicos que aquí se desempeñan. Por ello, consideramos que el aporte al mejoramiento de la infraestructura de esta escuela de Ballet no solo significa apoyar a los 140 alumnos que aquí desarrollan su talento y a sus familias, sino además representa contribuir al avance de la comuna y toda la región. Además, haber bautizado las salas con los nombres de insignes representantes de la danza de Chile y Polonia, genera vínculos sólidos que se proyectarán en el tiempo”.

Un piso muy necesario, esto porque los bailarines y bailarinas requieren de una base confiable para el trabajo en zapatillas de punta y media punta, factor de alta exigencia y propio del ballet clásico, siguiendo con los estándares que ocupan en el Teatro Municipal de Santiago.

Para Carolyn Galarce, Directora de la Escuela de Ballet, esta nueva infraestructura refleja un avance significativo para la práctica de este arte. “El piso de rebote se hace entonces la primera necesidad que complementada al piso de goma de Ballet en conjunto darán la superficie óptima para que a futuro entreguemos la mejor calidad de enseñanza y logremos proyectar a los mejores elementos en el área dancística de la región”.

La construcción de este piso posee la técnica de “armadura o entramado tipo cesta”, que provee la flexión natural a la tarima de danza, la cual junto a la aplicación de la triple capa de listones y reforzada por las almohadillas de elastómero, logra absorber los golpes de rechazo de la bailarina.

La elasticidad ofrece la compresión equilibrada y absorbida en el punto de contacto reduciendo la flexión y eliminación de rebote excesivo, comúnmente denominado como “efecto trampolín”, reduciendo drásticamente el riesgo de lesiones y mejora el rendimiento.

Sin duda, unas modernas salas que poseen los grandes estándares nacionales, convirtiendo a la Escuela de Ballet y una de las más equipadas del norte del país.