CRÓNICAVisto 1148 veces — 07 junio 2021

Evolución negativa en términos de ecosistemas, especies y contaminación, son las reflexiones que aparecen con la finalización del mes de mayo, popularmente denominado mes del mar, época tras la cual es relevante analizar cómo las diversas actividades antrópicas de la población habitante de una ciudad costera como Antofagasta han impactado a nivel local.

Una conversación con Manuel Zapata Arcos, Doctor en Biología Marina del Instituto Universitario Europeo del Mar de la Universidad de Bretaña Occidental, Licenciado en Ciencias del Mar e Ingeniero en Acuicultura de la Universidad de Antofagasta y actual jefe de carrera de Biología Marina de la Facultad de Ciencias del Mar y Recursos Biológicos de la UA, ayudará a reflexionar sobre los riesgos a los que se exponen las especies que habitan en el litoral antofagastino y la contaminación que azota a las playas.

¿Cómo es la biodiversidad que ofrece la costa de Antofagasta? ¿cómo se ha visto afectada por las actividades antrópicas?, son algunas de las interrogantes que responderá el experto de la Universidad de Antofagasta.
Biodiversidad en Peligro

Diversas especies componen el ecosistema del litoral, entre ellas, una gran variedad de aves llega hasta la costa para recargar energías y seguir su viaje, otras arriban con la intención de nidificar, dejando a la luz una inquietante realidad, ya que son diversos los ejemplares que construyen sus nidos con plástico, como bolsas de polipropileno industrial a granel (35%); bolsas de plástico (33%); y artes de pesca (10%).

Si miramos hacia el océano, son distintos los mamíferos que transitan por la costa, revelando otra preocupante problemática, la colisión de ballenas, las que, en su trayectoria de desplazamiento hacia el sur, se encuentran con navíos de gran magnitud. Situación que durante el último mes se ha reiterado, provocando, por ejemplo, la varazón de un cetáceo en la costa de Mejillones producto de un incidente de estas características, completando una mala estadística de tres ejemplares muertos en un periodo de seis meses.

¿Qué se puede hacer para salvaguardar a las ballenas en su tránsito por la bahía? El doctor en Biología Marina, Manuel Zapata, propone realizar un trabajo mancomunado con las entidades correspondientes para establecer una ruta mercantil específica para proteger a las ballenas. Además, reconoce que aquel recorrido que efectúan es natural. Y también asume la responsabilidad de la academia de concientizar con divulgación científica hacia la comunidad

Invertebrado Marinos

Los invertebrados marinos son otros especímenes presentes, como el Perumytilus purpuratus (Chorito Maico) y el popular Piure, ambos impulsan una gran biodiversidad microscópica en las rocas de la ciudad, pero en los últimos años se han visto diezmados, ya que son utilizados como carnada para la pesca y alimentación para los veraneantes.

¿Cuál es la situación actual del Piure? El biólogo marino explica que el Piure de Antofagasta no es una especie endémica, ya que es un invertebrado nativo de la costa sureste de Australia que llegó a la Bahía de Antofagasta hace aproximadamente 100 años atrás, transportada en barcos de carga. Por lo tanto, sólo crece en la zona.

Antiguamente se podía apreciar todo el cordón de Piure (Pyura praeputialis) con una baja marea desde Juan López hasta Coloso, actualmente se puede encontrar en la intermareal, es decir, hay que bucear un par de metros para encontrarlo. La función de este molusco radica en construir un hábitat que da vida a más de 120 especies distintas. Algunas submarinas, como las lapas, locos, gusanos de mar o jaibas, y otras sobre el mar como gaviotas, pilpilenes y zarapitos.

La extensión de la banda de Piure se ha reducido entre 60% a 90% y en algunos lugares simplemente ha desaparecido. Sin embargo, no todo llega ser fatal, porque sobre la franja de Piure se ubica la franja del “Chorito Maico” (Perumytilus purpuratus), que es una especie nativa, y tiene la cualidad de albergar una gran biodiversidad.

Basura en Las Playas

Los residuos marinos antropogénicos (RMA) son la principal fuente de contaminación de las playas de Antofagasta, la presencia de plástico, colillas de cigarros, latas, papeles, y en la actualidad, mascarillas, sitúan a los balnearios de la comuna como los más contaminados del país.

“En la última encuesta nacional Antofagasta se lleva el primer lugar a nivel nacional con 13 unidades de RMA por metro cuadrado. Esto califica el accionar de la población como negativo en cuanto al cuidado de las playas, nosotros debemos llevarnos los desechos o residuos que producimos. Una solución a largo plazo es realizar un trabajo sostenido que busque educar y concientizar a la población, para así generar el gran cambio en la cultura de los antofagastinos”, detalló el Dr. Manuel Zapata.

Una evolución negativa ha sufrido la Bahía de Antofagasta, ya sea desde la preservación de su biodiversidad y la contaminación que azota a diario las playas. La tarea en cuidar este entorno debe ser de todas y todos. Y así entregar un futuro limpio las nuevas generaciones.

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