SALUDVisto 4038 veces — 25 agosto 2021

Con fines de salud pública, se analizarán muestras en las regiones de Arica-Parinacota y Antofagasta para estudiar mutabilidad del virus y su transferencia.

Identificar la presencia de variantes que puedan influir en la virulencia, transmisión, respuesta inmune a vacunas, diagnóstico y características de casos, con el propósito de fortalecer la vigilancia genómica del SARS-CoV-2 en las regiones de Arica-Parinacota y Antofagasta, es el objetivo de un estudio que desarrolla Universidad de Antofagasta con el Instituto de Salud Pública (ISP) y que tiene como foco la población migrante.

Como parte de éste, se tomarán muestras a 500 personas de ambas regiones que han padecido la enfermedad, las cuales luego serán analizadas en laboratorio de Genómica Molecular de la UA buscando identificar mediante secuenciación genómica el tipo de variante en cada caso.

Como se trata de un estudio epidemiológico, también se realizarán encuestas socio demográficas para determinar contextos sociales, económicos, de salud y territoriales de los migrantes que han llegado en el último tiempo a Chile.

Uno de los investigadores del proyecto por parte de la UA, el doctor Alejandro Bustos, explicó que esta iniciativa está asociada a la Red de Vigilancia Genómica y se gestó con la idea de facilitar el seguimiento de la diseminación geográfica y temporal del virus en relación con la movilidad de la población.

Se extraerán muestras a la población migrante que ingresa a Arica y a Antofagasta identificar casos y realizar una secuenciación genómica del virus. La hipótesis a dilucidar es si los migrantes ingresaron con las nuevas variantes, o ellos se contagiaron en Chile. Lamentablemente las pandemias son así, se transmiten entre los seres humanos independiente de nacionalidades o culturas”, explicó el investigador de la Universidad de Antofagasta.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió a la población migrante como “de riesgo”, formando parte de aquellas que pueden verse enfrentadas a una vulnerabilidad social exacerbada durante la pandemia, la cual, a su vez, ya se veía agravada en mujeres, minorías étnicas, diversidades sexuales, personas con condiciones crónicas o enfermedades infecciosas, entre otros.

“Esta situación se ha evidenciado internacionalmente con el mayor número de contagios con respecto a la población general”, sostiene el doctor Bustos.

Se debe destacar que este estudio es parte, a su vez, de una investigación mayor que desarrolla en todo el continente el Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos, CDC.

El Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UA, creó hace un tiempo (proyecto FIC-R apoyado por el Gobierno Regional) la Unidad de Estudios en Migración e Interculturalidad, entidad que reúne a la comunidad universitaria en torno a la elaboración de proyectos de investigación y vinculación para generar conocimiento científico sobre la movilidad poblacional en la Región de Antofagasta en los ámbitos sociales, educacionales de salud y culturales, entre otros.

“La Antropología por sí misma no puede determinar si la población en movimiento genera riesgos de contagios. Es la Epidemiología, la ciencia que, con su enfoque interdisciplinario, la que puede abordar las condiciones de salud de una población. La población migrante, no necesariamente es transmisora de virus, sino que ella misma también pueden ser contagiada por la población local residente”, enfatiza el doctor Alejandro Bustos.

El proyecto a nivel regional es dirigido por la doctora María Teresa Valenzuela del Instituto de Salud Público, destacado profesional que además es parte del Consejo Asesor COVID-19, MINSAL. Las muestras correspondientes a las regiones del norte de Chile, serán analizadas en el Laboratorio de Genómica Microbiana de la Universidad de Antofagasta.

Desde la Universidad participan el Instituto de Investigaciones Antropológicas y los Laboratorios de Secuenciación Genómica. El proyecto tiene un plazo de ejecución de tres meses.

 

 

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