CRÓNICAVisto 1563 veces — 09 enero 2020

Recientemente una investigación publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences, detectó, gracias al análisis de los datos de temperatura de la superficie del mar, un patrón que permite realizar predicción sobre el evento meteorológico.

Enfatizando en que los modelos de predicción de la ocurrencia de el “Niño” (ENSO: El Niño Southern Oscillation) son cada vez más precisos, y que por lo tanto, deberían ser considerados por las autoridades para tomar medidas de mitigación, el doctor Marcelo Oliva Moreno del Instituto de Ciencias “Alexander Von Humboldt” de la Universidad de Antofagasta, descartó la ocurrencia de este proceso climático en las costas del norte de Chile.

La publicación internacional fue generada por científicos del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, la Universidad Normal de Beijing y Justus-Liebig-Universität Giessen.

Al referirse al “Niño”, el científico de la UA comentó que lo primero necesario de saber, es que no es un fenómeno ni una corriente, sino que un proceso natural producido por cambios en los centros de alta y baja presión del Océano Pacífico que afectan, entre otros aspectos, al régimen de vientos unido al efecto del movimiento de rotación del planeta “provocando que masas de aguas cálidas oceánicas del Ecuador avancen hacia la costa, alterando no sólo el clima y los ecosistemas marinos, generando efectos a nivel global”.

El investigador es claro en señalar que si bien se conoce el origen, se desconoce la periodicidad del “Niño”. Siendo ese el gran desafío de los científicos de esta área en la actualidad.

“Tenemos interesantes referencias históricas de su ocurrencia, por ejemplo, existen fósiles y pinturas rupestres con especies marinas provenientes de aguas cálidas. En los tiempos de la colonia, a este proceso se le conocía como el pintor del Callao, por la forma en que cambiaba el color de los cascos de los barcos cuando pasaban por ese puerto durante su ocurrencia”, señaló el investigador de la UA.

Predicción

Respecto al modelo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, que se basa en el análisis de los datos que miden el desorden de la temperatura en el océano, el doctor Oliva plantea que “permite predecir con una razonable certeza la ocurrencia del “Niño” un año después que se detecta la primera señal en el modelo, lo cual es muy positivo, y debería ser considerado por las autoridades para tomar medidas en aquellas zonas donde su ocurrencia produce más daño”, plantea.

Sostiene que este modelo, al igual que otros existentes “amplia el horizonte de predicción”, pero que no obstante las autoridades deben asumir que tarde o temprano ocurrirá el “Niño” con mayor o menor intensidad, y que por lo tanto “las medidas de mitigación deben obedecer a planes estructurales dentro de cada zona geográfica y no esperar el aviso de los científicos para implementarlas”.

Norte de Chile

Respecto a la situación actual en el norte de Chile, el doctor Oliva sostiene que el panorama es absolutamente normal, no habiéndose detectado ninguna anormalidad en la temperatura de las aguas. “Lo que si puede ocurrir, es que ingresen bolsones de aguas cálidas, lo cual es un fenómeno que se está estudiando aún respecto a su origen”, explicó.
En cuanto a las medidas específicas para esta zona, el investigador sostiene que si bien los efectos en el clima son menores, limitándose al aumento de lluvias en la zona cordillerana. “Se debe tomar medidas respecto la pesca, pues llegan nuevas especies y desaparecen otras, provocando efectos negativos desde el punto de vista económico”, concluyó.

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