SALUDVisto 3691 veces — 04 mayo 2015

El correcto uso de respiradores certificados permite reducir la inhalación de polvo en suspensión proveniente del barro seco que está presente en numerosas calles y viviendas de la región. 3M entrega las claves que deben seguirse al momento de usar dicho elemento de protección personal.

El polvo y las partículas en suspensión provenientes del barro seco pueden provocar efectos en la salud que van desde incomodidad e irritación hasta la generación de enfermedades respiratorias. Incluso personas que cuentan con enfermedades preexistentes al pulmón o el corazón pueden sufrir efectos adicionales severos.

Por ello, los expertos coinciden en que la mejor manera de protegerse consiste en tratar de evitar la exposición a las partículas en suspensión y sus fuentes. Sin embargo, si la persona no tiene alternativa se recomienda el uso de respiradores que cuenten con certificación, los que a diferencia de las mascarillas de higiene, contienen capas de filtros cargados electroestáticamente que permiten mejorar su eficiencia.

“Los respiradores permiten filtrar una mayor concentración de material particulado y generan un adecuado sello entre el respirador y la cara, situación que resulta fundamental para una buena protección. Adicionalmente, estos respiradores desechables cuentan con un clip nasal que ayuda a minimizar el ingreso de partículas y mejora su ajuste”, explica Felipe Chinchón, subgerente técnico de seguridad personal de 3M.

Agrega que cuando se usan correctamente, permiten la filtración de partículas, incluyendo aquellas tan pequeñas que pueden llegar a las partes profundas de los pulmones, y que podrían ser perjudiciales para el sistema respiratorio.

Claves para el correcto uso del respirador:
1. No confundir la mascarilla de higiene (tradicionalmente de color blanco) con un respirador desechable. Este último filtra mayor material particulado, humo y gases.

2. Los respiradores deben contar con la certificación NIOSH N95, la cual viene impresa en el producto y asegura la entrega de una protección adecuada.

3. Cuentan con una vida útil de un día, siempre y cuando éste no resulte mojado y/o dañado.

4. Es fundamental seguir las instrucciones de colocación para obtener un buen sellado entre el respirador y la cara. Así se evita que las partículas ingresen por espacios que puedan quedar desprotegidos.

5. Los respiradores certificados se pueden comprar en ferreterías, grandes tiendas y distribuidores de elementos de protección personal.

6. Los usuarios con padecimientos cardiacos o pulmonares deben consultar a un médico antes de usar este tipo de elemento de protección personal.

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