La tuberculosis constituye una enfermedad con alta morbimortalidad en el mundo, siendo la segunda causa de muerte por una enfermedad infecciosa, con 8,6 millones de casos nuevos al año a nivel mundial y 1,3 millones de fallecidos.

En Chile la tasa de morbilidad por tuberculosis en todas sus formas tuvo un descenso significativo hasta el año 2010. Si en el año 2000 la tasa de incidencia era de 17,7 por 100 mil habitantes al año, el 2013 ese indicador se redujo a 12,5 por 100 mil.
La situación en Antofagasta es similar a la tasa país. Al 2013 la tasa de morbilidad fue de 12,4 por 100 mil habitantes.

Sin embargo, en los últimos tres años hubo un estancamiento en la velocidad de reducción de la enfermedad. Ello implica que actualmente se mantenga lejos la meta propuesta en los objetivos sanitarios del período 2011- 2020, que corresponden a una tasa de incidencia menor a 5 por 100 mil habitantes.

La red asistencial que labora en materia de detección y tratamiento de esta enfermedad se reunió esta semana en el curso de “Actualización en el Programa de Control y Eliminación de la Tuberculosis” organizada por el Servicio de Salud y la SEREMI de Salud, a fin de capacitar a los equipos clínicos locales (públicos y privados) en el manejo del Programa Nacional de Control y Eliminación de la TBC y en el Tratamiento con dosis fijas combinadas que se implementará a partir del próximo año.

“El programa regional de control tiene logros que debemos mantener, pero quedan tareas pendientes para alcanzar las metas de los Objetivos Sanitarias de la década. Esta jornada nos ayuda a coordinar nuestros esfuerzos como región y a incorporar nuevos conocimientos para el manejo y prevención de esta enfermedad”, sostuvo Waldo Bustos Streeter Director Regional (TP) del Servicio de Salud Antofagasta.

Profesionales pertenecientes a los equipos locales a cargo del Programa de la Red Asistencial Pública (CESFAM de Antofagasta, Calama y San Pedro de Atacama, Centro Asistencial Norte; hospitales comunitarios de Tocopilla, Mejillones, Taltal y Hospitales Regional de Antofagasta y Calama) junto a la encargadas de epidemiologia de las clínicas privadas de Antofagasta y de Gendarmería se dieron cita para analizar las buenas prácticas de los distintos establecimientos y oportunidades de mejora en la prevención y tratamiento de esta enfermedad.