El hombre había intentado burlar a los inspectores del SAG escondiendo las aves en sacos que escondía bajo los asientos delanteros del automóvil particular, además intentó ingresar 10 kilos de carne de manera ilegal.

Fue en una  inspección   de rutina en la que un funcionario  del SAG detectó en el maletero de un automóvil particular la presencia de 10 kilos de carne de procedencia argentina que pretendían a ser ingresados de manera ilegal al país a través del Control  Fronterizo Integrado, Paso Jama.

El ciudadano chileno, quien previamente había firmado  la declaración jurada del SAG en que se manifiesta no portar productos de origen animal ni vegetal, insistió en que al interior de su vehículo no existía ningún otro elemento prohibido por la autoridad fito- zoosanitaria.

Sin embargo, los inspectores del SAG procedieron a revisar el interior del vehículo particular, detectando que bajo los  asientos delanteros del automóvil y envueltos en sacos, se encontraban dos loros amazónicos juveniles (Amazona stiva) en pésimas condiciones de salud, que  fueron puestos a disposición de Gendarmería Argentina para que fuesen devueltos a su ambiente natural lo antes posible.  

En este contexto, el Director Regional (s) del Servicio Agrícola y Ganadero, Raúl Carrasco, destacó  que “con este caso queda demostrada la importancia de la operación del Servicio Agrícola y Ganadero  en el Paso Jama, lo que ha permitido un mejor y exhaustivo control en el ingreso de vehículos y pasajeros, y que ha contribuido de manera significativa a mejorar la labor de la institución en el cumplimiento de su misión”.

En tanto, el implicado quedó citado al SAG pues su acto constituye una falta a la legislación chilena, a la  ley 18755 y sus reglamentos.