Con la presencia del Intendente de la Región de Antofagasta, Pablo Toloza; la Gobernadora Provincial de Tocopilla, Giovanna Rossi; y el alcalde de la comuna de María Elena, Jorge Godoy; junto a otras autoridades regionales y locales, así como de representantes de la comunidad y ejecutivos de SQM, se inauguraron las nuevas instalaciones para el cultivo hidropónico en la localidad de Quillagua.
En 2011, y fruto del trabajo participativo entre la comunidad de Quillagua y SQM, surgió el programa Quillagua Tierra Fértil, cumpliendo con el objetivo de la Compañía de poner en marcha en las comunidades vecinas a sus operaciones proyectos innovadores, sostenibles y que generen un progreso significativo para sus vecinos.
Quillagua Tierra Fértil, se basa en dos importantes áreas de desarrollo como son el turismo y la agricultura. En este ámbito, se ubica el Proyecto Hidroponía, llevado adelante en conjunto con la Cooperativa Hidropónica de Quillagua, asociación autónoma creada por habitantes de la localidad para el trabajo, desarrollo y puesta en marcha de la iniciativa.
El Intendente, Pablo Toloza, señaló que “este proyecto es relevante porque es desarrollado de manera conjunta por la Cooperativa Hidropónica de Quillagua y SQM, es una iniciativa en la cual a un grupo de pobladores se les están dando las herramientas para que sean sustentables en el tiempo, brindándoles la posibilidad de capacitarse. Y esto va de la mano con la venta y sustentabilidad del proyecto”.
En tanto la Vicepresidente de Desarrollo Sustentable y Asuntos Públicos de SQM, Pauline De Vidts, reafirmó el compromiso adquirido con la comunidad de Quillagua y con el desarrollo de este proyecto, “ya que para nosotros hoy sólo es la culminación de una primera etapa y el inicio de un nuevo ciclo, lleno de grandes desafíos, que trabajaremos junto a la Cooperativa Hidropónica de Quillagua, a la cual acompañaremos permanentemente para asegurar su producción, calidad y rentabilidad en el futuro”.
“Esperamos que estas instalaciones traigan bienestar a Quillagua y sean una fuente laboral próspera, para así seguir creciendo juntos y aportando al desarrollo de nuestro país y sus habitantes”, enfatizó la ejecutiva.
A su vez Magdalena Núñez, Presidenta de la Cooperativa Hidropónica de Quillagua, destacó que “es muy importante este proyecto para que Quillagua produzca y salga a la luz nuevamente, nuestra agrupación son 10 personas las que trabajamos todos los días en turnos, hemos aprendido sobre el PH del agua y la conductividad eléctrica, por ejemplo, y nunca imaginamos que íbamos a llegar esto. Esperamos producir 1.500 lechugas en una primera etapa y llegar a 8.000 mensuales”.
La Vicepresidente de Desarrollo Sustentable y Asuntos Públicos de SQM, Pauline De Vidts, reafirmó el compromiso adquirido con la comunidad de Quillagua y con el desarrollo de este proyecto, “ya que para nosotros hoy sólo es la culminación de una primera etapa y el inicio de un nuevo ciclo, lleno de grandes desafíos, que trabajaremos junto a la Cooperativa Hidropónica de Quillagua, a la cual acompañaremos permanentemente para asegurar su producción, calidad y rentabilidad en el futuro”.
CARACTERÍSTICAS DEL PROYECTO
La puesta en marcha de las instalaciones para el cultivo hidropónico significó la construcción de un invernadero de 1.000 metros cuadrados de malla antiáfidos, de un sector de energía compuesto por tres sistemas de paneles fotovoltaicos móviles y de un sistema de control de energía con un panel central. Además, se implementó un sistema hidropónico de NFT (Nutrient Film Technique) para la producción de 10.000 lechugas mensuales, se habilitó un sector especial para la investigación y desarrollo de nuevos cultivos comerciales, como tomates, frutillas y pimientos morrones, además de oficinas, servicios higiénicos y bodega.
Otro aspecto relevante de este proyecto es el apoyo de la empresa Aramark, la cual se comprometió con la compra de los productos que aquí se cultiven, asegurando desde ya su comercialización.
Un aspecto relevante son los fundamentos bajo los cuales se creó el Proyecto Hidroponía como son: la colaboración con los agricultores en la reconversión de sus sistemas productivos, la prestación de asistencia técnica y la identificación de nichos de mercado. También destacan las capacitaciones antes de la implementación y para la operación del sistema, además de la confección de un Protocolo de Manejo y Operación de Invernadero.