POLICIALVisto 1823 veces — 13 noviembre 2013

El sujeto atacó a la niña en el entretiempo, mientras ésta fue a comprar papas fritas.

El Fiscal de Calama Claudio Sobarzo Tassara, obtuvo una sentencia de condena en contra de Cristián Olivares Márquez,  a quien el Tribunal de juicio Oral en lo Penal de Calama, encontró culpable de cometer un delito consumado de abuso sexual en perjuicio de una menor de 11 años de edad.

De acuerdo a la acusación presentada por el persecutor, los hechos ocurrieron el día 21 de octubre de 2012 alrededor de la 17 horas al interior del Estadio Municipal de Calama, en un partido entre Cobrelóa y San Felipe.. Los actos los llevó a cabo el imputado mientras la gente asistía al partido y mientras la niña se encontraba cerca de un puesto de comestibles, ocasión que aprovechó el hechor para realizarle tocaciones a la menor en distintas partes de su cuerpo, causándole lesiones leves consistentes en  eritemas superficiales en los glúteos.

La víctima al volver con sus padre les contó lo sucedido, quienes llamaron a Carabineros, que procedieron a la detención de Olivares Márquez.

La defensa argumentó que no se podría reconstruir una verdad durante en el juicio ya que ese día había en el estadio 2.170 personas, y la niña declararía que una de ellas la tocó.Agregó que es común que ocurran estas situaciones en el estadio, y que siempre a quien se le imputa esta acción es a la persona que está atrás de la víctima..

La víctima, de 11 años a la fecha de ocurrido el delito,  dijo que el dia de los hechos bajó con su primo a comprar papas fritas, y que el acusado pasó a su lado y la tocó, ella se alejó un poco y el la agarró nuevamente y le dice que se quede allí en la fila. Ella decide volver a las graderías con sus padres y el la salió persiguiendo.

La niña dijo que el sujeto que la atacó tenía en su mano derecha una venda ploma, cuando bajaron con Carabineros se fijó que el seguía manteniendo la venda. Explicó que esa venda le tapaba las manos, pero no los dedos. Dijo que tanto ella como su familia eran hinchas de Cobreloa, por eso iban con frecuencia al estadio, pero que nunca antes le había pasado algo así.

En tanto la madre declaró que en el entretiempo la menor bajó a comprar papas fritas y volvió llorando, y le dijo: “mamá él me tocó”. Ella fue donde unos Carabineros que se encontraban a cargo de la seguridad del partido y le explicó lo que había pasado. Ellos bajaron al sujeto y a su hija la llevaon al Hospital..

La Fiscalía incluyó en su prueba testimonial a los carabineros que tomaron parte en la detención  del acusado.

Asimismo se aportó prueba pericial a cargo de la pisóloga que perició a la niña, la que dio credibilidad al testimonio, indicando que su pericia le permitió establecer que el hecho vivido por la menor resultó traumático.

El Tribunal tras valorar la prueba, dio por acreditados, tanto los hechos como la participación del acusado, al que aplicó, por voto de mayoría,  una pena de 3 años y un día de presidio menor en su grado máximo.

Atendido que reunía los requisitos legales se le concedio el beneficio de la libertad vigilada por el lapso de la condena.

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