Estamos en vacaciones de invierno. Época de descanso en que no sólo niños y jóvenes aprovechan para tomar una pausa, sino que también adultos utilizan para hacer un alto en sus ajetreadas demandas laborales. Placer y relajo que puede también ser visto como una época de balance y de tomar conciencia sobre temas como nuestra salud y alimentación, ¿lo estamos haciendo bien?Si la respuesta es no, aquí te entregamos algunas recomendaciones.
Lo fundamental a la hora de comenzar una dieta, a juicio de Gonzalo Rozas, nutricionista de Clínica Alemana, es realizarse un chequeo médico pues es indispensable contar con los exámenes de salud al día, crear hábitos de alimentación saludable acompañados de actividad física y una adecuada hidratación. Promover conductas que nos acerquen al bienestar físico y psicológico, que permitan estar más relajados y con energíatodo el año también es esencial.
LA PODEROSA VITAMINA A
Vitaminas y minerales son nutrientes esenciales, necesarios para el crecimiento y el buen funcionamiento del cuerpo y vitales para que se desarrollen los procesos fisiológicos a diario. No podemos producirlas por nosotros mismos -salvo la vitamina D, cuando la piel se expone directamente al sol- así que debemos ingerirlas a través de los alimentos.
En esta época invernal, donde virus y bacterias proliferan y atacan principalmente el sistema respiratorio, un adecuado consumo de vitaminas es fundamental. SusanBowerman, norteamericana experta en nutrición y vida saludable de Herbalife, explica por ejemplo, la importancia de la vitamina A “La mayoría la conoce por su rol en la visión, pero también juega un papel primordial en la salud de nuestra piel, huesos, dientes y en el sistema inmune”.
La especialista aclara que podemos obtener vitamina A de dos maneras: a través de los alimentos de origen animal como pescados, leches, huevos, donde la vitamina se presenta en su forma activa, es decir, una vez que se absorbe ya está lista para que el cuerpo la utilice. La otra manera, es a través del consumo de frutas y verduras de colores profundos, como el zapallo, zanahoria, espárragos, tomate o guayabas, que contienen carotenoides pro vitamina A, que no son la vitamina A activa, pero el cuerpo fácilmente la convierte y absorbe. Su consumo protege del desarrollo de cataratas, disminuye el riesgo de contraer cáncer de pulmón, esófago y estómago. El grado de asimilación de los carotenos depende de la preparación de los alimentos.
Alberto Rivera, especialista en química y farmacia, también conoce los efectos de la vitamina A. Alimentos como quesos, panita de hígado, atún, perejil, margarina y mantequilla también contienen este importante nutriente.
¿CUÁNDO DEBEMOS SUPLEMENTAR?
El especialista recomienda ingerir suplementos de vitaminas en algunos casos, tales como:
Vitamina A: Personas propensas a padecer infecciones respiratorias, problemas oculares, piel seca o escamosa (acné)
Vitamina D: Osteoporosis, caries dentales, insuficiencia renal crónica
Vitamina E: Alteraciones reproductivas, anemia, degeneración muscular
Vitamina K: Hemorragias externas e internas. Alteración de cicatrización de heridas
Vitamina C: estrés,postoperados (para regenerar tejido), resfríos, gripes, entre otros.
Vitamina B1: Alteraciones nerviosas y psíquicas (pérdida de concentración, depresión, cansancio), alteraciones cardiovasculares (sensación de opresión en el pecho, “piernas dormidas”), bebedores crónicos, fumadores.
Los especialistas son enfáticos en aclarar que lo ideal es adquirir las vitaminas a través de los alimentos. Pero muchas veces nuestra dieta no es balanceada y no nos aporta la cantidad de nutrientes necesaria, en estos casos, lo recomendable es suplementar.
En el mercado existe una amplia variedad de productos como el Complejo Multivitamínico y Minerales de Herbalife que contiene 23 vitaminas y minerales esenciales que permiten compensar las necesidades nutricionales diarias. O el Ultra Mega Gold, de GNC, que también es un potente multivitamínico de gran concentración de vitaminas y minerales.


















