Más de veinte personas, entre vecinos, amigos y miembros del equipo de Fundación Minera Escondida participaron, en medio de un ambiente de respeto y creencia, del “Pago a la Tierra”, tradición atacameña en que se ofrece a la madre tierra hojas de coca, chicha y vino, recordando a los antepasados y pidiendo por la fertilidad del suelo, todo ante el imponente sol atacameño.

Para Manuel Escalante, Jefe de la Oficina de Asuntos Indígenas y Líder de Desarrollo Productivo de Fundación Minera Escondida, la oportunidad de ser parte de este tipo de tradiciones, es un gran reconocimiento por parte de la comunidad con el equipo de FME, “como atacameño me siento muy emocionado de participar en esta ceremonia; y como parte del equipo de FME es un gran honor porque representa el respeto y cariño que la comunidad tiene hacia nosotros, haciéndonos parte de sus actividades”, sostuvo.

De esta forma, frente al majestuoso volván Licancabur, San Pedro de Atacama mantiene viva una de las más antiguas tradiciones, donde los atacameños comparten y le piden a la Pachamama por la próxima cosecha.