CRÓNICAVisto 3238 veces — 09 febrero 2013

Desaseo en baños químicos para los trabajadores y frágil material de las casetas que alberga a los guardias, son aspectos que empañan la gestión de la empresa que construye cerca 1.700 casas en el límite poniente de Calama.

Para conocer, principalmente, las instalaciones –casas de cambio, baños, duchas, casetas de guardias- de los trabajadores, llegó hasta la constructora Inca, el Gobierno Provincial junto  ala Dirección del Trabajo.
La inmobiliaria Inca, desde hace algunos años, ha levantado una serie de complejos habitacionales en el límite poniente de la ciudad. Hoy, participa de las últimas de las etapas, de un total de cinco, y que significará incrementar en 1.760, el número de viviendas en la ciudad.

Actualmente, en la obra participan alrededor de 200 trabajadores y atendiendo, a algunas denuncias recibidas en la gobernación provincial, la jefa de gabinete, Alejandra Oliden, junto a Cecilia Soto, funcionaria de la Dirección del Trabajo, llegó hasta el lugar de trabajo, para conocer las condiciones en que los trabajadores desempeñan sus faenas.
En efecto, algunos aspectos que saltaban a la vista en la inspección que hizo la Dirección del Trabajo, acompañada por el administrador de la empresa, Iván Cornejo, fueron, la fragilidad material que muestran las casetas de los guardias y la manifiesta falta de aseo en los baños químicos (sin dispensador de jabón, papel higiénico y basurero)que dispone el personal.

“El Gobierno y la Ministra del Trabajo, Evelyn Matthei han mostrado especial atención por la protección de los trabajadores, sus derechos y las condiciones de seguridad. Entendemos que las condiciones de aseo, de higiene son cosas elementales en el buen trato que debe tener una empresa con sus trabajadores y esta visita es para  verificar si, efectivamente, esas condiciones están dadas o no”, señaló Alejandra Oliden.

La actividad inspectiva a la empresa Inca, se suma a otras que ha efectuado durante los últimos días, el gobierno provincial, a restaurantes, hoteles y centros comerciales de Calama. “Continuaremos en esta senda, porque de esta manera aseguramos el respeto de las empresas a sus trabajadores, así como el cuidado a a las personas, a las familias”, declaró Oliden.

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