CRÓNICAVisto 1944 veces — 08 marzo 2012

Ameno y provechoso fue el desayuno que ofreció el gobierno provincial a un ramillete de mujeres sobresalientes de la comunidad y que puso de relieve el temple, coraje y entereza que caracterizan a la mujer loína

No hay colores grises en el caminar de la mujer loína. Al contrario, coraje, decisión, voluntad y trabajo, son los tonos que marcan su ruta, matizada con algunas desazones que deja un alto sentido de la responsabilidad con sus tareas  seglares, metas personales y desafíos de distinto orden que, en algunos casos, pasan la cuenta a una sentida y natural aspiración de la mujer, como lo es ser madre.

Tal es el perfil que se recoge de ella, al tenor de los testimonios compartidos en un desayuno ofrecido por el gobierno provincial a un ramillete de mujeres señeras de El Loa, con motivo de la celebración del Día de la Mujer.

En el caso de algunas de las homenajeadas, como Janet Ferrer Cruz, su apego con sus hijos es tal, que se sentó a la mesa acompañada de dos de sus tres poderosas razones de vida: Néstor e Ismael. Y si de luchar por sus hijos se trata, Teresa Cornejo, la conductora de micros de la línea 222, es un caso: Ella confesó la maternidad de ocho. “!Es que no tenía tele!”, dijo, sazonando la mesa con picardía.

Hubo también quienes manifestaron abiertamente su agradecimiento a Calama, como la exitosa empresaria Carmen Gómez. Incluso, hasta las no oriundas de la zona, como la subteniente del Regimiento Topáter, Karla Alcántara, reconoció su apego al terruño loíno. “Nunca imaginé que Calama sería tan provechoso para mi desarrollo personal”, dijo la joven militar que destacó en las labores de salvamento a Toconao.

Otras han dado todo a su institución, como ocurre con  Evelyn Marabolí Araya, funcionaria de la Policía de Investigaciones, pero a la hora del balance, extrañan no tener familia propia. Como contrapunto, Ana Huerta Pastén, rostro emblemático de “El Mercurio de Calama”, confesó: “No hay nada más maravilloso que ser madre”.

Algunas lecciones duras que da la vida, no restan agradecimiento. La concejala Ruth Olivares, trajo al presente el espíritu de lucha de su esposo, el  ex gobernador provincial, Francisco Segovia, recordando que “fue un hombre que murió con las botas puestas”.

Así, matizada con experiencias de distintas raíces fue el encuentro que sostuvieron las mujeres con el gobernador provincia, Luis Garrido Ampuero, quien  agradeció la presencia de las mujeres en la mesa, porque “ustedes representan el esfuerzo y entrega de la mujer loína por su familia y su compromiso con la comunidad”, indicó.

La reunión culminó con la entrega de reconocimiento a las asistentes; Janet Ferrer Cruz, jefa de hogar; Teresa Cornejo Vallejos, transporte; Evelyn Marabolí Araya, orden y seguridad; Karla Alcántara Salinas, Ejército; Ana Huerta Pastén, comunicaciones; Sara Guajardo Torres, salud; Marcia Torres Torres, carabineros; María Araya Tabilo, y María Godoy Fuentes, educación: Evangelina Pizarro Apala, área rural indígena; Dámary Tapia Márquez, deportes; Ruth Olivares Bignani, desarrollo comunal; Carmen Gómez Muñoz, empresaria.

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