Oficial antofagastino murió hace 50 años por defender soberanía en la Laguna del Desierto.

Solemne y significativo fue el homenaje que rindió Antofagasta a quien fuera uno de sus hijos. El Teniente Hernán Merino Correa, nació en esta ciudad el 17 de julio de 1936 y la IIa Zona de Carabineros lo homenajeó recordando su el sacrificio por la soberanía nacional.

La ceremonia se realizó frente al busto del héroe nacional en la plaza que lleva su nombre ubicada en la Población Corvallis, sector norte de la capital regional.

La ceremonia fue presidida por el jefe de la II Zona, General Víctor Acosta quien explicó que es un orgullo que este hombre de bien, sea recordado por su entrega y sus obras, ya que a pesar de su juventud, no dudo en responder al llamado del servicio en innumerables ocasiones, “siendo un ejemplo no sólo para los hombres y mujeres que día a día renuevan su compromiso en los cuarteles de nuestro país, sino que también para la juventud”.

Como ya es tradicional la ceremonia se realizó en la Plaza que lleva el nombre del mártir de Carabineros ubicada en medio de la Población Corvallis, donde fue seguida por párvulos y alumnos de la Escuela Japón, además de vecinos del sector.

En el marco de esta conmemoración, los asistentes pudieron conocer un poco más de la vida del joven oficial, en la exposición instala a un costado de la plaza en memoria de su figura y legado.

Junto a los vecinos y escolares, también acompañaron a Carabineros en esta solemne ceremonia representantes del gobierno regional, de las fuerzas armadas, quienes recibieron la Moneda Conmemorativa de los 50 años del fallecimiento del Teniente Hernán Merino Correa, asimismo rindieron honores a la memoria del oficial antofagastino con ofrendas florales los círculos de oficiales en retiro, suboficiales mayores en retiro y pensionados de Carabineros.

Hace 50 años, el 6 de noviembre de 1965, falleció el mártir de Carabineros, conocido también como el “héroe del siglo XX”, protegiendo la soberanía nacional, cumpliendo con su juramento de servicio de dar la vida si fuera necesario.