EMPRESASVisto 1746 veces — 06 febrero 2014

Se firmó un nuevo contrato por 3 años, lo que permite el lavado de más de 25 mil prendas mensuales bajo los más altos estándares de calidad.

Como un modelo de sustentabilidad y un ejemplo de emprendimiento indígena ha sido destacada la lavandería comunitaria “Mujeres de mi pueblo”, la que opera en la localidad de ChiuChiu, en el corazón del desierto de Atacama, el más árido del mundo, la que renovó contrato de servicios por 3 años con Minera El Abra, empresa operada por Freeport McMoRan.

Precisamente este innovador proyecto fue creado hace siete años por Minera El Abra, como una forma de potenciar la mano de obra femenina local, otorgando a  mujeres indígenas un oficio que pueden desarrollar en sistemas de turno, apalancando recursos más allá de la tradicional actividad agrícola y ganadera que ejecutan ancestralmente para mantener a sus familias, como es el caso del cultivo de la zanahoria o el pastoreo.

El contrato fue suscrito por el Presidente de la comunidad atacameña de ChiuChiu, Osvaldo Wilson Galleguillos; y el Presidente de Minera El Abra, Cory Stevens, en una ceremonia donde además participaron el Gerente General de Administración de la cuprífera, John Gordon, y el Gerente de Comunicaciones y Asuntos Públicos, Yuri Rojo.

Cory Stevens, Presidente de Minera El Abra manifestó que “para Minera El Abraeste proyecto es muy importante. Refleja el compromiso social y comunitario que tenemos con nuestras comunidades indígenas del Alto Loa. La clave es que proyecto, como lo promueve nuestra compañía, se haga bajo una política respetuosa del entorno de la comunidad, sus costumbres, tradiciones, el medioambiente y su patrimonio étnico y cultural”.

En tanto, Yuri Rojo, Gerente de Comunicaciones y Asuntos Públicos de la compañía resaltó que “la clave ha sido trabajar con visión estratégica, apostando a la sustentabilidad y siempre en conjunto con la comunidad indígena porque es un verdadero sueño operar una lavandería industrial en medio del desierto más árido del mundo y en una localidad que no tiene alcantarillado. Realmente nos sentimos orgulloso de cómo esta empresa comunitaria ha ido creciendo en el tiempo”.

Hay que resaltar que este emprendimiento, administrado por la comunidad indígena de ChiuChiu y donde mensualmente se lavan más de 25 mil prendas, también realiza un aporte a la apertura de nuevas oportunidades de emprendimiento que se traducen en puestos laborales permanentes en las mismas comunidades rurales, lo que ayuda a evitar la migración indígena hacia Calama.

El proyecto ha ido creciendo en el tiempo, sobre todo después que la empresa comunitaria firmara un contrato de tres años con Minera El Abra para el lavado industrial de la ropa de sus trabajadores. Pero no se han quedado con este convenio ya que actualmente están prestando servicios a otras empresas mineras y contratistas de la zona, lo que refuerza la estabilidad laboral de las 21 personas que laburan, entre ellos un administradora, dos choferes-ayudantes y 16 mujeres operadoras.

Para alcanzar estas metas, Minera El Abra los capacitó y efectuó un proyecto de ampliación de las instalaciones, en paralelo del mejoramiento de la seguridad y la prevención de riesgos, especialmente en las áreas de descarga, clasificación, lavado y planchado. Consecuentemente, la minera reforzó el sistema eléctrico bajo estándares industriales, instaló una moderna plata de filtros para la reutilización de un 40 por ciento del agua usada en el lavado y se construyó un pozo absorbente para el proceso de evacuación de agua, que resuelve la falta de alcantarillado del pueblo.

 

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