EMPRESASVisto 2111 veces — 16 enero 2017

Con el apoyo de la oficina regional de ProChile, Fernando Montecinos despachó sus primeras 26 toneladas de algas prepicadas para uso industrial a la ciudad de Qingdao.

La historia de Fernando Montecinos era como la de muchos pequeños empresarios: entregar su producción a un intermediario para que éste hiciera el contacto con los importadores y cerrara el negocio. Sin embargo, hace un par de años, se acercó a ProChile y comenzó a capacitarse. Lentamente fue desarrollándose hasta que logró sumarse a las misiones comerciales que organiza la institución, especialmente al mercado asiático (grandes consumidores de productos del mar, entre ellos las algas).

“Las misiones sirven muchísimo. En los últimos dos años fui a Tailandia, Hong Kong, Guangzhou, Qingdao y Beijing, buscando importadores”, dice Montecinos. “La venta a Qingdao, en China, fue gracias a ProChile. Ellos me pusieron en contacto con la empresa Haiyang Xiangyu Seaweed, con el señor Roger Wang, vicepresidente de la empresa y con Santiago Tao, quien se encargó de todo el tema logístico. Entre todos ellos me ayudaron con todos los trámites de exportación”, agrega.

Marcia Rojas, Directora Regional de ProChile en Antofagasta, dice que don Fernando “es un ejemplo para el resto de los pequeños recolectores. Su caso demuestra que con perseverancia es posible convertirse en exportador”, dice.

Con respecto a los usos de este producto, Rojas señala que a partir de este insumo se hacen desde productos gourmet hasta cosméticos, shampoo, jabones, perfumes y ahora, últimamente, unos parches medicinales que sirven para curar las quemaduras.

Sobre los planes a futuro, Montecinos reconoce que “el objetivo es encontrar más compradores, la idea es asociarme con otros recolectores, tengo conversaciones con amigos en Tal Tal para poder vender más containers. Ya estoy moliendo para tener más sacos y presentarme con más producción. Ya aprendí cómo se hace”, dice.

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