El hecho ocurrió anoche en el cambio de turno y fue protagonizado por miembros el sindicato 2 que se encuentran movilizados ilegalmente en la afueras del terminal.

Un nuevo hecho de violencia protagonizó anoche un grupo minoritario de trabajadores del sindicato 2 que se encuentra movilizado de manera ilegal en las afueras de Puerto Angamos.

El hecho ocurrió en el cambio de turno -alrededor de la medianoche- cuando un grupo de individuos apedrearon uno de los buses que trasladaba a los trabajadores, aprovechándose de que la custodia policial se había retirado. Adicionalmente, dos individuos golpearon a un trabajador cuando éste los encaró.

Este lamentable hecho se suma a la seguidilla de actos de violencia ocurridos durante la huelga del sindicato 2,  como el saboteo de la línea del tren, las amenazas de muerte a trabajadores y sus familias, la agresión a una trabajadora, el apedreo de bus, el ingreso violento a las oficinas de Ultraport en Antofagasta con agresión brutal a carabineros, ocasión en que las cámaras de seguridad registraron la intervención directa de dirigentes del movimiento. Por todos los hechos anteriores existen denuncias en la justicia presentadas por la intendencia regional, carabineros y la empresa.

“Condenamos energéticamente estos actos de violencia. No vamos a aceptar que una minoría agreda de manera cobarde a la mayoría de nuestros trabajadores que hoy que quieren desempeñar sus labores de manera tranquila y defender su derecho a trabajar”, señaló el gerente general de Ultraport, Matías Laso.

El ejecutivo agregó que actualmente Puerto Angamos opera con total normalidad, y eso “se debe al compromiso y valentía de la mayoría de nuestros trabajadores. Estos últimos días no han sido fáciles para nosotros y nuestras familias. Nos vimos enfrentados a una serie de actos de violencia, amenazas y amedrentamientos por parte de un grupo minoritario que quiso y ha querido destruir a la familia Ultraport. Pero felizmente, la gran mayoría ha optado por defender su derecho trabajar  y no caer en el juego de un puñado que sólo quiere poner en jaque  las buenas relaciones laborales que hemos construido juntos en los más de 30 años de existencia de Ultraport”.