El fortalecimiento del desarrollo de la Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI) sin duda forma parte del futuro de nuestra región y la macrozona Norte del país.

Una serie de características excepcionales otorgan al Desierto de Atacama el carácter de Laboratorio Natural. Es considerado el más seco y más antiguo del planeta, tiene los cielos más limpios del hemisferio Sur, la más alta radiación solar, una riqueza minera y geológica única, y una biodiversidad que subsiste en las condiciones más extremas. Además, un valioso patrimonio prehistórico e histórico, junto a la epopeya de la minería y sus desarrollo tecnológico. Toda estas singularidades definen al Desierto de Atacama como un territorio que ofrece condiciones únicas para realizar investigación de impacto planetario, en una variedad de disciplinas.

Para la directora de Nodo LANDATA, Laboratorio Natural Desierto de Atacama, Dra. en Microbiología y directora del Centro de Biotecnología de la UCN, Cecilia Demergasso, “estas excepcionalidades están asociadas a servicios ecosistémicos en los que se basan actividades como el turismo, la minería, la observación astronómica, la agricultura, además de la generación de energías limpias y de productos biotecnológicos para la industria minera, entre otras. La ciencia entonces define, por una parte, los límites que los ecosistemas permiten para investigación, y por otra, promueve la visión y posibilidad de la circularidad de los recursos”.

¿Qué aporte tendrá el proyecto Landata para la región y la macrozona norte del país?

Esta iniciativa, financiada por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ANID, busca articular un Nodo académico multidisciplinario y multi-institucional en este Laboratorio Natural, para crear Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, para y con la ciudadanía, con el propósito de promover un desarrollo sustentable y relevar el patrimonio natural, científico, cultural, educativo, social y económico de la Macrozona Norte y del país. Esta nueva forma de hacer ciencia incluye el conocimiento acumulado por los habitantes del DA a lo largo de la historia y pone en valor los ecosistemas de los que depende la calidad de vida de las personas, el desarrollo sustentable del país y su proyección internacional.

¿En qué consiste la propuesta que Nodo Landata está desarrollando?

En primera instancia, definimos el territorio del Desierto de Atacama, e identificamos sus singularidades, condiciones que sólo se presentan en este lugar del planeta. Para investigar y analizar, seleccionamos tres zonas donde éstas se presentan reunidas, la Cuenca del Río Loa, Salar de Llamara, y la Península de Mejillones, donde cohabitan también diversas comunidades, ya sea ancestrales, urbanas, rurales, industrias y emprendimientos, todos dependientes de las singularidades del desierto, y el conocimiento aportado por estos vecinos, cuestiona y enriquece la mirada de la ciencia. Luego, a través de talleres recogimos información valiosa, que integramos con investigaciones científicas ya realizadas, para complementar el conocimiento, validando nuestras interpretaciones con los mismos actores y corrigiendfo diferencias, para luego iniciar la construcción de una Hoja de Ruta. Este documento propondrá acciones para crear CTCI para y con la ciudadanía, promoviendo un desarrollo sustentable que consideren tanto al medio ambiente como a las comunidades que habitan estos territorios.

¿En este caso, también resulta necesario acercar a la comunidad a la ciencia?

Exactamente, el proyecto Nodo Landata es una de las formas de acercar la ciencia a los territorios, validando la apropiación social del conocimiento y entendiendo que éste es transversal y transdisciplinario, las ciencias se articulan entre sí con otros tipos de conocimientos, como los saberes ancestrales, nutriendo así a las ciencias y haciéndolas más integrales y humanas.

¿Qué le falta a la Región de Antofagasta para ser un polo generador de ciencia?

Tenemos todo para hacer de este laboratorio natural un centro de investigación científica a nivel mundial. Solo falta valorar lo que nos regala la naturaleza del desierto, creando, fortaleciendo y articulando conocimiento que apunten a generar marcos regulatorios que fomenten la CTCI en este territorio, y que estas políticas públicas protejan y se hagan cargo por ejemplo, de los nuevos materiales de desechos de las nuevas tecnologías, que ya son parte de las problemáticas que el Nodo Landata está analizando, para integrar y entregar una propuesta robusta que nos permita avanzar en el desarrollo de la ciencia, desde, para y con las comunidades.