Una agenda apretada, una vida rápida e intensa, rodeada de gente todo el tiempo y con un nuevo proyecto tras otro, esa es la vida de Paola Quezada, mujer, madre, esposa, comunicadora estratégica, periodista profesión, gerenta de Agencia Redes y fundadora de Norte y Energía, además de Socia fundadora de la Asociación Gremial de Empresarias en Minería y Energía de la Región de Antofagasta E+MINERA AG.
Hoy, Paola se posiciona como una líder de las comunicaciones en frentes que, hasta no hace mucho, estaban muy masculinizados, demostrando a diario que las mujeres también hablan de emprendimiento, de minería, de energía y de marketing.
Para empezar. ¿Quién es, en tus palabras, Paola Quezada?
Soy una mujer que ha debido aprender a auto conocerse, lidiar con los desafíos constantes del emprendimiento, para poder crecer, no solo en lo profesional sino que también en lo personal. He tenido que aprender a derribar patrones y creencias limitantes para forjar mi camino viviendo de lo que más amo que es el marketing, la publicidad, el networking y apoyar a otros y otras emprendedoras.
Soy periodista de profesión, no obstante me he dedicado al mundo de la comunicación estratégica, asesorías, mentorías y el relacionamiento apoyando a empresas, proyectos e incluso marcas personales a posicionarse en un mercado tan potente y competitivo como lo es la industria minera y energética.
¿Cómo es que nace esta idea de formar tu propia agencia? De ser finalmente independiente
Todo comenzó por el 2014 o 2015, cuando ingresé al magíster de Comunicación Estratégica de la Universidad Católica del Norte. Ahí amplié mi mirada sobre el potencial de las comunicaciones y me dije ¿Por qué no abro mi propia agencia y me dedico a potenciar marcas? Y así empecé, con solo $100 mil pesos, que de hecho los usé para el dominio y para crear mi sitio web, esta empresa “Agencia Redes”. Y hoy está posicionada en el mercado no solo regional, sino que tenemos alcance nacional e internacional gracias al constante espíritu de superación y el poder del relacionamiento con otras organizaciones.
¿Crees que el periodismo sigue siendo un mundo muy masculinizado?
No sé si masculinizado a propósito, pero sí, en este y muchos otros rubros, estábamos acostumbrados a liderazgos masculinos, pero eso ha ido cambiando afortunadamente. Yo me dediqué siempre al periodismo más organizacional y sí, me tocó enfrentar un machismo muy duro de mis jefaturas, no todas, pero sufrí algunos episodios de menoscabo a mi profesión, por ser mujer y por ser joven.
Hoy como empresaria la verdad que me ha tocado muchos más, frases como “¿tan chica y dueña de un negocio?” o “dónde está tu jefe?” o “ahh pensábamos que eras solo la encargada de ventas ¿y tu gerente?”. En fin, pero eso no me ha detenido, todo lo contrario, es gasolina para mi motor de empresaria y líder de mis proyectos.
En el mundo en el que te desenvuelves, sector emprendimiento, energía, minería, que también son mundos que han sido históricamente liderados por hombres… ¿Crees que aún hay barreras para las mujeres?
Hay sesgos conscientes e inconscientes, y esto es cultural. Aún nos falta mucho pero creo que la hemos sabido luchar. En minería y energía se hacen esfuerzos para la equidad y hoy todos y todas se quieren subir al barco y eso es positivo, pero creo que hay que ver otros factores que vayan más allá de la “cuota” femenina, debemos avanzar hacia los liderazgos equitativos, la inclusión femenina en todo su espectro, el dejar de juzgarnos por decidir o no ser madres, por ejemplo, no me gusta el hecho de que tengamos que demostrar constantemente que podemos y que nos tenemos que comportar como hombres para ser respetadas, eso no es equidad a mi parecer, esto debe ser integrativo.
Siguiendo, crees que es complejo, aun hoy, ¿El desenvolverte en tu trabajo siendo madre? ¿Hay espacio en este mundo tan rápido y exigente para desarrollar “correctamente” la maternidad?
Sin duda no es fácil, y no se trata solo de los tiempos, que no nos alcanza para nada (ríe), sino que también el romper con esas creencias que nos inculcaron desde pequeñas, que hay que ser la super mujer maravilla y hacerlo todo, y la carga mental siempre está más del lado materno. Creo que eso agota tanto como llevar un negocio, entonces es importante el respeto a todos los tipos de maternidad y dejar de compararnos o darnos consejos no pedidos. Estoy segura que cada madre hace lo mejor que puede con lo que tiene y eso no puede ser invadido ni menos juzgado.
¿Qué le dirías a las mujeres que quieren empezar a desarrollarse en caminos no convencionales? Estos caminos que están rodeados de hombres o en que la presencia femenina aún es un poco lejana y que quizás no se atreven o piensan que no van a ser tomadas en serio.
Les diría que, primero, trabajen en su propio valor y convencerse a sí mismas de que son únicas, especiales y buscar eso que te hace auténtica. En el mundo de hoy donde la marca personal es más importante que nunca, se agradece la autenticidad y saber aceptar nuestras vulnerabilidades, nuestros errores, no temer a equivocarse y aprender cada día de otras personas.
Marcar la diferencia y atreverse hoy se vuelve necesario, ser la oveja negra, pero son finalmente la autoconfianza y mucha disciplina las que te llevarán muy lejos, eso he podido comprobarlo durante los últimos ocho años como empresaria.
Siempre me digo a mí misma “si hoy no se pudo, será mañana porque yo haré que funcione” y así he logrado cada proyecto, no importa cuánto se tarde pero me enfoco y lo logro.
¿Cómo sientes que se puede seguir potenciando a la mujer en todos los roles?
Se puede hacer demasiado y eso se ve hoy en día desde todas las esferas. Hay un compromiso y eso es importante, todas tenemos aptitudes, talentos y sobre todo tenemos la capacidad de compartir nuestra experiencia para motivar a otras personas. En mi caso yo trabajo en el empoderamiento de otras mujeres, emprendedoras, líderes de altos cargos ejecutivos, las ayudo a fortalecer todo el power que ya tienen pero que no comunican o les cuesta creérselas primero, y ahí está la clave, podemos motivar mucho pero la decisión de creer en ti es muy personal, pero que cuando ocurre ya no hay vuelta atrás.
Y último, de forma un poco más introspectiva… Si pudieras volver el tiempo y ver a la Paola de niña ¿Qué le dirías?
Le diría que no tema… Que todo pasa, lo bueno y lo malo. Hay que saber vivir con nuestra luz y nuestra sombra. Le diría también que no sufra por no poder controlar lo externo porque lo único que podemos controlar es a nosotros mismos, y que confíe, sobre todo que confíe en sí misma, que si uno actúa de buena ley sin dañar a nadie todo da buenos resultados.