CRÓNICAVisto 1702 veces — 07 agosto 2013

Tras la purificación de agua del Rio Loa a través de proceso de electrodiálisis y energía fotovoltaica, la calidad del escaso recurso para la zona cumple con los estándares de riego agrícola.

En Quillagua, a un costado del Río Loa, se probó una innovadora planta de desalación de agua a través de un proceso de electrodiálisis y energía fotovoltaica que fue diseñado para evaluar la factibilidad de desalar el agua con alto contenido de sales, boro y arsénico que fluye por el Río Loa.

Tras la puesta en marcha de la planta, los resultados del proceso fueron positivos porque ésta logró remover en un 99.9% el arsénico del agua, el boro en más de un 90% y el sulfato de cloruro también fue eliminado casi en su totalidad. Con la demostración de la efectividad de esta alta tecnología la calidad del agua sería la óptima para uso agrícola, cumpliendo con la Norma Oficial Chilena de Riego 1333.

El director del proyecto, Javier Quispe, destacó que “prácticamente la calidad el agua tras el proceso podría ser utilizada para el consumo humano, por lo que con creces su uso podrá ser destinado al sector agrícola. Ya tenemos certeza de que es factible desalinizar el agua con esta planta piloto, lo que quiere decir que estamos preparados para avanzar a su segunda etapa”.

Segunda etapa del proyecto

La planta piloto que fue financiada por el Fondo de Innovación para la Competitividad de Asignación Regional (FIC-R), es uno de los dos proyectos de investigación que está desarrollando el Ministerio de Agricultura en Quillagua con la finalidad de optimizar el recurso hídrico en esta zona conocida a nivel mundial como el punto más seco del planeta.

Ante la eficacia del proyecto por sobre plantas de tratamiento de agua a través de un proceso de osmosis inversa donde se utiliza más energía y el descarte de agua es mayor, la planta de electrodiálisis contempla una segunda etapa de ejecución que consiste en diseñar y construir un prototipo de mayor tamaño. Esto con la idea de vincular la planta a mayor escala con el invernadero de lechugas hidropónicas que está operando en Quillagua.

“La etapa que viene a continuación contempla el diseño y construcción de un prototipo de mayor tamaño que libere entre los 10 y 100 litros horas. El nuevo modelo podrá estar vinculado al proyecto de hidroponía bajo cubierta ubicado en Quillagua y al nuevo proyecto de sistema de riego, ambos proyectos bajo financiamiento del Ministerio de Agricultura”, explicó el seremi de Agricultura, Gerardo Castro.

 

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