Los trabajadores del Sindicato de Enaex Planta Mejillones han votado abrumadoramente a favor de iniciar una huelga legal en demanda de un aumento salarial real del 10%, además de una serie de beneficios adicionales, incluyendo un bono de término de conflicto de 12 millones de pesos y un préstamo blando. El proceso de negociación que comenzó el pasado 12 de junio ha llegado a un punto muerto, lo que llevó a la intervención de la Dirección del Trabajo para mediar entre las partes en conflicto.

La votación del Sindicato arrojó un resultado aplastante, con 90 votos a favor de la huelga y solo 1 voto a favor de la oferta de la empresa. La principal discrepancia radica en el reajuste salarial, ya que la empresa solo ha propuesto un aumento basado en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), una oferta que los trabajadores consideran insuficiente para hacer frente al aumento en los costos de vida. Los asociados del sindicato insisten en un aumento real del 10%, más el IPC, además de un bono de término de conflicto y un préstamo blando de 2 millones de pesos para aquellos que lo necesiten, entre otras mejoras laborales.

Con más del 90% de los empleados representados por el sindicato, la planta de Enaex corre el riesgo de paralizar sus operaciones si la huelga se hace efectiva. Esta situación tendría un impacto significativo en la producción de nitrato de amonio de grado explosivo, ya que Enaex Planta Mejillones es la principal proveedora del sector minero nacional.

La mediación de la Dirección del Trabajo es la última oportunidad para alcanzar un acuerdo satisfactorio para ambas partes antes de que se concrete la huelga legal. Los 96 asociados del Sindicato de Enaex Planta Mejillones, que representan a diferentes áreas de la empresa, están firmes en su búsqueda de mejores condiciones laborales y esperan que la intervención de la autoridad pueda allanar el camino hacia una solución consensuada.

Enaex Planta Mejillones forma parte del holding Sigdo Koppers y su producción es de vital importancia estratégica, ya que abastece principalmente al sector minero nacional. La incertidumbre en torno a la resolución de esta negociación colectiva mantiene en vilo a los trabajadores, la empresa y a toda la comunidad local que depende de la actividad productiva de la planta.