Este proyecto del Gobierno garantiza el acceso universal y gratuito de todos los niños y niñas a la educación parvularia a partir de los 3 años. Asimismo, establece el kínder como un nivel obligatorio, pasando de 12 a 13 años de educación garantizada, obligatoria y gratuita.  

Con votación unánime la Cámara de Diputados aprobó este miércoles 17 de julio la reforma constitucional que establece el Kínder obligatorio y que asegura el acceso universal y gratuito a la educación para todos los niños y niñas desde los tres años. 

 “Estamos muy contentos con la aprobación unánime en la Cámara de Diputados de esta reforma constitucional enviada por el Presidente Sebastián Piñera. Las grandes desigualdades que tenemos en Chile se originan desde la cuna y si queremos realmente avanzar hacia un país más justo y equitativo, tenemos que invertir en la primera infancia. Por eso ésta es una gran noticia para nuestro país”, afirmó la ministra de Educación Carolina Schmidt.

 En la actualidad cerca de 16 mil niños no asisten a kínder, situación que es casi diez veces mayor en el quintil más vulnerable que en el de mayores ingresos.

Este proyecto –que ahora pasará al Senado- conlleva que todos los menores puedan recibir los conocimientos y desarrollar las habilidades asociadas a ese nivel educativo, avanzando de manera importante en igualar las oportunidades de aprendizaje de las niñas y niños chilenos.

 A nivel nacional existen 33 mil cupos para kínder que no están siendo utilizados, es decir, la capacidad dobla la cantidad de niños que no asisten a este nivel educativo.

 Por otra parte, hoy casi la mitad de los niños (49,4%) en edad de asistir a nivel medio mayor (de 3 a 4 años) no lo hacen, lo que equivale a  cerca de 120 mil menores. De ellos, 61% pertenece a los dos primeros quintiles, es decir, son parte de las familias más vulnerables del país. 

 Según la Casen 2011, el 87% de las familias que no envía a sus hijos a prekínder y kínder dice que no lo hace porque lo considera “innecesario”. Al respecto, la Ministra de Educación explicó que “la principal razón por la cual las familias no envían a sus hijos a kínder es cultural. Esta concepción hace fundamental este cambio constitucional. La educación parvularia no es para enviar a cuidar a los niños, sino que es justamente para que se desarrollen y puedan alcanzar su máximo potencial a través de la educación”.

Esta reforma constitucional se suma a otras iniciativas que ha impulsado el Gobierno en materia de acceso, financiamiento y calidad de la educación en la primera infancia. Ejemplo de ello son el incremento en un 20% en el monto de la subvención regular para prekínder y kínder; el aumento de la SEP en 21%; el aumento de los recursos para Junji y Fundación Integra y el Proyecto de Ley que establece una autorización obligatoria y habilitante para la creación y funcionamiento de todos los jardines infantiles y salas cunas.