SALUDVisto 1946 veces — 10 mayo 2020

“Abrazos virtuales” fue la iniciativa que implementó el personal del Hospital Regional de Antofagasta para que los pacientes covid del recinto puedan comunicarse con su familia mediante video llamadas.

En lo operativo, los equipos clínicos agregaron a sus rutinas habituales de cuidados el llevar tablets a los pacientes que no tienen cómo comunicarse con sus seres queridos. Son ellos quienes llaman a los familiares vía internet y luego sostienen la tableta frente al paciente para permitir el diálogo.

La iniciativa partió con una inquietud planteada por el gremio de enfermeros del hospital a la subdirección de enfermería del recinto. José Carrera, secretario de ASENF explica que esta es una práctica implementada en varias partes del mundo y que ellos consideraron que urgía adoptarla por el bienestar de los pacientes.

Karen Guerrero, encargada de gestión de usuarios del hospital, detalló que la oficina de informaciones, reclamos y sugerencias (OIRS) realiza una selección de personas internas que no tienen canales de comunicación con el exterior y contactan a la familia para acordar día y hora de llamada.

Agregó que también hay una coordinación con el equipo clínico del piso y establecieron la presencia de un psicólogo en caso de necesitarse contención emocional antes o después de la llamada.

Sandra González, enfermera supervisora del piso donde están los pacientes covid-19 del hospital (séptimo piso), manifiesta que ellos no sólo velan por la parte física del paciente, sino que también por la dimensión emocional. “Este es un trabajo voluntario de nuestro personal que va más allá del protocolo”, destacó.

PRIMER ABRAZO VIRTUAL

La primera paciente que recibió un “abrazo virtual” en el hospital fue Fabiola Reyes. Cuenta que llegó al hospital por una afección cardiaca y que le hicieron la PCR de manera preventiva.

Manifiesta que no tiene síntomas, que en general se siente bien y que la tratan muy bien en el hospital. Pero le ha pasado la cuenta el aislamiento, sobre todo al no poder ver a su hijo menor.

Tuvo una compañera de cuarto por un par de días, pero ahora está sola.

Francisca no tiene celular para hablar con su familia, la que también está en aislamiento. Cuando entraron con la tablet a su habitación no pudo contener la emoción, se llevó las manos al rostro y salieron unas pocas lágrimas de sus ojos.

Pero fue sólo un momento, inmediatamente pasó a la alegría y a preguntar por los integrantes de su familia. También le pregunta a su hijo si le hicieron llegar un papelito que le envío.

Pasa su aviso: que le guarden su regalo para el día de la madre, porque lo pasará internada.

Al final de la comunicación llueven los besos virtuales a través de la pantalla. Vuelve la emoción al rostro de Fabiola, mira al personal médico que la rodea y da unas sinceras gracias. Su sonrisa lo dice todo.

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