FFMCS 2025Visto 1587 veces — 01 diciembre 2025

Con una pasión por la ciencia desarrollada desde niña, una trayectoria siendo Scout, un cariño por la divulgación científica con niños y una carrera que empieza pero que ya brilla, como las estrellas en los cielos, Josephine, actual estudiante de Doctorado en Astronomía en Astrofísica y Astroinformática en la Universidad de Antofagasta, se dedica al estudio de los cielos del norte de Chile, y hoy se enfoca en lo que es una realidad: Cómo abordar la basura espacial en la atmósfera de la tierra para evitar afectaciones futuras en la humanidad.

Para empezar, esta pregunta es más personal, si pudieras contarnos un poco ¿Quién es Josephine, en tus palabras?

Voy a partir por lo académico porque siento que es más fácil describirlo, es algo más tangible. Josephine actualmente es una estudiante de primer año de Doctorado de Astrofísica y Astroinformática de la Universidad Antofagasta. En marzo de este año defendí la tesis de Magíster en Astronomía también en la Universidad Antofagasta y previo a eso estudié una licenciatura en Física con mención en Astronomía en la Universidad de Valparaíso. Esa ha sido mi trayectoria en cuanto a lo académico. Entre medio también he hecho cursos de prácticas pedagógicas, porque la verdad me gusta harto todo lo que es enseñar, ya sea en la universidad o ir a los colegios. De hecho, estuve dos años haciendo clases en colegios, entonces siempre me ha gustado tener las herramientas para poder trabajar en ello. Además, que también se da mucho con la vinculación cuando uno va con los colegios y todo eso. En lo personal, tengo 29 años, yo salí del colegio del 2013, así que básicamente llevo estudiando desde el 201, soy Scout, y eso lo digo siempre porque desde que ser Scout me ha ayudado harto, a hablar con las personas, yo no podía expresarme de hecho con las otras personas, me gusta el aire libre, estoy casada, soy feliz. Una buena descripción, ¿Verdad?

Que bonito eso de hacer clases en colegios y de potenciar el conocimiento especialmente en los más pequeños. Un ade las cosas que hablamos en este ciclo de entrevistas es que a veces cuesta un poco traspasar los conocimientos a otras personas, entre ellos niños, porque a veces el lenguaje es demasiado técnico o muy abstracto, o a la tercera edad, pero ellos quieren saber también, tienen interés ¿Cómo adaptamos el lenguaje para que finalmente todos podamos saber de ciencia y de astronomía? Que es un tema que acá, al menos en la región es bien potente.

Sí , sabes que las habilidades que adquirí en Scout me ayudaron mucho a poder comunicar de forma súper efectiva la ciencia a distintas edades, porque he trabajado con niños muy chiquitos en párvulos, de hecho, tenemos proyectos con párvulos cuando vamos a los colegios, te puedo sacar la actividad súper rápido, o también hemos trabajado con las Casas del Adulto Mayor en actividades como Astroacuarela. Este año no se retomó porque este año creo que fue tejiendo el sistema solar, entonces fueron como talleres en los que los abuelitos tejían planetas.

¡Qué bonito! Quería preguntarte ¿Cómo es que tú llegas a encantarte con la astronomía? ¿Cómo llegas a esta área de la ciencia? ¿Siempre te viste estudiando estas carreras?

No siempre, porque típico cuando uno es chico, yo me acuerdo cuando era chica quería ser veterinaria, porque me encantan los perritos, entonces uno ah, yo quiero ser veterinaria, Pero te das cuenta de que es súper crudo ser veterinario y no hubiese podido la verdad. Pero yo creo que la decisión igual encuentro que la tomé pequeña, o sea en consideración a lo que he visto en otras ocasiones, porque yo me acuerdo que iba en octavo básico así que debo haber tenido como 13 años más o menos. A mí me gusta el anime, entonces desde chiquita de visto anime y había una serie que se llamaba Twin Spica; en esta serie la protagonista quería ser astronauta y era como una escuela donde los preparaban para ser astronautas, pero obviamente trataban muchos temas del espacio y trataban muchos temas de astronomía. Entre esas cosas hablaban de unas estrellas que yo no conocía y siempre he sido bien curiosa, entonces la serie me encantaba de verdad. Entonces empecé a investigar los mismos temas que hablaban en esta serie, los empecé a buscar en Internet y ahí empecé como por Wikipedia empecé a aprender como que era una estrella binaria, cierto que las estrellas como que las catalogaban según su brillo en las constelaciones, cosas así. Y después en el mismo tiempo, encontré un programa que daban en no sé qué canal, pero que se llamaba El Universo, y todos los capítulos eran un tema distinto que te iban explicando, era como un tipo documental, y yo creo que esas dos cosas fueron como lo que primero encendió la llamita y nunca se apagó. Porque como te digo, esta historia, esta serie me inspiró mucho porque de verdad, aunque sea animación, era súper inspiradora, y eso sumado a la curiosidad que yo tenía, empecé a buscar en Internet y después este otro programa lo nutrieron y así. Tenía cada vez más información y yo quería saber y saber, le preguntaba a mi mamá, pero ella no cachaba mucho porque era de otra área, después le empecé a preguntar a mis profesores y listo, astronomía y todavía ni siquiera veía física. Entonces después fue como “ya, entré a primero medio y me tiene que ir bien en física, porque si no, no voy a poder ser astrónoma”. Así que eso fue yo creo lo que siguió y siempre me gustó desde ese momento nunca más lo dejé.

¡Una decisión desde muy pequeña! ¿Y tu familia cómo lo tomó tu decisión? Pregunto porque, algo que también hemos conversado con otras entrevistadas, es que en Chile tenemos esa inclinación por carreras más bien tradicionales, pero no por carreras que están destinadas a hacer ciencia. A los niños en general, tanto niños como niñas o adolescentes, no se les inculca el camino científico para seguir como una opción de vida o desarrollo profesional. ¿Cómo lo tomaron en tu caso?

Yo creo que la primera vez que se lo dije a mi mamá, en una de esas como que no me tomó tanto en cuenta. Puede ser, estoy especulando porque igual era pequeña, entonces era como “Se le puede pasar”, es como cuando los niños pequeños dicen “Ah, quiero ser bombero”, algo así. Pero después yo creo que en primero medio me empezó a tomar más en serio porque como yo empecé a hablar con mis profesores, los profes me decían así como “Ya, pero tienes que estudiar esto y esto”, y me pasaban libros de la PSU, para que preparara la PSU y me fuera bien la PSU. Entonces ahí yo creo que mi mamá lo empezó a ver como una opción más seria de carrera. Nadie en mi familia es del área de la ciencia, ni siquiera de las matemáticas, todos son por el lado humanista. Pero yo siempre tuve un interés científico, porque me metía a los talleres de ciencia o a los clubes de ciencia desde chiquitita, y mi mamá me apoyaba. Y después en realidad cuando se dio cuenta que era algo más serio, fue como “Ya, es lo que tú quieres, pero tienes que hacerlo, y tienes que hacerlo bien. Yo te voy a apoyar, pero hazlo”. Y eso porque también está esto generacional de que tu estudias, vas a la universidad para que tengas un trabajo y para que ese sea tu camino, y no voy a negar eso, mi mamá era muy marcada, y muy estricta en ese sentido, pero no creo que haya tenido un mayor estigma cuando lo aceptó. Yo creo que al principio fue como cosas de niño y después fue “Ya, esto es serio, ya, pero vamos a apoyarlo”.

¿Y cómo fue tu ingreso al mundo universitario? Este es otro tema que hemos hablado ampliamente, y es la representación femenina en ciertas áreas de la ciencia. Hay carreras que siguen siendo muy masculinas, pese a que se ha ido avanzando ¿Cómo lo viviste tú?

En cuanto a la cantidad, te voy a dar un pequeño preámbulo porque yo por distintos temas me cambié de colegio en 3º y 4º medio, los hice en un colegio nuevo, y este colegio tenía el dinamismo de que en tercero medio te separaban todas las listas y creaban nuevos cursos, estaba el humanista, el biólogo y el matemático, entonces todo el curso era el electivo. Obviamente como yo quería estudiar astronomía, yo me fui al matemático. Y el matemático era un curso con cuarenta cabros, de los cuales fácil treinta y seis eran hombres, o sea todos ahí querían estudiar ingeniería y todo, pero también éramos como cuatro mujeres en un curso de 40. Después entré a la universidad y la verdad es que el dinamismo fue más o menos similar, igual éramos poquitos porque en mi generación entramos 30, pero por física propiamente tal éramos 20, y de los 20 habremos sido unas 5 mujeres aproximadamente. Sí, o sea hay una brecha en cuanto al ingreso, pero eso es que eso viene de los colegios, entonces al final si es que tú no motivas las matemáticas y las ciencias en los colegios, las niñas nunca van a entrar a carreras que necesiten matemáticas, porque van a pensar que no son capaces y eso es algo que lo digo porque también trabajo para Ingeniosas, y es algo que se ve desde los colegios. Bueno, después la carrera siguió avanzando, ahí empezaron a entrar más mujeres porque abrieron cupos, en la Valpo abrieron menciones, entonces estaba Física mención Astronomía, mención Ciencias Atmosféricas y mención Ciencias computacionales, y Ciencia atmosférica, que era lo que antes era meteorología, entonces igual harta gente entraba como “ah, quiero ser meteorólogo” y ahí con el tiempo iban entrando más mujeres y se fue como emparejando un poco eso en cuanto a estudiantes. Pero por ejemplo en cuanto a los profes, sí yo veía más astrónomas que astrónomos, pero más físicos que físicas, de hecho, no había ninguna física. Eso era curioso porque el instituto era Instituto de Física y Astronomía, pero los físicos eran puros hombres. En el lado de la astronomía si, es un campo donde hay más mujeres, y en el magíster después acá en la UA, las dos que entramos éramos mujeres, así que en verdad como que en postgrado se empieza a equiparar un poco. Yo creo que la gran brecha está en el pregrado y a veces en el doctorado, pero el doctorado ahí hay un estudio ANID, que muchos no terminan el doctorado, en realidad, muchas mujeres no terminan el doctorado.

Y eso también puede estar asociado a otro tipo de carga, generalmente las mujeres que ingresan a doctorados suelen tener una trayectoria, una vida familiar, a veces son madres y no pueden conciliar el trabajo, los hijos, la investigación, la academia, etc. Y al respecto de lo que hablabas, igual hay estudios que de hecho demuestran que a los 8 años las niñas ya están destinadas a tener carreras en áreas más sociales o humanistas que científicas o matemáticas.

Yo ahora, dándole vueltas un poco, porque yo decía chuta, entonces qué habrá sido en mi yo de 8 años, porque varias veces escucho eso, que optó por seguir intentando las matemáticas y todo eso. ¿Y sabes qué? Contribuyendo a eso, yo creo que son dos cosas, yo si bien soy bien piola en el sentido no me gustan los conflictos, trato de ser bien conciliadora, pero soy terca, o sea, si algo no me sale me tiene que salir, si me dicen que no puedo, es que sí voy a poder. Y lo otro es que mi papá y mi tata son eléctricos, entonces si bien mis papás son separados, entonces no vivían juntos, siempre yo vi cómo arreglaban las cosas en la casa, entonces eso siempre eso me llamó la atención, y a pesar de que mi mamá no tenía nada que ver con eso, ella siempre hizo las cosas de la casa, ella siempre construía los muebles, arreglaba los enchufes, era como la maestra chasquilla. Entonces yo creo que eso también pudo haber afectado en cómo visualizar ciertas carreras, porque en realidad si lo pienso y veo más atrás, yo nunca sentí mucho la estigmatización de estudiar algo que era de niña, por ejemplo, como si pasa en otros casos.

¿Cuál es tu visión del panorama actual de la astronomía en Chile? Acá tenemos cielos privilegiados, pero también se produce esta dicotomía con la población y que se ve harto en redes sociales, comentarios sobre las luminarias por ejemplo, el reclamo de siempre de que Antofagasta es muy oscuro, pero tenemos estos cielos reconocidos a nivel mundial ¿Cómo ves el panorama? ¿Cómo podemos también empezar a acercar un poco para que la gente pueda entender también el por qué es importante desarrollar astronomía?

Primero que todo yo creo que hay que concientizar a la gente, eso yo sí lo veo como un deber del científico por así decirlo. ¿Y por qué te lo digo? Porque mucha gente dice “No, es que el científico va a estar encerrado en el laboratorio”, y si es así, hay mucha gente que está encerrada en su oficina, en su laboratorio y que no ve que sea necesario interactuar con el medio o tal vez ir a dar una charla, algo así. Pero yo encuentro que es más que eso, porque al final la ciencia no es nada si tú no la logras comunicar, o sea, lo que nosotros no es nada si es que no lo podemos comunicar a la sociedad y obviamente si es que nosotros queremos trabajar, la sociedad tiene que estar consciente de lo que estamos haciendo y de la utilidad, porque seamos sinceros, las personas si no le ven una utilidad muchas veces no logran decir “Oh bueno, esto es importante”. Entonces con respecto a lo que tú mencionabas, esto incluso es algo que sí se habla a nivel de la Sociedad Chilena de Astronomía, la SOCHIAS, hace poco hubo un congreso y hubo un panel de discusión con respecto a lo que era la contaminación lumínica. Y bueno, una de las cosas es el problema no es que esté muy iluminado, el problema es que, si yo quiero sentirme segura, quiero iluminar el suelo, quiero iluminar la tierra, que es donde yo estoy, donde nosotros estamos haciendo nuestras cosas, pero no iluminar el cielo. A veces se tergiversa la idea, porque dicen, “No, es que quieren iluminar menos”. No queremos iluminar menos, queremos iluminar la tierra. Lo que pasa es que muchas veces esta luz irradia hacia arriba y es algo solamente geométrico, es la forma del farol, que si estuviese un poquito más tapado arriba, no te va a iluminar el cielo. Y a las personas no les importa que ilumines el cielo, porque lo importante es que lo que esté iluminado para que nosotros nos sintamos seguros, es la Tierra, ¿Cierto? Y si bien los colores cálidos te dan como una sensación de oscuridad, es solamente la sensación, porque en realidad en cuanto a lúmenes, ilumina básicamente lo mismo. Y yo creo que las personas en general no razonan esa parte, y se da esto de “estamos iluminando menos”, cuando en realidad no es que estemos iluminando menos, porque no se trata de iluminar menos, sino de iluminar el suelo. Y ahí es donde yo creo que está la pega del científico, de poder ir a crear instancias en las cuales podamos comunicar esto. Nosotros también somos parte de la sociedad, entonces nosotros también nos queremos sentir seguros, pero ese sentirse seguros también es proteger nuestro patrimonio. Porque otra cosa es que no es solamente patrimonio astronómico científico, sino que también es un patrimonio astronómico cultural, que viene desde nuestros propios pueblos, que tenían toda una historia, que tenían toda una forma de ver el cielo, que eso se pierde, de hecho, es una frase ya está un poco trillada, de que nosotros ya no estamos viendo el cielo que veían nuestros abuelos. Y probablemente si seguimos como está, nuestros nietos no van a ver el cielo que nosotros podemos ver ahora, porque se va a ir perdiendo, porque no vamos a tener la conciencia de proteger este patrimonio natural, cultural y científico. Entonces, a nivel nacional se están haciendo cosas. Es un tema en la Sociedad Chilena de Astronomía, las normativas de regulación de contaminación lumínica están en pie en Chile, porque cabe resaltar que eso es un compromiso que tiene Chile con la ESO, que es esta asociación de observatorios europeos, el gobierno chileno se compromete a manejar la contaminación lumínica para que estos telescopios estén acá. Entonces además va algo como internacional, en relaciones internacionales, es bien completo y complejo el tema de la contaminación lumínica, y yo creo que la única forma es educando y para educar el científico tiene que salir de su oficina.

Es un tema igual que debe ser tomado en consideración no solo por los científicos, sino que existan políticas públicas de difusión, programas de difusión del por qué existen este tipo de luminarias, cómo funcionan, para poder erradicar en parte ese discurso repetitivo que viene desde la ignorancia también.

Y ojo que va de la mano también de las políticas, esto no lo había querido mencionar todavía porque está como más ligado a lo que estoy haciendo yo, es que hay un conjunto de políticas que se puedan desarrollar, porque si bien ahora estamos con normativas, hay ciertas políticas en otros ámbitos que están nulas, o sea nada, y que están contaminando también nuestro planeta. Y hablo de las industrias, porque ellos al final también son los que tienen el dinero y muchas veces también las políticas se mueven, entonces si no estamos estos tres actores sociales en la misma sintonía, es difícil poder avanzar en estas áreas.

Iba a aprovechar de preguntar ahora sobre el desarrollo de la ciencia y la investigación en Chile, porque de repente se hace un poco difícil hacer ciencia especialmente desde regiones por recursos. Pueden estar todas las intenciones, todas las ganas, un equipo incluso comprometido, pero de repente faltan las lucas, faltan los recursos, es muy competitivo. ¿Cómo lo has visto tú inserta también en el área de la investigación? ¿Cómo es el obtener fondos desde regiones y cómo es hacer ciencia especialmente en Antofagasta?

Esta área en Chile particularmente a mí me toca un tema doloroso en ese punto, no lo voy a hacer tan personal, voy a hacerlo más general. Es bien competitivo, yo creo que igual un buen proyecto bien escrito siempre tiene chance, pero todos quieren hacer cosas y no es que una sea mejor que la otra, hay muy buenos proyectos en todos lados, entonces a veces da esta sensación de que tienes que sobreexplotarte para tratar de ver todas las posibilidades, postular a los distintos proyectos para ver qué proyecto al final te toma en cuenta para poder hacer la ejecución de tu idea. Al fin y al cabo una forma que yo esto lo he visto acá particularmente en la Universidad Antofagasta, no lo he visto tanto en otros lugares, así que lo destaco acá, que acá trabajan mucho con la multidisciplinariedad, o sea que no solamente el astrónomo se queda con los astrónomos, sino que el astrónomo también se vincula con el biólogo, también se vincula con la pedagogía, también nos vinculamos con las humanidades, porque de esa forma podemos crear proyectos que sean multidisciplinarios. Entonces, así nacen proyectos como la alfabetización en la primera infancia, que es un proyecto conjunto a la carrera de educación parvularia, por ejemplo, y es algo novedoso y por lo tanto podemos abarcar un grupo que antes no estábamos abarcando. Entonces sí es competitivo, pero yo creo de verdad que la clave es esto de la multidisciplinariedad, porque nos permite abrir más puertas. Entonces podemos encontrar otros nichos en los cuales digamos “Hola ¿nos puedan tomar en cuenta?”. Ahora, es un problema, y esto igual lo tengo que mencionar, es un problema que en cuanto a lo que son los proyectos regionales, la demora con la que te llegan los dineros, porque ya te ganas el proyecto, genial, pero después no te llega el dinero y resulta que hasta que no te llegue el dinero tú no puedes empezar el proyecto, pero también tienes que presentar avances, pero si no tienes el dinero, no tienes los avances, y es súper engorroso y estresante, porque al final, voy a tomar algo que tú dijiste, seguimos siendo científicos, hacemos ciencia, y aparte tenemos que estar pendientes de mucho, como papel burocrático, que al final tenemos que aprender en el momento, porque en la universidad, en licenciatura en Física, jamás tuve un ramo en el que me enseñaran cómo eran los plazos, los papeles para postular a un proyecto regional. Tal vez para mucha gente es más intuitivo, pero para nosotros no es así, uno lo aprende en la práctica, cometes errores, eso hace que tu proyecto se caiga, lo sigues intentando y lo logras, pero cuando lo logras aún así tienes problemas. Y eso ya es una carga súper psicológica y emocional que te deja un poquito mal.

En tu apreciación personal, ¿Tú crees que, independiente de los fondos y lo demás, el hacer ciencia desde regiones tiene algún componente más difícil que hacerlo, por ejemplo, desde las grandes casas universitarias o desde Santiago?

Sí, por supuesto, porque, y de hecho va mucho tal vez en los fondos que las universidades te puedan destinar, pero va incluso en la forma que la universidad te mira a veces. Porque, por ejemplo, no sé, grandes casas de estudio, comparémonos con la Chile, La astronomía en Chile partió en la Universidad de Chile, entonces es un núcleo que está súper establecido, y es que si te habla un astrónomo de la Chile, pucha, piensas en José Massa, piensas en María Teresa Ruiz, piensas en Mónica Rubio, que son figuras súper establecidas. Entonces, si es que alguien te habla, ya, vamos a hacer una actividad de astronomía en Santiago, y que va a estar, y podemos llevar a tal o cual persona, va a encender con agua, va a encender porque además va a tener el respaldo de su universidad, porque la casa de estudio propia entiende de que la ciencia es algo que tiene que promover. Yo a veces siento que en las universidades de regiones, en donde tenemos institutos que son más pequeños, no grandes como los de Santiago, no se nos toma en cuenta. En si somos buenos porque somos el índice de publicación de la universidad, y publicamos tanto al año, pero a la hora de dar espacios, de pedir un auditorio, por ejemplo, hay trabas y más trabas. Entonces tal vez tratar de hacer una actividad de vinculación, por ejemplo, con la universidad, cuesta. Y yo creo que esa es la realidad de las universidades regionales. A Medicina y Derecho en todas las universidades te las van a pescar. En Astronomía no, somos como el grupo de astrónomos, el grupo de personas que ven las estrellas, no nos van a pescar en todas las universidades.

Ahora pasando a otro tema. Un poco más personal, durante tus años de trayectoria, ¿Ha habido algún momento en que hayas dicho “Para esto estudié”? Un momento de realización personal para ti.

Sí, debo admitir que eso lo sentí más en el magíster, el pregrado fue súper turbulento. No, pero no los profesores, no por la universidad, sino que porque era todo demasiado intenso. Pero sí, cuando estaba en el Magíster, que de hecho fue cuando llegué acá a la Universidad Antofagasta, viví otra forma de astronomía, porque como era un instituto más pequeño, sentía que el trato era mucho más humano, era mucho más cercano. Y por ejemplo, la primera vez, porque yo creo fueron dos, la primera vez que fui a La Silla, porque por los proyectos y consorcios que tiene mi advisor, que es Penélope Longa Peña, nos llevó el primer año del Magíster a observar a La Silla. Y el segundo año, que eso fue el año pasado, fui una semana, pero me quedé sola observando y ahí fue como “Ya, yo me puedo quedar sola en un telescopio profesional”, porque estamos hablando de la Silla, de la Eso. “Lo puedo manejar, yo puedo hacerlo” Y eso fue genial. Yo creo que ese fue como uno de los primeros puntos de realización. Y yo creo que el segundo punto de realización fue mi tesis de Magíster, porque cuando estábamos eligiendo los tópicos, habían algunos que no me llamaban, que era lo mismo que estaba haciendo antes. Y cuando elegí mi tema de tesis, que era que fue relacionado con los satélites que tenemos en órbita baja, y voluntariamente si fue buena o mala idea, le puse una brecha, un brazo social a la investigación y dije no, ¿Sabes qué? Esto sí, porque estoy haciendo ciencia, estoy haciendo algo que ayuda mi comunidad astronómica, y también lo estoy analizando a nivel social. Entonces yo creo que esto sí es lo que tengo que hacer. Entonces, esos dos hitos, yo creo que mi tesis de Magíster y la primera vez que fui a observar y me quedé sola observando en La Silla, fueron estos hitos de realización de la carrera.

Y ahora por el otro lado, es la misma pregunta, pero si es que tú en algún momento has sentido algo como “Esto no es lo mío”, o “No está valiendo la pena”. ¿Alguna vez has tenido ese momento como de saturación?

Completamente, completamente. Y eso sí fue en el pregrado, de hecho estuve muy cerca de cambiarme de carrera. La ciencia es súper sacrificada, yo creo que en todas las áreas es súper sacrificada, y cuando tenéis problemas económicos es más todavía, porque trabajas mucho, porque tienes que seguir pagando cosas, tienes que seguir pagando la universidad. Cuando yo estaba en el pregrado mi familia estaba teniendo hartos problemas económicos, y yo pensé en cambiarme a ingeniería civil industrial, porque era como “Me va a salir más fácil, voy a poder encajar en cualquier lado y voy a poder ganar plata y ayudar a mi familia”. Lo pensé mucho, había ciertas asignaturas y ciertos roces con algunos profesores que te hacían validar al final esas ideas de que no iba a poder terminar la licenciatura, no tenías las capacidades para terminar la licenciatura. Pero como soy terca y si bien tuve el bichito mucho tiempo, fue como “No, tengo que terminar, por último, después en continuidad de estudios saco la ingeniería en lo que sea, y trabajo en ingeniería, pero voy a sacar la licenciatura”. Y al final saqué la licenciatura, trabajé dos años en colegio, entré al magíster y me reencanté en ese último año de colegio. Me reencanté, así como cuando empecé a trabajar con los niños y ver las unidades de astronomía en el colegio.

¿En qué proyectos estás ahora? ¿Qué es lo que estás desarrollando actualmente?

Mi área de investigación actualmente es satélites, satélites de órbita baja como los Starlink y todo esto que se está lanzando. Entonces, si bien yo en el magister estudié cómo el brillo se reflejaba en estos satélites, cómo eso afectaba la astronomía, porque nos dejan líneas feas y no podemos al final hacer ciencia con esas imágenes, desarrollé un instrumento y todo. Para el doctorado voy a seguir la misma línea pero con una pregunta que me hice en el magister. De hecho mi tema de tesis del Doctorado es una pregunta que yo me hice en un ramo, se la hoce a una profe y me dijo “Es que eso no se ha estudiado” y ahí dije “Ya, aquí está”. Un poquito de contexto, nosotros tenemos muchos satélites en la órbita, cuando se lanzó el primer Starlink teníamos alrededor de 2.300 satélites activos, actualmente son alrededor de 13.000 satélites activos, hartos más. Y eso obviamente trae un problema de basura espacial, de contaminación que, vale decir, antes del 2020 la órbita no se consideraba un medio, entonces no podías contaminar la órbita, porque no era un medio que podías contaminar supuestamente bajo las leyes. Eso cambió, empezó a cambiar y dentro de las ideas que son las que están actuales, que para que no haya basura espacia estos satélites se van a quemar en la atmósfera de la Tierra. Entonces así no va a haber basura espacial, y de allí nace mi pregunta, poruqe estamos hablando de miles y miles de satélites, y mucha gente se los imagina del tamaño de una pelota de futbol, pero no es así. Actualmente los últimos diseños de los Starlink tienen el tamaño de un bus, o sea, estamos pensando en que casi cada 5 años, que era el plan, se van a desorbitar estos satélites para que se quemen nuestra atmósfera, ¿Y cómo eso va a afectar nuestra atmósfera? Estoy preparando ya el proyecto para postular a ANID, y lo que voy a trabajar en mi tesis es cómo la quema de los satélites en la atmósfera afecta tanto en la dinámica y en la química de nuestra atmósfera, ya sea a nosotros que respiramos la atmósfera, y también cómo esto puede afectar incluso a la astronomía, porque obviamente puede hacer nuestra atmósfera más opaca, entonces no nos va a dejar ver este telescopio que está viendo la Silla. La Silla tal vez no pueda ver lo mismo que veía antes de que la atmósfera sea más opaca. Ahora, esto es un área de estudio que recién se está viendo, recién se está comentando, entonces no es como que tengamos certeza de lo que va a pasar, pero tampoco podemos tener certeza de que si vamos a empezar a tirar toneladas y toneladas de metales a la atmósfera, no vaya a pasar nada, si no es algo natural. Entonces la idea es eso, es ver cómo afecta y hacer las simulaciones computacionales necesarias para ver si dejamos de inyectarle masa, bueno, el daño que haya se puede recuperar o no. Así que eso, porque también mucha gente dice, “no, es que es más pesado, entonces va a caer”, pero no todo lo que se quema, no todo el hollín es más pesado que la atmósfera, o sea, hay moléculas que van a ser más pesadas, otras que van a ser más o menos del mismo peso, probablemente van a quedar ahí, y otras que tal vez se vayan, pero no se sabe porque no se ha estudiado, y en eso es lo que estoy ahora.

Y aparte que claro, es un área que es relativamente nueva, porque hace, no sé, 40 o 50 años atrás no estábamos mandando satélites todo el tiempo como se hace ahora, ¿No?

Y el problema de la sobrepoblación de satélites, y esto, aclararlo, no estamos en contra de los satélites por ningún motivo, los satélites son buenos, el desarrollo tecnológico es muy bueno, el problema es la gran proliferación que están teniendo y es desmedida, y ahí es donde tomo un poquito la palabra, que no hay políticas que lo regulen tampoco, porque cada país puede tirar la cantidad de satélites que quieran, entonces, si no hay políticas que nos permitan regular eso, vamos a seguir contaminando y contaminando hasta que pase algo que ha sido la historia de la humanidad, hasta que pasa algo que ya no es tan reversible, y ahí recién tomamos conciencia.

Tengo una última pregunta, y está relacionado con un mensaje. ¿Cuál es el mensaje que le dejarías tú como científica a los niños, niñas y adolescentes que hoy en día están pensando en ciencia, que les gusta pero que no se atreven a tomar este camino?

El mensaje que yo les dejaría primero es que sean tercos, o sea, nadie te puede decir que tú no puedes hacer algo porque solo uno se pone sus propias limitaciones y que si quieren y les gusta, ¿Cuál es el problema con poder hacerlo? Las limitaciones son sociales, las limitaciones a veces son familiares, pero las limitaciones nunca van a estar, nunca pueden estar en uno. Que se atrevan a incursionar porque es necesario, o sea, actualmente como va evolucionando la sociedad, necesitamos más ciencia, porque la ciencia, estudiar ciencia te llevar al desarrollo tecnológico y el desarrollo tecnológico eventualmente te lleva al desarrollo como sociedad. Y que de la mano no se olviden de que son parte de la sociedad, que es algo que a veces a algunos científicos se les olvida, que seamos científicos, no significa que somos un ente aparte, no somos unos marcianos, somos parte de esta sociedad, estamos inmersos en la sociedad y por lo tanto somos actores que tienen que conversar con otras partes de la sociedad. Que protejamos también dentro de la ciencia nuestro medio ambiente, porque no tiene sentido hacer ciencia o desarrollo tecnológico desmedido si es que nosotros no somos conscientes del impacto que estamos teniendo. Entonces el mensaje para estas nuevas generaciones es que sean tercos, que nadie les puede decir que no pueden hacer algo, o sea, solo ellos conocen sus límites. Y la verdad que lo segundo es un mensaje más a la sociedad, porque la única forma de mitigar los efectos negativos que nosotros podamos tener por cualquier tipo de contaminación, y en este caso como es astronomía, pensemos en contaminación lumínica o satelital, siempre va a ser esencial combinar los avances tecnológicos con las regulaciones, pero también con las estrategias educacionales, porque desde ahí es donde partimos que la colaboración tiene que existir entre la comunidad científica, entre el gobierno y entre las compañías. Esto es clave porque debemos tener un balance entre todos estos actores, entre la tecnología, entre el desarrollo tecnológico y el preservar nuestros cielos oscuros, que no les dé miedo preservar nuestro medio ambiente.

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