CRÓNICAVisto 2035 veces — 01 julio 2012

El presidente de la Asociación de Agricultores de Chiu-Chiu, Abdón Gómez, se encuentra esperanzado y contento con los valores altos de producción obtenidos en la primera etapa de los análisis de agua, suelo y rentabilidad que ponen en valor a la quinua en el poblado. El denominado grano de oro, ecológico de gran valor nutricional por años dejó de sembrarse en la localidad que hoy ve con nuevos ojos su introducción que en los 3 mil 500 kilos promedio alcanzados en un poco más de una hectárea significarían ingresos de 17 millones y medio de pesos para el polo regional de producción hortícola.

En el parador agroturístico Ckaitchi Tarar y con la presencia de agricultores, representantes de supermercados, empresas, gendarmería y del mundo público vinculado al agro INDAP destacó los beneficios de la introducción del alimento del altiplano en la zona. El cereal considerado científicamente uno de los más sanos y completos con una amplia variedad de usos llevó a las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación a declarar el 2013 su año internacional en reconocimiento a los pueblos andinos que han sabido preservarlo en el tiempo.
Harina, jugos, postres, tragos y hasta un suplemento alimentario para deportistas son sólo algunos de los derivados que acompañado de los altos rendimientos alcanzados en una decena de agricultores de Chiu-Chiu vaticinarían una poderosa transformación. La directora (T) de INDAP Región de Antofagasta, Jannette Araya, expresó que “estos resultados generarían una oportunidad para la realización de un segundo proyecto en la localidad para lo cual se están generando alianzas con empresas”.

El gerente zona norte de Supermercados Tottus, Ricardo Manríquez, manifestó que “las empresas cuando llegan a estas ciudades tienen que ser una ayuda, por eso tenemos que generar sinergia para que en conjunto logremos los objetivos”. Además agregó que “Tottus quiere ser parte de la región y queremos tener dentro de nuestro supermercado productos regionales, por eso vamos a tener un sector que diga producto regional y le vamos a dar mucho énfasis a las personas de la zona”.

De esta manera Jannette Araya adelantó que “para este segundo semestre se está pensando ampliar la superficie de cultivos para articular con más infraestructura y maquinaria, para así dar cumplimiento al reglamento sanitario de los alimentos”. De esta manera, “el producto contará con su respectivo análisis nutricional, empaque y presentación que permitiría acceder a mercados más exigentes”.

Por su parte, el director del Departamento de Agricultura del Desierto de la Universidad Arturo Prat, José Delatorre, destacó que “en esta es la primera etapa, en la evaluación de siete variedades se han encontrado valores muy altos de producción que no se dan normalmente en otros lugares y que nos muestra que Chiu-Chiu es un lugar privilegiado en la producción de quinua”. Por lo tanto, añadió que la localidad atacameña “se puede llegar a convertir en un interesante polo de desarrollo, que hay que transformarla a la quinua, esa es la etapa que sigue, convertirla en un producto de mayor valor, lo que significa rentabilizar más”.

Una exitosa inserción de un cultivo ancestral que permite rescatar las antiguas tradiciones y costumbres del mundo andino, abriéndoles a los agricultores del sector nuevas perspectivas de comercialización. Una apertura a la diversificación de las producciones en el predio que amplía los horizontes de la agricultura del desierto en zonas áridas y en altura con respeto al medio ambiente.

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