Entre telas, colores y prendas, Daniela Madariaga se ha creado un nombre en el mundo de la moda en Antofagasta. A través de Damajos, su tienda de ropa, la Ingeniera en Administración de Empresas creó una comunidad en que todas las mujeres, de todas las tallas, se pueden sentir identificadas y encontrar, a través de Daniela, alguien con quien compartir el gusto por la ropa, las tendencias, y sobre todo, que la seguridad a la hora de vestir es el mejor accesorio. Dani, quien se define a sí misma como insistente y luchadora, venció sus miedos y se convirtió en la propia modelo de su tienda, definiendo así un antes y un después en su marca, en sus compradoras y en su forma de emprender.
Cuéntame, tú estudiaste una carrera en la universidad, pero finalmente te dedicaste a crear tu propio emprendimiento ¿Cómo fue partir para ti? Porque emprender es distinto al mundo tradicional, no hay un sueldo fijo todos los meses.
Bueno, esto es como un carrusel, hay veces que uno está así como en llamas, y hay veces que es como “Por qué me dediqué a esto”. Pero desde los inicios sí fue difícil, en el sentido de poder organizar, porque uno tiene muchas ideas, pero para poder ir organizándolas y materializándolas. Creo que eso me gustó, la organización, organizarme tanto en la parte económica como también ir viendo que iba a vender, o sea, qué público iba a llegar. Entonces como que me inspiraba a seguir y a veces no, habían caídas, y al final en esto de emprendimiento uno tiene que ir aprendiendo de eso y no desanimarse tampoco, en el sentido de que decir “Ya me fue mal, todo lo cierro, vendo todo, chao”. Pues si tú quieres dedicarte a esto, tienes que ir con la mente bien abierta de que van a haber caídas, pero de esas caídas se va a aprender para seguir más adelante. Y creo que eso desde los inicios eso me ha ido ayudando a llegar donde estoy ahora, porque igual tenía hartos miedos. Empecé de bien poquito, en una puerta bien chiquitita, no me conocía mucha gente. Luego después me cambié a una galería, en la galería me iba bien pero no daba abasto porque era muy chiquitito, hasta que encontré mi local y ahí fue como que me hice más conocida y llegué a más gente y de ahí fuimos partiendo. Pero sí, ha sido un camino como te digo, difícil, pero se puede.
¿Cuál fue el recibimiento que tuvo tu familia al tú decir “Saben qué, yo no quiero trabajar en una empresa, no quiero trabajar en un corporativo, quiero dedicarme a hacer lo que lo que a mí me gusta en el fondo, que es la moda”?
No, fue mal, fue mal, para que te voy a mentir. Fue malo porque como te comentaba, igual mi mamá, al menos las mamás igual tienen esa expectativa de que tú estudiaste y no sé, y te quieren ver como la gerente de una super mega empresa y no sé qué. Y para mi mamá fue difícil aceptarlo, a pesar de que yo siempre le decía a ella, que ella también fue emprendedora y ahora ella ha logrado hasta dejar de trabajar gracias al fruto de su trabajo. Aun así mi mamá lo vio como algo negativo, mi papá también. Creo que fue más el apoyo de parte de mi pololo y de mi hermana también, que como que me decían “Sí, dale, si tu quieres, dale”. Pero si mis tíos, todos estaban así como “Pero cómo vas a dejar que se dedique a eso si ella estudió”. Y hasta el momento de ahora creo que han entendido que es lo que me gusta, es lo que al final me hace feliz y siento que también les ha dado seguridad, que han visto resultados.
¿Tú crees que es importante que cuando uno emprende forme red? En el sentido de tener a alguien que te ayude, que te apoye, incluso puede ser tu familia, tu pololo, tus amigos u otros emprendedores también que te vayan guiando en el fondo.
Mira, yo siento que sí. En el momento cuando yo inicié no había tanto boom del Instagram como es lo es ahora, que es casi todo por Instagram. Y en ese momento yo participaba en hartos desfiles que se hacían Antofagasta, hasta cuando estaba en las mises del 14 del aniversario de Antofagasta, igual éramos patrocinadores, etc. Y ahí siento que igual hice hartas redes y gracias a eso también me conoce harta gente al día de hoy. Ahora siento que que he bajado ese contacto con más personas, pero siento que sí es muy importante. Es muy importante tener redes, especialmente con más emprendedores, porque así tú también vas retroalimentándote, así como si tú puedes ayudar a otro emprendedor que está iniciando, también puedes recibir ayuda de otros emprendedores que a lo mejor pasaron por cosas que uno está pasando, y cuando uno lo ve todo negro te pueden dar consejos para ir saliendo a flote e ir trabajando todas esas problemáticas que se presentan en el emprendimiento. Pero sí siento que es muy necesario tener redes de apoyo tanto de la familia como también de otros emprendedores amigos. Igual hay hartas chicas que han iniciado su emprendimiento, me preguntan y yo siento que para entregar el conocimiento no hay que ser egoísta, entonces siento que igual a lo que pueda aportar siempre les respondo, las ayudo, porque como te digo, antes igual en cierto momento era más fácil en el sentido de que, no sé, te digo, en la época de mis papás, cuando ellos emprendieron, ellos se ponían con su local y la gente llegaba sola. En cambio ahora no, ahora uno tiene que decirlo así, como competir en un mundo de muchos emprendedores que quieren lograr el mismo objetivo tuyo. Entonces uno tiene que ir actualizándose, estudiando, no es solo llegar y poner el producto, es cómo trabajarlo, trabajar para poder llegar a la cliente, a la gente que tú quieres venderle también, a tu público objetivo.
Tú estudiaste una carrera ligada al área de la administración, algunas cosas fueron más fáciles porque las viste, ¿Pero qué crees tú que es lo más difícil de iniciar en un emprendimiento? Desde lo formal, lo administrativo ¿Qué es lo que sientes que más te cuesta?
Organizarse con los dineros. Hoy día, de hecho estoy haciendo un curso respecto a eso, en el sentido de que claro, uno lo primero que tiene que hacer es tratar de hacerse un sueldo, aunque sea un sueldo mínimo, pero a tratar de tener esa base, porque claro, uno el emprendedor recibe, tiene ingresos todos los días y eso es muy difícil manejarlo, muy difícil porque claro, uno gasta después ¿Y esta plata de dónde la saqué, de acá? Y uno igual compra mercadería, que esto, que esto otro, entonces eso es lo principal, ordenarse para después llegar a fin de mes y que no te dé ataque de todo lo que se te fue de las manos.
El gato hormiga…
Sí, el gasto hormiga, él me lo merezco. Sí, creo que eso es lo más complicado, como tratar de uno decir yo soy un trabajador más de esta empresa y tengo que pagar, tengo que considerarlo dentro.
Hablemos del sello de Damajos, porque en el fondo tú pasaste de trabajar con influencers o con chicas conocidas acá en Antofagasta a ser tú la imagen de tu tienda ¿Cómo fue ese proceso y por qué se dio?
Primero, para mí fue igual difícil. Como que tampoco fue como que ya me creo la supermodelo y me voy a lanzar. No, fue súper difícil. Fue un proceso igual interno de aceptación, de volver a quererme, de cuidarme. Y también el proceso también inició por el tema de que yo sentía que lo que claro yo le pagaba a chicas influencers y todo el tema, pero sentía que no estaba logrando entregar lo que quería, lo que era la esencia de Damajos, ¿Me entiendes? Estaba siendo igual que todos en realidad, estaba subiendo una foto y la dejaba ahí y ya una chica que cumple con los parámetros de la sociedad, por decirlo así, y se quedaba ahí la foto, etc. Hasta que pasó el tema de la pandemia y ahí obviamente no me podía juntar con nadie, necesitaba empezar a mover la tienda nuevamente y ahí como que me surgió la idea y un día dije así como “¿y si me empiezo a sacar fotos yo?”. Y después dije no, la verdad me da miedo, me da me daba mucho miedo a la crítica, o sea yo decía imagínate yo subí una foto mía y no sé y gente me dice oye que no sé, un comentario pesado o algo así, eso me daba mucho miedo y hasta que un día dije ya lo voy a hacer. Igual el José, mi pareja me apoyó un montón en eso, me decía hazlo, si no te sientes cómoda lo dejas de hacer, pero inicia con eso y creo que eso le digo el plus a mi tienda, así un montón porque mucha gente se siente muy identificada con la tienda en el sentido de que dicen “Oye voy a ir, y voy a encontrar algo que me guste, que me quede porque si ella se lo coloca y a ella le queda bien, porque a mí no me va a quedar bien”. Entonces a las finales como que cambié el plus de la tienda al sentido de la tienda, y como te digo eso nos ayudó igual a diferenciarnos un montón de otras de otras tiendas y he sentido que con mi comunidad hemos hecho el match de que ellos también hayan sido respetuosos y que hayan recibido súper bien el tema de que yo fuera la modelo de mi propia tienda. Y como dicen igual a la final la única forma de que tu emprendimiento sea exitoso es ser uno mismo influencer de su propio producto, porque tú eres el que sabes lo que te costó, lo que has trabajado, uno le hace llegar a la gente como ese sentimiento, entonces igual como te digo, me costó, sí me costó, pero lo he trabajado y siento que ahora como que estoy fluyendo ya más en ese sentido de ser como el rostro de Damajos.
¿Hay alguna experiencia que te haya marcado en estos años junto a Damajos?
Sí, fue cuando ya teníamos la tienda en el centro. Me acuerdo de que claro, nosotros habíamos hecho una campaña con chicas, ese tiempo fue con chicas L y XL, y recién yo estaba empezando, todavía me sacaba fotos yo, pero recién estaba como empezando a querer cambiar esto, no siempre seguía el patrón y claro esta chica llegó y nos dijo “Oye menos mal que cambiaron los modelos”, porque después ya volvimos a trabajar con la chica del principio, y continúa “No daban ganas de venir a comprar con esas modelos que estaban usando”. Nosotros de verdad quedamos súper impactadas con la que era vendedora en ese tiempo, y eso creo que me dio el plus para seguir haciéndolo y decir “Oye hay que cambiar esta mentalidad”. O sea no solamente hay que llegar a un público sino que a todos y así he conversado con muchas clientas, me han dicho que gracias a que yo igual me saco las fotos me sienten como más cercana, como que prácticamente le estoy comprando a una amiga, o si no me dicen “Dani, mira yo tengo las tallas parecidas a ti, ¿Tú crees que esto me quede bien?” Y ahí yo les voy ayudando o las voy asesorando, etc. Entonces siento que si cumplí el objetivo con al final haberme atrevido a hacer yo el rostro de mi propia tienda.
Claro, ese sello del que hablábamos, porque al final la ropa no es solo para las chicas XS o S o que son tallas más estándar en la industria, y finalmente todas tienen el derecho de vestirse bien, de sentirse bonitas, porque eso es lo que impacta, el cómo vas proyectando hacia los demás, especialmente al sentirse seguras con lo que visten.
Mucho, mucho, mucho y de hecho y de que encuentren tallas, de que digan “Si, me quedo bien, pensé que no me iba a quedar”. Eso lo escucho mucho, mucho, mucho en la tienda y como tú dices igual, pues yo igual he tratado de comunicar a mi comunidad de que comprarse ropa no es un sentido frívolo, no es como decir “eres consumista”, no, yo lo veo por el lado de que comprarte ropa es entregarte seguridad porque tú te vas a sentir bien. De hecho, o sea uno mismo haciendo el ejercicio, tú a veces como no sé, por la casa uno anda con una calza, polerón y el moño arriba, pero cuando uno se arregla, se cambia ropa, uno sale a cualquier lado, con amigos, de verdad el sentimiento cambia en uno y es cuático. O sea uno se siente súper bien, te sientes linda, te sientes observada, no sé, es como otro el sentimiento de sentirte empoderada y decir “Oye me puse esto pero me siento bien, me siento bien conmigo misma”, no tengo que estar diciendo “ay mira que se me ve el rollo”, o no sé. Entonces eso es lo que también quiero comunicar, si te gusta, póntelo, o sea, nada más te impide que tú misma ponerte algo que te gusta. Si a la final la gente va a hablar por sí o por no, y da lo mismo, si al final uno tiene que sentirse bien. Y eso es lo que también me ha gustado de llegar a más público, de que hay mucha gente que se ha atrevido a ocupar las prendas de mi tienda y para ocasiones importantes. No sé, me pasó una vez también que cuando estábamos en la tienda llegó una chica acompañando a una amiga, que la amiga se iba a comprar ropa y ella no, ella era como talla 40 e iban a ir a la misma fiesta, pero la chica me dijo “No gracias, no, yo estoy acompañando a mi amiga”. Y a la final nos quedamos conversando, estuvieron harto rato ahí, ya al final la convencí y se atrevió a probarse cosas, se llevó un conjunto completo y estaba súper contenta, nos agradeció un montón porque cambió el switch, porque yo sé que cuesta, que cuesta cambiar ese switch y más cuando uno llega a lugares donde tú ves la ropa y dices “no, esto nada me va a quedar bien”. Entonces al final creo que ese es el sentimiento que estoy tratando de entregar y ha sido bien aceptado por toda mi comunidad.
Dani, ¿Qué le dirías a las personas que están buscando emprender pero que les da miedo? ¿Cuál es el consejo que tú les darías?
Lo primero es decirle que se arriesguen, que se arriesguen porque como dicen, el que no se arriesga no cruza el río. Y esto es verdad, porque como te decía anteriormente, uno no siempre puede decir a la primera me fue bien. Este no es mi primer emprendimiento, yo tuve varios emprendimientos antes y fueron fracasos tras fracasos y después se dio que ya dije “Quiero emprender en algo que me gusta, que es la moda”. A mí me encanta igual el tema de la moda, entonces dije voy a hacer esto y ya le di como el palo al gato, como le dicen. Pero sí, es arriesgarse y si uno cree en una idea tiene que potenciarla y capacitarse un montón. Hay personas que piensan claro, abro un Instagram y subo producto y no es así, es capacitarse, estudiar, estudiar al público que tú quieres llegar. Yo siempre digo, esto quizás no lo vamos a estudiar en la universidad, pero sí es como una carrera, porque nunca uno termina de aprender y si hay que capacitarse, estudiar todo, pero se puede. Y como siempre le digo a la gente que me pregunta igual le digo arriésguense, arriésguense. Si no te resulta, no hay nada que perder. Hay que perderle el miedo también a la cámara. Y si uno va a crear una comunidad, tiene que ser bien honesta y cercana, porque la persona que te va a comprar, no te va a comprar quizás por el producto, porque el producto puede encontrarlo en 10 tiendas más, pero te va a comprar porque le gusta como tú estás comunicando, cómo estás ofreciendo ese producto. Entonces a la final es eso, es un trabajo, pero siempre hay que arriesgarse, hay que darlo todo porque uno está trabajando para uno mismo. O sea, si en tu trabajo, si en un trabajo formal tú lo dabas todo, o sea, hay que darlo dos veces más porque es tuyo.
El emprendimiento es al final tu hijo
Exacto. Yo siempre digo tengo dos hijos, mi emprendimiento y la Agustina, porque sí, porque te hace pasar rabia, te da alegría, etc. Pero es algo que tú has trabajado tanto que el sentimiento es tan grande cuando dices “Oye, realmente lo estoy logrando, a pesar de todo lo estoy logrando. Pero sí, pues como te digo, hay que arriesgarse y estudiar, capacitarse y darlo todo.
Y la última pregunta Dani… Si tú pudieras ver a la Dani del pasado, la Dani que quizá estaba pensando en emprender recién, que todavía no se decidía, ¿Qué te dirías?
Lo primero que le diría es que si lo logramos, lo logramos. Y con muchas cosas. Porque no sé, el otro día vino una clienta, o sea una amiga, ya es una amiga, que se acordaba de cuando yo iba a la u, cuando estudiaba derecho, y yo iba en con el auto y decía “Oye chiquillas, sabes que traje cosas para vender, no sé si las quieren ver”. Y yo abría la parte de atrás del auto y ahí todas me decían “Dani, ¿Te acuerdas de cuando empezaste así? Yo decía realmente si empecé. Y me quité la vergüenza total y le di para adelante. Y ahora estoy aquí con mi tienda establecida, con gente que no sé, yo me encuentro en la calle y me dice “Tú eres la de Damajos” me saluda y me dicen “Me encanta tu contenido, me encantan las cosas que traes”, Y eso me llena un montón. Y yo digo, todo mi trabajo que fue muy cuestionado por muchas personas y por mi misma, yo también me auto cuestionaba así como ¿Por qué estoy haciendo esto? Mejor hago algo distinto. Entonces sí le diría que lo logramos, que a pesar de todo lo que nos costó, estamos aquí todavía, a pesar de que pasamos por una crisis social, una pandemia que yo lo veía todo negro, estamos aquí todavía dándolo todo y esperamos seguir para adelante con más grandes cosas. O sea, si esto hay que seguir trabajándolo y seguir explorando porque cada vez hay más oportunidades y cada vez hay más conocimiento que uno va a ir adquiriendo para ir avanzando en el tema de los emprendimientos.