CRÓNICAVisto 1803 veces — 08 julio 2017

Intendente Regional, Arturo Molina, valoró la realización del estudio “Diagnóstico y monitoreo ambiental de la bahía Mejillones”, que financia el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) por un monto cercano a los 290 millones de pesos

El primer monitoreo ambiental integrado y participativo financiado por el Gobierno Regional a través del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), comenzó a desarrollarse en toda la bahía de Mejillones, desde Punta Chacaya hasta Punta de Angamos, como parte del estudio “Diagnóstico y monitoreo ambiental de bahía Mejillones”, que coordina la Secretaría Regional del Medio Ambiente y ejecuta el Centro de Ecología Aplicada (CEA).

Así lo pudo constatar el Intendente Regional Arturo Molina, quien, a bordo de una embarcación de pescadores locales, en compañía del seremi del Medio Ambiente, Felipe Lerzundi y dirigentes de la pesca artesanal y de la Capitanía de Puerto de esa comuna, conoció los detalles del estudio así como los sectores donde se realizarán los muestreos que permitirán levantar información de metales pesados, hidrocarburos y variables ambientales en columna de agua, sedimentos y biota de toda la bahía.

En la oportunidad, la primera autoridad regional destacó que “ésta es la primera vez que se realiza un diagnóstico ambiental en la bahía de Mejillones con inversión pública, la que en este caso bordea los 290 millones de pesos.

En tanto, el seremi del Medio Ambiente, Felipe Lerzundi, explicó que “los monitoreos son participativos y transparentes porque consideran la colaboración de representantes de la pesca artesanal local, como apoyo logístico, y también, de representantes de la Asociación de Industriales de Mejillones, como observadores. Este monitoreo que hemos apreciado hoy es el primero de los cuatro comprometidos y su objetivo es levantar información de metales pesados, hidrocarburos y variables ambientales en columna de agua, sedimentos y biota de toda la bahía”.

La autoridad ambiental precisó que los monitoreos serán complementados con la instalación de una boya oceanográfica para el seguimiento en tiempo real de variables básicas que medirán el comportamiento de la bahía.

Durante el recorrido estuvieron acompañados además, del director del CEA, Manuel Contreras, quien destacó lo importante que ha sido desarrollar un trabajo participativo junto al sector industrial y pescadores del lugar.

Al respecto, el director del Sindicato de Pescadores Algas Rojas, Raúl Riquelme, dijo “que este estudio es una primera evaluación. Tal vez se encuentren los primeros focos de qué está impactando la bahía. Tenemos esperanza de que con este estudio se den luces de cuáles son los focos fuertemente contaminantes. Cada año la bahía va empeorando, esto es un problema de todos, de la comunidad, de los científicos, de las entidades públicas, de los empresarios, todos deberíamos trabajar con ese propósito de tener una bahía sana, de tratar de convivir y ayudar un poco al medio ambiente, a las bajas de oxígeno, que es el principal problema que provoca las grandes varazones de todos los años”, puntualizó.

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