CRÓNICAVisto 949 veces — 15 julio 2014

En el año de la Agricultura Familiar, cerca de un centenar de agricultores reciben insumos necesarios para continuar con la tradición agraria heredada de sus antepasados

Pequeños agricultores de las localidades de Talabre, Camar, Socaire, Peine y Toconao recibieron herramientas, insumos, fertilizantes, carretillas y una serie de materiales básicos para el trabajo de campo por concepto de Capitales de Trabajo. Un apoyo canalizado por INDAP a través del Programa de Desarrollo Territorial Indígena, PDTI Atacama La Grande, en alianza con la Municipalidad de San Pedro de Atacama que busca fortalecer la agricultura de las comunidades halladas al borde del salar.

La agricultora de Socaire, Mónica Cruz, agradecida por el apoyo otorgado, señaló que es “una ayuda que les sirve para el sustento diario de sus familias que se encuentran asiladas y alejadas de los centros urbanos”. Así también, la agricultora de Toconao, Tita Espíndola, manifestó que “con la instalación del programa en estas comunidades se ha masificado el apoyo, las cuales se han hecho más urgentes, después de los daños ocurridos con la crecida del río de años anteriores”.

Una ayuda que les permite continuar con el legado agrario atacameño que les traspasaron sus padres y abuelos y que luchan a diario para salir adelante, dedicándose a esta actividad basada en el maíz, la alfalfa, el turismo y la ganadería menor. Un aporte que INDAP y la Municipalidad de San Pedro de Atacama han querido mantener y fortalecer, proporcionándoles los elementos necesarios para su preservación gracias a un convenio que los agricultores y agricultoras con su trabajo y amor a la tierra han querido que permanezca en el tiempo.

La directora de INDAP de la Región de Antofagasta, Jannette Araya Villarroel, enfatizó que “para que el programa PDTI funcione depende del compromiso, el entusiasmo y las ganas de seguir cultivando que tengan los agricultores”. Y en este sentido, es que “estas comunidades son un ejemplo, ya que algunos han innovado en sus cultivos y nosotros tenemos el deber y la voluntad de seguir apoyándolos y otorgándoles la asistencia técnica que requieran para el desarrollo agrícola de una agricultura tradicional con pertinencia étnica”.

El Ministerio de Agricultura, a través de INDAP trabaja en cercanía y sintonía con las demandas de los agricultores del desierto para robustecer y fortalecer la herencia de los antepasados y así conservar su cultura, tradición y costumbres. Un hecho que permitirá a esta región seguir y mejorar la oferta turística rural que tienen su sustento en las raíces de los primeros habitantes de esta zona.

 

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