FFMCS 2024Visto 1606 veces — 09 noviembre 2024

Tras su paso por la universidad y varias experiencias en pandemia, Débora Medero Carvajal se decidió por ejercer como abogada de forma independiente, especialmente en el derecho de familia, ayudando así a mujeres en situación de vulnerabilidad que requieren ayuda y apoyo legal. Con un perfil cercano, distinto y alejado de los abogados más convencionales, y una personalidad chispeante, la joven madre y abogada no solo gana en tribunales, sino también, se gana el corazón de sus seguidoras en redes sociales y de sus representadas.

Débora cuéntanos ¿Cómo te defines a ti misma? ¿Quién es Débora?

Me definiría como una mujer que no se rinde, quizás así, porque la verdad es que el camino para poder llegar a donde estoy hoy día ha sido súper, súper largo, agotador, con muchas cosas que he tenido que sobrellevar, superar, aprender, pero no me he rendido. He luchado cada paso para poder lograr este sueño, porque en realidad, como te decía, todos quieren buscar su camino y emprender sola no es fácil, no es fácil. Yo partí este proyecto sola, hoy día ya no estoy sola, tengo otra persona más en este grupo, pero uno se encuentra con varios obstáculos, el miedo al qué dirán, el miedo a que no te vaya bien…

Te iba a preguntar justo en esa área, la mayoría de los abogados egresan, se van a bufetes de abogados, o se van al ámbito público, algunos se dedican incluso al ámbito político, ¿De dónde nace este impulso de ser independiente, de decir “quiero armar lo mío”?

La verdad es que la mayor motivación, para ser honesta, fue poder compatibilizar mi maternidad con el trabajo. Esa fue en realidad el impulso. Porque en el ámbito laboral, tú sabes que es súper complejo que un empleador entienda esta situación, entienda de que tú eres mamá, de que tienes que muchas veces ir a buscar a tus hijos, dejarlos en el colegio, emergencias, urgencias. Y en mi caso personal, yo tengo dos hijos y no tengo mucha red de apoyo, somos mi marido y yo, y mi marido trabaja por tunos. Entonces yo soy abogada de profesión, pero sigo siendo mamá, sigo siendo dueña de casa, y al no contar con red de apoyo, me era súper complejo entrar a un trabajo y quizás enfrentar también este prejuicio social de las mujeres trabajadoras, de que por ser mamá, por ser mujer, no lo haces bien, no te dedicas bien, o vas a tener problemas con los horarios, etc. Entonces ¿Sabes qué? Gracias a Dios mi profesión me permite trabajar sola. O sea, partamos de esa base, que por lo menos tengo esa libertad de que puedo trabajar sola, no necesito asociarse o trabajar, o para tener un trabajo directamente tengo que estar contratada. Entonces dije, hoy día, en mi realidad de vida, con dos pequeños, chiquititos, todavía no puedo ligarme a un trabajo y exponerme quizás a que mi salud mental también se vea afectada por esta situación. Entonces, esa fue mi mayor motivación en un principio, poder compatibilizar mi vida privada con el trabajo. Y al yo misma ser mi jefa, me permite esto, me permite poder yo misma organizar un horario. Y creo que eso también ha llegado mucho a mis clientas, porque al yo misma tener esta situación, entiendo mucho también la situación de ellas. Entonces, si hay que correr horarios, si hay que modificar muchos me dicen “Tengo un problema”, para mí no hay problema, porque yo misma lo vivo en carne propia. El ser profesional no te quita estos problemas o estos prejuicios que uno vive socialmente al ser mamá también. Yo a veces he tenido que dar asesoría con mis clientas a encerradas en el baño porque no pueden, porque por el tiempo, porque es complejo, es complejo. De hecho me he puesto a pensar mucho en eso. O sea, ojalá que evidentemente hoy día ya hay permisos y todo el tema, pero laboralmente hablando, no hay permisos legales para este tipo de cosas, por si tienes que ir a reunión de apoderados o estas cosas, también estás a la voluntad de tu empleador y también estás en el fondo arriesgándote a que después te cataloguen de ahí está, que pide mucho permiso, que el hijo se le enferma mucho, entonces es un tema.

¿Tú qué crees que es lo más difícil de ser independiente? Cuéntame tu experiencia.

Sabes que justo el otro día había conversado con una amiga sobre esto. En mi caso, que quizá también puede ser el de muchos otros, cuando tú comienzas un emprendiendo, y en, cuando uno comienza solo, uno es el jefe, el manager, el empleado, el del aseo, el de la comida. Entonces dividir mi tiempo, además, como yo también ocupo mucho en las redes sociales para poder mostrar mi trabajo, porque créeme que la mayoría de mis clientes primero llegan por el boca a boca, por el que mira, me contaron que esta abogada no se trabaja de esta manera, y también mucho cliente llega por las redes sociales, que las redes sociales ayudan mucho al emprendimiento. Entonces intentar dividir mi vida me ha costado un poco. Y yo creo que a veces que es un tema quizás nada más psicológico, más interno, el miedo al fracaso, a veces también cuesta. En mi caso, gracias a Dios me ha ido bien, me ha ido muy bien, he tenido harto flujo de usuarios, de representados, etc. Pero también no hay un sueldo fijo, entonces siempre está esta cosa de “Ay, ¿cómo me va a ir el otro mes? ¿Voy a tener tanta cantidad de clientes? ¿Voy a poder hacer a lo mejor las lucas que necesito?” Entonces eso es un poquito lo que va ahí como rondando. Pero antes de partir este emprendimiento yo me metí de lleno a estudiar los pro y los contra emocionales, internamente, como tú enfrentas el fracaso. Hasta ahora esos son los desafíos que me han tocado personalmente.

Tú hablabas de que iniciaste sola, pero que ahora tienes a alguien más dentro de tu equipo. ¿Tú crees que es importante en el mundo del emprendimiento, en general, empresarial, en el nivel que sea, generar red y rodearte de personas que también emprenden?

Absolutamente, absolutamente. Sí, porque en realidad si tú quieres que tu emprendimiento crezca, que se haga conocido, que tú puedas tener mayor afluencia de gente, no te puedes quedar encerrado en la cueva tú solo, tienes que expandirte. Entonces en este caso y sobre todo también en el mundo del derecho necesitas redes de contacto, dándote a conocer, trabajar en equipo, etc. Y en este caso a mí sí también me ha servido mucho hoy día contar con otra persona dentro de este equipo, poder compartir labores, compartir también como dice por ahí el nicho, dos mentes piensan mejor que una. Entonces cuando hay que resolver un caso, al exponerlo a otra persona fuera de ti, ver otros puntos de vista, ver a lo mejor una solución que a lo mejor a ti no se te había ocurrido. Entonces creo que sí, creo que también es fundamental el trabajo en equipo y para expandir también tu rubro.

¿Tú siempre te viste como independiente o en algún momento pensaste que quizás ibas a trabajar en algo más tradicional?

Nunca me vi en un buffete. Pero tengo mi argumento, porque mi personalidad, yo siento que no encajaba con los modelos de buffet que existen, que son como muy serios, muy como lejanos de la gente. Y era como yo no soy así. Yo cuando, insisto, empecé a crear esta idea de legalmente mujeres, yo decía no quiero eso. Y empecé a ver en Instagram otros colegas que estaban teniendo esta misma idea mía, porque no es que yo inventé esto, sino que esto ya se está dando de ser mucho más cercano a las personas, mostrarte más humano que lejano, entonces, la verdad es que me costaba. Yo decía ¿Qué hago? No, no quiero eso, no quiero trabajar como muy empaquetada y me costó. En un momento, cuando ya estaba regresando a la carrera, decía ¿Qué voy a hacer? No me veo en eso. En un momento sí me quería dedicar a hacer clases. Me gusta mucho también el tema de la enseñanza. Pero ya después, los últimos años de mi vida, me acerqué mucho más al tema de la litigación. Porque igual en el derecho, al igual que todas las demás carreras y profesiones, el abanico es amplio en relación a las cosas que a las tú te puedes dedicar. Y ya hace un par de años que dije me gusta mucho la litigación, el estar en tribunales, el estar de este lado, y defender a tus clientes. Entonces decidí quedarme aquí.

¿Y al iniciar este mundo de emprender, de ser independiente, tu familia cómo lo tomó?

Sabes que siempre, gracias a Dios, he tenido el apoyo de mi familia. Solo como paréntesis, yo fui mamá joven, igual quedé embarazada en la universidad. Entonces, mis papás siempre me han apoyado en todas las etapas, en todos los procesos. El camino a ser abogado es súper largo, no es solamente el egresar, sino que también después pasar el examen de grado, la práctica. Entonces son un montón de años, solo como dato curioso, el promedio para ser abogado es de 10 años, entonces uno le entrega muchos años de vida a poder ser abogado acá. Mis ideales, qué enfoque quería darle a esto, donde quería incursionar, porque a veces sentía que no encajaba en algunos sectores, entonces dije “bueno, si siento que no encajo, voy a yo misma crearme mi espacio”. Y mi familia gracias a Dios me apoyó, me ha apoyado bastante. No tengo nada que decir, desde mis padres hasta mi marido.

¿Hay algo que tú creas que sabes hoy, que hoy ya manejas, que sabes y que hubieses hecho diferente desde el comienzo de tu vida como independiente si lo hubieses sabido?

Uy, nunca me había hecho esa pregunta. Si hubiera hecho algo diferente. ¿Sabes qué? En realidad es algo, pero son cositas, son más pequeñitas. Uno siempre tiene un teléfono, uno profesional y uno personal. Eso lo hubiera hecho, porque yo cometí el error de tener solo un teléfono. Y claro, pasa que hay clientes muy respetuosos que entienden el horario laboral, pero hay otros que les cuesta porque evidentemente a veces están en situaciones de desprotección, de que necesitan algo urgente. Eso lo hubiera cambiado quizá a veces, claro, al comienzo yo era como muy, bueno, todavía sigo siendo, soy muy corazón de abuelita, entonces me llaman a la hora que sea y yo contesto y a veces contesto muy tarde, entonces quizás a veces también poner límites es bueno, cosa que al principio no lo hacía.

Si tú por ejemplo, pudieses aconsejar a alguna mujer o alguien que esté buscando ser independiente, emprender, formar su empresa, pero que le dé un poco de miedo, ¿Qué le dirías tú?

Quizás la respuesta más corta sería dejar el miedo de lado y atreverse. En general yo creo que quizá soy, y mis papás sobre todo pueden decir, que soy una persona muy arriesgada. No siento tanto miedo a tomar desafíos en la vida, pero yo creo que en el emprendimiento hay que tomar riesgos. Como te decía, a veces te detienen, te detiene el miedo a la frustración, el miedo al fracaso, pero si no lo intentas no vas a saber nunca cómo te va a ir. Entonces yo insisto, me daba mucho miedo que van a decir mis colegas, porque está a lo mejor esta modalidad o el enfoque que yo tenía no es el común denominador dentro de mis colegas. Entonces a veces el miedo al que diga el resto, o miedo de me van a rechazar, te detiene, pero si no lo intentas nunca vas a saber si realmente eso pudo haber dado su fruto. Así que aunque suene muy cliché, es no detenerse ante el miedo, intentarlo de todas maneras. Además soy una persona muy disciplinada y yo creo que ese también sería el consejo para un emprendedor. Hay que ser disciplinado. Si no eres disciplinado a veces claro, te puedes pasar la cuenta a eso.

Y la última pregunta es una más introspectiva, es ¿Si tú te pudieras ver a ti misma de niña, qué te dirías a ti misma?

Me diría que todas las cosas que han pasado han valido la pena, tanto las buenas como las malas. Porque siento que lo que soy hoy y donde estoy hoy, creo que también de cierta manera es reflejo de todas las cosas que me ha tocado vivir. O sea, como te decía cuando me pedías una referencia personal, la vida no es fácil para nadie, y en mi caso tampoco ha sido así. Entonces a veces cuando uno es pequeño hay muchas cosas que no entiende. Pero hoy día yo me considero también una mujer muy resiliente, y creo que eso también sirve mucho para el emprendimiento, tener la fuerza de pararse cuando a veces las cosas no salen a primera vista como uno quiere. Así que diría que sigan, que sigan delante. Uno a veces no piensa que alguien te está mirando, te está observando, así como que algo estoy haciendo, a lo mejor es como decir “ya, igual vamos por buen camino, vamos, hay que seguir adelante”.

Compartir

About Author

iphonerodrigo