En un contundente debate televisado en el programa Chile Elige de TVN, el candidato independiente a la alcaldía de Antofagasta, Eslayne Portilla, lanzó fuertes críticas contra Pablo Iriarte, candidato del oficialismo y del Partido Comunista, revelando un acuerdo notarial entre Iriarte y el Movimiento Regional de Campamentos de la Segunda Región, en el cual se comprometen al cambio de uso de suelo para regularizar y radicar los campamentos en la ciudad.

Portilla, categórico, dejó claro que bajo su gestión no habrá nuevos campamentos en Antofagasta. “El 80% de los campamentos actuales se encuentran en zonas de riesgo, sitios no habitables por peligro de aluviones”, afirmó. Además, fue tajante al señalar que no engañará a los habitantes de campamentos con promesas vacías sobre el cambio de uso de suelo o títulos de dominio.

Durante el debate, Portilla expuso documentos que mostraban los compromisos asumidos por Iriarte para convertir áreas de campamentos en zonas residenciales, acusando al candidato oficialista de “vender la ciudad” y de poner en riesgo la seguridad de los habitantes con tal de ganar votos. “No puede ser que el oficialismo, por pura ambición electoral, esté dispuesto a regularizar lo que es ilegal y a ignorar los graves problemas que estos asentamientos provocan en la ciudad”, sostuvo Portilla.

“Antofagasta no puede seguir siendo rehén de los campamentos”, añadió el candidato independiente, destacando que su propuesta de gobierno apunta a un desarrollo urbano a largo plazo, con la creación de nuevas zonas habitacionales que cumplan con las normativas de seguridad. Portilla promueve una nueva plataforma logística como la B400 que sacaría el barrio industrial del centro de la ciudad y en esas 140 hectáreas que deja el barrio industrial, podrían albergar a 140 mil personas, priorizando a los chilenos y quienes llevan años esperando una vivienda en comités.

“Es un trabajo que requiere visión a largo plazo, pero es la única solución real para esta problemática. Los vecinos me han dicho hasta el cansancio que sufren con cortes de luz, baja presión de agua, delincuencia y basura debido a los campamentos ilegales. Mi compromiso es con ellos, no con quienes buscan saltarse la fila”, concluyó.

La propuesta de Portilla pone sobre la mesa un desafío para el próximo alcalde: reordenar la ciudad con una política firme, sin dejarse llevar por presiones populistas que prometen regularizar lo irregular a costa de la calidad de vida de los antofagastinos.