CRÓNICAVisto 2686 veces — 13 diciembre 2012

Por: Ricardo Rabanal Bustos

“Un homenaje a la bomba cuya insignia y destino a sido siempre la modernidad de los bomberos del norte”

El Directorio de Cuerpo de Bomberos, invocando al patriotismo y la abnegación de Ud. se permite invitarlo a una reunión que tendrá lugar hoy, a las 3 PM. En el salón del Directorio, con el objeto de tratar de la reorganización de la 3° Compañía del Cuerpo.

Saluda muy atentamente

Secretario General”

Con esta breve carta circular que fue enviada a todos los  miembros de la colonia Slava del naciente puerto de Antofagasta, comienza la historia de una de las compañías de bomberos  con mayor historia y tradición de la ciudad de Antofagasta y que durante 120 años ha servido a nuestra sacrificada ciudad.

El 13 de Diciembre los miembros de la colonia Slava contestan afirmativamente la carta del Directorio General y ponen a disposición de los bomberos del norte a 46 voluntarios “decididos y resuelto” a fundar la 3° Compañía que nace a la vida bomberil el 16 de Diciembre de 1892 siendo su primer Director don Pedro Tonsic y su primer Capitán don Marco Sore Glasinovic siendo entonces la primera bomba Slava que se fundaba en Sudamérica y que llevo consigo el primer pabellón Slavo patrio que se vio flamear en estas tierras Americanas.

Al recorre la historia de una de las compañía con más tradición bomberil sin lugar a dudas resaltan dos nombres que están escrito a fuego en la leyenda de los bomberos y de la ciudad de Antofagasta, me refiero a don Nicolás Soljan Stambuk Superintendente mártir del Cuerpo de Bomberos y al inolvidable hombre santo Doctor Antonio Rendic  Ivanovic  quienes durante muchos años sirvieron abnegadamente a su comunidad anidando en sus corazones ese número 3° que en broce pulido noble y viejo marca el camino y derrotero de servicio y abnegación de todo bombero tercerino.

Ruge el vapor de una maquina de broce brillante que trae la modernidad a un puerto de madera y barro que recién crese entre el cerro y el mar, la gente del despoblado, los hombres y mujeres del desierto mira asombrado a esta máquina maravillosa que levanta una columna de agua blanca, bien alto por sobre sus cabezas y llega poderosamente a extinguir el fuego destructor que amenaza con destruir una vez más el centro de Antofagasta. Los bomberos de la Tercera han detenido el incendio con la modernidad del vapor, la claridad del agua y la convicción de de su ideal  que con  la fuerza indomable de dos equinos épicos que recorrieron a galope diestro y veloz las calles polvorientas de una ciudad naciente arrastrando la legendaria Bomba a vapor de alta presión y de 300 galones de capacidad fabricada por la afamada fabrica de Merryweather & Sons Ltd. que llegara a la ciudad en 1907.

 El 29 de febrero de 1920 nuevamente la 3° cía. coloca a la ciudad en el primer plano de la modernidad bomberil del país cuando llega uno de los mejores carros bombas conocidos para la época con un motor White de 120 caballos de fuerza con 4 cilindros que cumple 30 años de servicios ininterrumpidos.  El año 1949 llega otro moderno carro bomba “Dodge” que desde marzo de año 50 cumplió  una destacada labor.

Alguna vez un joven capitán de 20 años perteneciente a la Segunda Compañía le correspondió remplazar a su Director en la solemnidad, hoy un poco olvidada, de una reunión de Directorio General, allí en ese salón centenario fue recibido con la  gentileza de  un hombre alto quien atentamente respondió todas sus consultas y entrego soluciones en una época en que los recursos de los bomberos eran tan escasos como el agua en Antofagasta, ese bombero era Don Nicolás Soljan Stambuk Superintendente mártir del Cuerpo de Bomberos de Antofagasta a quien tuve el honor de conocer en el ejercicio austero y respetuoso de su cargo. Sin duda la historia de las compañías la hacen los bomberos, desde los más humildes hasta los más poderos unidos en el sagrado lazo del deber bomberil. Recordar a un Eduardo Barrera corriendo por las calles de Antofagasta apoyado por su padre también bombero de la 3° en una maratón bomberil.  Al Petar Zlatar disputando un balón de futbol o ganando un grifo para su bomba, a Don Milán Zlatar ayudando siempre a las Compañías hermanas tras el mostrador de su ferretería o la turbina de su carro bomba, o  al voluntario Kasic disfrutando un partido de domino o pitoneando desde un techo algo endeble o a Don Luis Hidalgo Capitán interventor de la 8° Cía. y bombero fundador de la 10° cía. ambas veces comisionado por el Directorio General o la valentía de Yuri Cortes deslizándose pionero  por una cuerda

Mención aparte merece un gran bombero tercerino quien a lo largo de estos años ha privilegiado con su amistad y educado con sus conocimientos históricos a muchas generaciones de bomberos, entre los cuales me cuento. Escuchar narrar las historias de los bomberos viejos, sus  anécdotas que quedaron olvidadas en la mesa fraterna de un casino bomberil y con su voz y memoria cobran vida nuevamente para indicarnos el camino recorrido por una institución es sin lugar a dudas un privilegio que  el Comandante Ivo Nicolic Morla a entregado a cientos de bomberos a lo largo de sus fructíferos años de servicio.

Seguramente en este tiempo los bomberos de la tercera harán un alto en el camino, la senda de modernidad y gestión que ellos llevan y han convertido en una de sus tradiciones esperara un tiempo y en el silencio de la sirena junto con celebrar estos 120 años de existencia en compañía de sus familias y con el saludo merecido de sus compañeros bomberos de las  compañía hermanas harán un recuerdo por esa legión de bomberos tercerinos que hoy habitan en el recuerdo de sus compañeros y en la historia de Antofagasta.

“Con el alma de bravos muchachos”…..  Digamos todos ¡Viva la Tercera!

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