CRÓNICAVisto 2713 veces — 07 abril 2018

De acuerdo con la información proporcionada por OVDAS – SERNAGEOMIN, mediante su Reporte de Actividad Volcánica (RAV), el cual considera los registros desde el 01 al 31 de marzo, se informa que la actividad registrada en las últimas semanas ha mostrado características similares a periodos anteriores donde se han producido explosiones freáticas menores, particularmente en los años 2013 y 2015. A pesar de que la sismicidad permanece con niveles de energía considerados bajos, se estima que lo anterior ha aumentado la probabilidad de explosiones menores.

A raíz de lo anterior, y dado que en la presente jornada OVDAS-SERNAGEOMIN modifica su nivel de alerta técnica a Nivel Amarillo, se desarrolló una mesa técnica regional donde se determinó implementar una zona de restricción de actividades en un radio de 5 kilómetros en torno al cráter activo. Considerando estos antecedentes, la Intendencia de la Región de Antofagasta en coordinación con la Dirección Regional de ONEMI, declara Alerta Amarilla para la comuna de San Pedro de Atacama por actividad del Volcán Láscar, vigente a contar de hoy y hasta que las condiciones así lo ameriten.

Con la declaración de la Alerta Amarilla, se alistarán escalonadamente los recursos necesarios para intervenir de acuerdo a la evolución del evento, con el objeto de evitar que éste crezca en extensión y severidad, minimizando los efectos negativos en las personas, sus bienes y el medio ambiente.

Cabe destacar, que SERNAGEOMIN continúa con la vigilancia permanente del volcán y la Dirección Regional de ONEMI Antofagasta, mantendrá las coordinaciones con los integrantes del Sistema de Protección Civil para alertar oportunamente y dar adecuada respuesta ante eventuales situaciones de emergencia.

Generalidades

El volcán Láscar corresponde a un estratovolcán compuesto, elongado en dirección este-oeste, activo desde hace unos 240 ka y emplazado en el margen oeste de la planicie altiplánica. Está conformado por lavas andesíticas, que alcanzan más de 10 km de longitud, y por potentes lavas dacíticas que se extienden hasta 5 km, las que fueron emitidas desde los flancos NO a SO. La lava más reciente se estima en 7 mil años de antigüedad. En los alrededores del volcán se reconocen depósitos de flujo y caída piroclástica, además de numerosos cráteres de impacto asociados a la eyección de bombas durante erupciones plinianas y subplinianas. El principal evento eruptivo durante su evolución se denomina Ignimbrita Soncor, generado hace unos 27.000 años al oeste del volcán y con un volumen estimado cercano a los 10 km3. En la cima de este volcán se observan seis cráteres, algunos anidados, y el central de estos se encuentra activo.

Registro eruptivo

Este volcán ha presentado alrededor de 30 erupciones explosivas desde el siglo XIX, lo que lo convierte en el volcán más activo del norte de Chile. Estos eventos han consistido típicamente en erupciones vulcanianas de corta duración, con emisión de ceniza fina y proyecciones balísticas en un radio de 5 km, donde el último evento de este tipo ocurrió el 30 de octubre del 2015. Dentro de este registro destaca la erupción subpliniana del 19-20 de abril de 1993, correspondiente al mayor evento ocurrido en el norte de Chile en tiempos históricos. Asociado a este, se generó un depósito de caída piroclástica que se extendió hacia el NO argentino donde alcanzó espesores inferiores a 1 cm. Asimismo, múltiples flujos piroclásticos pumíceos, relacionados con colapsos parciales de la columna eruptiva, alcanzaron hasta 10 km hacia el norte, noroeste y suroeste del volcán. La actividad actual se caracteriza por la persistente emisión de gases desde el cráter central, con un preponderante componente magmático, y ocasionales explosiones menores de ceniza fina.

Peligros y riesgos asociados

Son esperables eventos eruptivos de diversa magnitud en el corto y mediano plazo. Las zonas más expuestas corresponden a los flancos norte, oeste y sur del volcán, susceptibles de ser impacatadas por corrientes piroclásticas y proyecciones balísticas. La dispersión atmosférica de material piroclástico pumíceo estaría mayoritariamente dirigida hacia el este y sureste del volcán, con acumulación variable hacia el Paso Huaytuquina y a lo largo de las rutas internacionales CH-27 y CH-23, en las cercanías de los Pasos de Jama y Sico, respectivamente. No obstante, columnas eruptivas altas durante los meses de verano podrían dispersar piroclastos hacia centros poblados ubicados al oeste del volcán, como Toconao, Talabre, Camar, Peine y Socaire.

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