SALUDVisto 2027 veces — 25 marzo 2013

Estamos ad portas de una nueva conmemoración de Semana Santa, época del año en que los chilenos más consumimos pescado. Sin embargo, el resto del año, este alimento no es uno de los preferidos en nuestra dieta. Los expertos en nutrición coinciden en que las personas que consumen pescados tienen menor incidencia en enfermedades cardiovasculares y cultivan una vida más saludable.

Pero, ¿por qué es tan bueno comer pescado?

Además de contener vitaminas liposolubles A, D y E, las vitaminas B6 y B12, yodo, fósforo y magnesio, la carne de pescado es rica en omega-3, ácido graso esencial que desempeña funciones importantes en nuestro cuerpo, como el apoyo al crecimiento, la visión, función cerebral, disminuye la formación de coágulos en la sangre, decrecen los niveles de triglicéridos, promueve la reactividad de las arterias y baja la presión arterial, entre muchos otros beneficios.

Los ácidos grasos se llaman “esenciales” porque nuestro cuerpo no los produce, lo que significa que debemos ingerirlos. Nuestra dieta occidental se caracteriza por el alto consumo de Omega-6 -otro ácido graso esencial- que está presente en los alimentos procesados y fritos (galletas, dulces, margarinas, etc.), pero que debe ser consumido en equilibrio con el Omega-3. La experta norteamericana en nutrición y vida sana de Herbalife, Susan Bowerman, nos explica que no es simplemente que los ácidos grasos omega-3 son los buenos y que los omega-6 son los malos. Ninguna de estas grasas es intrínsecamente “mala”. El problema es que la dieta moderna incluye demasiados ácidos grasos omega-6 e insuficientes de omega-3. Por lo tanto, aconseja disminuir el consumo de los primeros y aumentar la ingesta de los segundos, para ayudar a mantener un sistema cardiovascular saludable.
 
La buena noticia, agrega la especialista, es que con cambios simples se puede modificar la proporción de estos ácidos grasos en la dieta. “Una de las más sanas prácticas es tratar de consumir como mínimo 2 veces por semana pescados grasos de agua fría que son altos en omega 3 (atún, salmón, sardina, jurel o palometa) y si no los puede comer frescos, consúmalos en lata como segunda opción”.

Y a los que no les gusta el pescado…

Los que por gusto o tiempo, simplemente no comen pescado, Susan Bowerman les recomienda priorizar en la dieta fuentes vegetales de Omega-3, como la linaza, chía, nueces, soya e incorporar diariamente el consumo de suplementos alimenticios a base de este ácido graso, para ayudar a mantener niveles saludables de colesterol y triglicéridos, como el Herbalifeline (fórmula de Omega-3 y vitamina E). Dondé: 2520 5200 www.herbalife.cl.

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