CRÓNICAVisto 1618 veces — 09 julio 2012

Titular regional, Gerardo Castro, denunció que este es el décimo caso que no se respeta la Ordenanza Local del Plan Regulador de Calama.

Una infinita tristeza señaló sentir el presidente de la Asociación de Agricultores de Calama, Vonn Castro, al comprobar la tala de añosos árboles por parte de la constructora a cargo de los trabajos de construcción en avenida La Paz al frente del Vivero Municipal. Una situación que se hizo “sin las debidas autorizaciones municipales y consulta a los agricultores y canalistas, quienes buscamos preservar la arborización del oasis de la ciudad”, denunció el dirigente.

El seremi de agricultura, Gerardo Castro, acompañado de profesionales del Servicio Agrícola y Ganadero comprobaron el hecho en terreno, señalando que se informará a la Dirección de Obras Municipales, al alcalde y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo. El artículo 19 de la ordenanza municipal establece que “se deberá conservar toda la arborización existente en los predios, en los casos que sea de eminente necesidad la eliminación de un árbol, se deberá tener la autorización previa de la Ilustre Municipalidad de Calama, en todo caso cada árbol deberá ser reemplazado por cinco nuevos árboles”.

Es más, el mismo apartado de la disposición local agrega que “en las zonas de utilidad pública se debe conservar toda la arborización existente, cuando un árbol entorpezca la accesibilidad o diseño, se podrá solicitar a la municipalidad su reubicación o reemplazo”. Tras la fiscalización en el lugar, el encargado sectorial de Recursos Naturales Renovables del SAG, Hugo Urrutia, observó que “la empresa al menos tiene siete u ocho pimientos derribados sin justificar el corte con algún certificado o autorización”.

El profesional del SAG enfatizó que ante una corta de árboles “el SAG fiscaliza que no se corten especies protegidas, esto es, chañares, algarrobos o tamarugos y allí sólo se constató el corte de pimientos que no están resguardados por la legislación”. Sin embargo, se pudo evidenciar que los trabajo de escarpe y remoción de la capa vegetal en el lugar se estaban, realizando sin la autorización de la Dirección de Obras Municipales.

La idea, destacó Castro, es que esta situación se ajuste a la Ordenanza Local del Plano Regulador de Calama para se aplique estrictamente la normativa, ya que se han observado otros incumplimientos que restan espacio vital a la ruralidad y agricultura. Una situación en la que tanto las autoridades como la población se preocupen de verdad en la generación de las acciones necesarias para la conservación y protección de las áreas verdes del desierto más árido del planeta.

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