Arrojó que al preferir un bioequivalente por sobre el de marca se puede ahorrar anualmente entre $69.040, en el caso de un fármaco para tratar una  insuficiencia cardíaca hasta $2.518.620 si es una de droga inmunosupresora. Ministro Mañalich llamó a aprobar proyecto de ley de fármacos que se vota el próximo martes en el Congreso.

Un sondeo del Ministerio de Salud sobre 12 medicamentos constató importantes diferencias de precios entre los productos de marca y sus bioequivalentes, lo que motivó al ministro del ramo a solicitar que el próximo martes se apruebe el proyecto de ley de fármacos que se encuentra en trámite en Comisión Mixta de salud, y que entre otras materias obliga a que la prescripción indique el nombre genérico de los remedios.

Por su parte, con la evidencia del estudio y en base a sondeos propios anteriores, el Servicio Nacional de Consumidor, Sernac, ofició a las tres principales cadenas de farmacias del país sobre si sus políticas de remuneraciones incluyen incentivos por la venta de determinados medicamentos o de productos de laboratorios en particular y si tienen instrucciones en el sentido de que los vendedores le aseguren al consumidor el derecho a la libre elección.

La información fue proporcionada por el Ministro de Salud, Jaime Mañalich y el director del Sernac, Juan José Ossa, quienes se reunieron hoy, actividad en la que también participó el director del Instituto de Salud Pública (ISP), Stephan Jarpa.

El sondeo se realizó a 12 medicamentos de amplio uso en la población para tratar depresión, diabetes, hipertensión, epilepsia y drogas inmunosupresoras. Los precios se recogieron en locales de las farmacias  Cruz Verde, Ahumada y Salcobrand en la Región Metropolitana.

Arrojó que al preferir un medicamento bioequivalente por sobre el de marca una familia puede ahorrar anualmente entre $69.040, en el caso de un fármaco para tratar una  insuficiencia cardíaca hasta $2.518.620 en el caso de drogas inmunosupresoras.

En el caso de una droga inmunosupresora, que requieren de por vida las personas con trasplante de órgano, si opta por el bioequivalente (Tacrolimus) que tiene un valor de $540.445 por caja,  por sobre el de marca (Prograf ) que alcanza un valor de $750.330 por caja, se  podrá ahorrar 2 millones 518 mil pesos anuales.

Si un miembro del grupo familiar consume antidepresivo y elige el bioequivalente  Escitalopram por sobre el fármaco de  Lexapro se ahorrará 177 mil pesos, al año.

En el caso del  tratamiento contra la epilepsia  al comprar el bioequivalente Pregabalyna por sobre el de marca Lyrica, al ahorro familiar  alcanza 235 mil 416 pesos anuales. Si en la misma familia otro miembro tiene el colesterol alto y compra el bioequivalente (Atorvastatina) que cuesta $26.335 por sobre el de marca (Lipitor) que tiene un valor de  $47.853, el ahorro anual es de  258 mil 216 pesos anuales.

“El trabajo coordinado es de gran importancia para seguir trasparentado el mercado de los medicamentos que tantos problemas les ha traído a los chilenos”, dijo el director del Sernac al tiempo que informó que “hoy hemos enviado oficios a los tres grandes cadenas de farmacias del país solicitándoles información sobre un aspecto muy sensible para los consumidores. Queremos saber cuáles son las políticas de incentivos que entregan las farmacias a sus empleados en orden a vender ciertos medicamentos, incluso cuando se les solicita algo distinto”.

“No podemos aceptar que cuando una persona solicita un medicamento se le entregue un supuesto sustituto por razones comerciales, porque el laboratorio está relacionado con la farmacia o porque es maquilado por la farmacia. La información que solicitamos se nos debe entregar dentro 10 días hábiles”, concluyó Juan José Ossa.

“Lograr que la población, en particular los más vulnerables y los que sufren de enfermedades crónicas tengan acceso, ya sea porque se lo entrega al estado gratuitamente o al menor costo posible en un farmacia, es una política central del gobierno del Presidente, Sebastián Piñera”, sostuvo por su parte el ministro de Salud

Sobre la votación del proyecto de ley de fármacos, Mañalich informó que la Comisión está citada hasta el total despacho de la iniciativa, enfatizando que en tanto no se aprueba el texto “la persona va a la farmacia de la esquina y no le dicen el precio porque lo ocultan detrás de la pantalla del computador, se acerca al dependiente que le dice que no hay el bioequivalente y que se lleve otro. Eso no podemos cambiarlo si no tenemos una ley de fármacos que prohíbe la canela y obliga la prescripción de fármacos genéricos dándole la posibilidad al usuario de cambiar el medicamento por uno que tenga bioequivalencia demostrada”.

Finalmente el ministro de Salud llamó a los parlamentarios a votar el próximo martes porque lo que está por delante “es el ciudadano que tiene enfermedades crónicas las familias que se arruinan. Necesitamos una nueva ley de fármacos”.