POLÍTICAVisto 8937 veces — 08 marzo 2023

En una tarde llena de tensión y expectativas, el proyecto de reforma tributaria del gobierno sufrió un duro golpe al ser rechazado en su primer trámite constitucional por la Sala de la Cámara de Diputados. El texto no logró obtener los votos necesarios para superar su primera valla en el Congreso, con apenas 73 diputados votando a favor del mismo, mientras que 71 lo rechazaron y 3 se abstuvieron.

La falta de quórum necesario para aprobar la normativa significa que el proyecto termina su tramitación y no puede volver a presentarse un proyecto similar en un plazo de un año por la cámara de origen, que en este caso era la Cámara de Diputados. Sin embargo, el Ejecutivo podría insistir con la iniciativa en el Senado.

El proyecto de reforma tributaria tenía como objetivo aumentar la recaudación de impuestos en el equivalente a 3,6% del Producto Interno Bruto al cabo de cinco años, con parte importante de los mayores gastos destinados a mejoras en salud, educación, pensiones, el Sistema Nacional de Cuidados y desembolsos en modificaciones al sistema productivo del país.

La dura derrota del gobierno en esta iniciativa es un revés significativo para el ministro de Hacienda, Mario Marcel, quien el lunes pasado se mostró “confiado” en que estaban los votos suficientes para aprobar la normativa en su primer trámite. Esta votación en la Sala de la Cámara de Diputados deja en evidencia la complejidad que implica llevar adelante una reforma tributaria en el contexto actual de nuestro país.

Uno de los primeros en manifestarse fue el diputado independiente y exmilitante de la Democracia Cristiana, Miguel Ángel Calisto, quien votó en contra de la iniciativa señalando que no se debe agregar más incertidumbre a la economía nacional.

“La inflación, la poca certeza de la inflación, el clima de desestabilización en América Latina, problemas de inmigración y delincuencia. Queremos recaudar, pero no damos certeza para la inversión. Queremos aplicar mayor tributación, y no damos certeza para que las micro, pequeñas y medianas empresas puedan pararse luego de lo que ocurrió en Chile a propósito del estallido social y la pandemia. Creo que el Gobierno antes de recaudar evidentemente tiene que garantizar certeza en la inversión”, indicó el legislador falangista.

Por su parte, el jefe de la bancada UDI, Jorge Alessandri, se mostró en contra de la iniciativa, debido al supuesto efecto que tendrá sobre las Pymes.

“¿Qué pasa con esta reforma tributaria? Dice: me gustan las pymes y por eso le mantengo una serie de beneficios, la integración y otros más, pero anda tú a tener éxito, anda tú a que te vaya bien, anda tú a agrandarte y a contratar más gente, porque pobre de ti si pasas a ser mediano, y pobre de ti si pasas a ser grande, porque ahí te cae el monstruo del Estado, te quita todos los beneficios y te va a subir los impuestos. O sea, castigas al que crece”, afirmó.

La economista Cecilia Cifuentes ha declarado que la nueva reforma tributaria propuesta en Chile es incluso más negativa que la presentada en el segundo gobierno de Bachelet. La economista argumenta que la filosofía del sistema tributario chileno es incentivar el ahorro y la inversión para crear nuevos proyectos y empleos, pero esta reforma va en dirección contraria.

La nueva propuesta pretende gravar directamente las utilidades retenidas de las empresas, además de poner impuestos al patrimonio y al ahorro de las empresas. Cifuentes afirma que los impuestos no los pagan las grandes fortunas, sino principalmente los trabajadores y, en cierto grado, los consumidores.

Cifuentes también destaca que esta es la quinta reforma tributaria que se ha llevado a cabo en la última década, todas enfocadas en impuestos al capital y que esto no ha tenido los resultados esperados. La economista argumenta que el principal efecto negativo ha sido el castigo al crecimiento económico y que esta nueva reforma no recaudará tanto como se espera.

En su opinión, el impacto de la reforma en el crecimiento económico es muy negativo, ya que hace más atractivo que los flujos de inversión se destinen a otros países. Cifuentes afirma que cuando hay menos inversión y menos ahorro, es una cuenta que pagan todos, incluido el Fisco, porque como se crece menos, también se recauda menos.

Por lo tanto, la economista concluye que la nueva reforma tributaria propuesta en Chile no es positiva para el país y puede tener efectos negativos en su economía. Al final, la reforma tributaria de Bachelet recaudó la mitad de lo que se esperaba debido a que el país dejó de crecer.

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