CULTURAVisto 3074 veces — 25 marzo 2013

Durante 2008 y 2009 comienza a llamar la atención una novedosa propuesta musical que no se había oído antes. Algunas bandas se  aventuraban a explorar el rock a través de pasajes sonoros de corte experimental, incorporando más instrumentos, improvisando movimientos lisérgicos o tratando de innovar a través de nuevas formas de sonido.

En este leve pero llamativo auge de vanguardia, surge un grupo mejillonino llamado Gamelín Guerra Nuclear (juego de palabras que rinde homenaje al autor de “En Mejillones yo tuve un amor”), un conjunto que con la armadura del post-rock, ritmos progresivos y capas atmosféricas sorprende a quienes andan en busca de algo diferente, aburridos quizás del convencionalismo de los grupos de rock y la repetición del código preestablecido.

Sus piezas musicales no incluyen voz ni coros, toda la energía está concentrada en la sensación y el desarrollo de la melodía, en el vaivén rítmico que funciona como un intrínseco lenguaje; las guitarras cuentan una historia, en ocasiones de paz y sutileza, en otras de una tenacidad brusca, rabiosa como un cuento enérgico de palabras punzantes.

Llaman la atención además por la intensidad de sus shows; paulatinamente crean el ambiente idóneo para dar paso al apogeo, y se nutren de la improvisación para confeccionar momentos únicos de jams guitarreados y leves salpicados de jazz y rock alternativo.

El grupo, conformado por Jorge Contreras en el bajo, Leonardo Páez en la batería y en las guitarras Sebastián Chávez y Luis Camilo Urria, se presentó durante esos años en diversos pubs y tocatas de Antofagasta (Café del Sol, UCN, Pub Liverpool, Antofagasta TV, Deep Rock y Pub Boliche entre otros), junto a otras bandas como LSD Libre Sonido, Lluvia Ácida o Macrocosmos, quienes a través de una propuesta similar hicieron ruido y fueron recibidos con gran entusiasmo por la audiencia.

Después de tres años de ausencia GGN retorna a los escenarios, esta vez con una solidez mayor y una evolución evidente en la calidad del sonido y la conexión de sus integrantes. A comienzos del mes de marzo se presentaron en el evento benéfico “Fuerza Ras” realizado en Sala Fusa, lugar donde volvieron a tocar a mediados del mismo mes junto a Los Franklin y Nonlezz.

GGN continuará expandiendo su música en pubs y, según ellos, donde sea que les inviten a tocar, y esperan poder grabar su primer álbum antes que finalice el año, donde inmortalizarán canciones que ya llevan tiempo en el inconsciente colectivo del público antofagastino, tales como “Coral”, “Dios es un extraterrestre (y pronto todos lo seremos)” o “El secreto para ser feliz”.

Fotografía: Paola Espinoza

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